México,(Notimex).- La decisión de "salir del closet" no siempre es una opción para los adultos mayores, quienes en muchas ocasiones llegan a ser doblemente discriminados por la sociedad, ya sea por su edad o su preferencia sexual.

En entrevista con Notimex Samantha Flores, una activista trans de ochenta años, explica que la sensación de soledad, discriminación y abandono es un sentimiento generalizado entre sus conocidos y amigos de la misma edad, que pertenecen a la comunidad LGBT.   

"Si la situación de los adltos mayores heterosexuales en el país es difícil, para los que son homosexuales es todavía más crítica. Muchos temen dar a conocer sus preferencias sexuales por miedo a la discriminación y por eso salir del closet no es una opción".

De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, que publica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población de adultos mayores en el país es de más de 12 millones, lo que represneta un 10.4 por ciento del total.

Y aunque aún no se cuenta con alguna estadística sobre el número de personas de la tercera edad que forman parte de la comunidad LGBT, la encuesta afirma que se trata de una etapa donde las personas disminuyen sus relaciones sociales.

Samantha Flores recuerda que cuando era joven fue muy difícil afrontar su situación y contarle a sus familiares o amigos sobre sus preferencias sexuales. 

"Hoy, para los jóvenes las cosas son menos difíciles, aunque tampoco fáciles. Aún existe mucho rechazo para nosotros, en muchos lados nos ven como personas raras".

Por lo que se vuelve importante tener un lugar en donde puedan expresar sus sentimientos y gustos abiertamente, "sin el temor a ser rechazados, en muchas ocasiones hasta por la misma familia”.

De tal forma, Samantha trabaja arduamente para abrir “La casa de día”, primera en su tipo en ofrecer un punto de encuentro para la Comunidad LGBT de la tercera edad, la cual espera comience a funcionar en tres meses.

"Es un sueño que tenía desde hace años que nació cuando era voluntaria en alberges de personas de la tercera edad", comenta.

En ese sentido, refiere que luego haber recabado poco más de 400 mil pesos en donativos, ese dinero solo servirá para que la casa funcione un año.

Sin embargo, el objetivo principal es que se convierta en un hogar permanente para el adulto mayor gay en la Ciudad de México.