¿Mensaje positivo o chisme suculento?
El día de hoy un amigo y lector de mi columna me hizo una pregunta, me cuestiono acerca de los tópicos que recurrentemente suelo abordar, en donde hago énfasis en la superación individual, en la reflexión colectiva, en temas que incentivan los valores y el amor por nuestra tierra. Su cuestionamiento radicaba en que habiendo una diversidad de temas y sabedor que yo suelo tener conocimiento de “n” cantidad de situaciones que pasan en los distinto ámbitos de nuestro entorno, ¿el por qué no escribir más sobre eso? En nuestra conversación, él se asombró en algunos casos que salieron a relucir acerca del acontecer político-social mientras me comentaba que muchas de las personas buscan leer este tipo de notas así como muchos columnistas precisamente escriben sobre ello sabedores del incremento de lectores y/o seguidores. Y sí en verdad tiene razón, muchas veces suele generar más atención la nota que despotrica, señala, aquella que pone en evidencia situaciones incómodas o que saca a relucir acontecimientos bochornosos que involucran a personajes del ámbito político y social de nuestra ciudad, estado, país o del mundo.
De mi parte yo guardo un enorme respeto a todo aquel que escriba de tal manera, vivimos en un país libre y cada quien tiene la decisión de redactar a su modo y abordar los temas que más le plazcan. Aún que no suelo en su totalidad compartir dicha manera de informar, sé que cuando bien hecho es algo que sirve para generar atención a temáticas importantes que nos afectan como sociedad por las implicaciones de las mismas. Lo vimos con el hecho de la “casa blanca”, Aristegui y su equipo aunque con afán a veces no imparcial, destaparon una situación que puso en un lugar muy incómodo al presidente. También existen los casos como Noroña, que muy a su estilo “chicharachero” tunde o despotrica según se le quiera ver, Víctor Trujillo “Brozo, quien con humor sarcástico aborda los sucesos, entre otros. Recientemente surgen programas como el Pulso de la República en donde desde una perspectiva más jovial se abordan los temas y el mismo Chumel Torres lo hace en el canal HBO.
Todo es bueno, claro exceptuando aquellos que inventan chismes, que parecen más una extensión de programas de espectáculos como el de ventaneando u hoy de Televisa. Al final del día todo es información y la gente decide que es lo que quiere “ingerir”, pero por otro lado es bueno el poder diferenciar y/o saber detectar lo real de lo falso. Como pasa en las redes sociales que se han convertido en un medio predilecto por las nuevas generaciones para conseguir su información, aunque mucha de ella sea de fuentes no confiables o hechas precisamente para desinformar más que para informar y educar. Pero de allí viene lo que en una columna alguna vez escribí, “la gente quiere carnita”, se apetece más la sangre y lo suculento de un buen chisme cual corte de carne irresistible, a temáticas que hablan sobre cosas positivas como la superación y hermandad. No es lo mismo:
1) Fíjate que escuché que a Juan le está yendo muy bien, su dedicación le ha redituado en una manera muy favorable y eso lo tiene muy contento a él y su familia, por ello me da un enorme gusto contemplar su éxito y fomentarlo como ejemplo de vida…
2) ¿Qué crees que me enteré? A Miguel le están poniendo los cuernos, mientras él anda de pata de perro, su mujer le está dando vuelo a la hilacha a todo lo que da, que desmadre traen en esa familia, no quisiera estar en sus zapatos pero aunque si ella quisiera…
3) No me creas compadre, pero dicen que la del Dpto. de Estadísticas ya anda con el nuevo jefe, disque ya se han visto fuera de la oficina, incluso ya hay comentarios que hasta nueva casa le está buscando. La verdad no me consta pero si anda muy fuerte el rumor…
Cuando existe la demanda incrementa la oferta y para cada lector habrá aquel que redacté lo que él quiera leer.
Con esto no estoy poniendo en tela de juicio a ninguna persona, ni soy nadie para hacerlo ni intento evidenciar nada, solo exponer que existen como casi todo en la vida, muchas formas de hacer las cosas. Algunos de los medios que generosamente me publican es a donde mucha gente del ámbito político acude para informarse o saber sobre distintas temáticas del acontecer estatal por ejemplo y pueden elegir entre una amplia gama de personas que escriben. Yo leo a muchos de ellos, con unos me identifico más que con otros pero al ampliar la gama de lectura uno va denotando el estilo de cada cual. De mi parte prefiero muchas veces abordar temas que incitan a la reflexión como una manera de tratar de generar un balance ante todo lo negativo que nos rodea, es mi forma de aportar mi granito de arena para la unificación y hermandad social. A muchos no les gusta, interesa o se les hace cursi pero a mí me llena de satisfacción saber que mí tiempo también lo gasto queriendo hacer un cambio cualitativo en mi entorno y en el mundo.
Que si lo hago por que no cuento con “material” para exponer gente, la verdad nada tan alejado de la realidad, soy privilegiado con tener un sinnúmero de personas que confían en mí y/o que me confiesan muchas vivencias. Quizá por eso lo hacen por que guardo para mí mucha de esa información. Porque si fuera mi visión distinta, pudiera escribir más sobre casos de desvíos de recursos, nepotismo, corrupción, impunidad, etc. Y sí lo expreso en mis escritos pero rara vez o nunca exponiendo nombres, ellos sabrán quienes son y que por cierto como dicen, sí les cae el saco. Me he topado con mucha gente que antes me saludaba hasta efusivamente y que ahora solo se me quedan viendo con mirada de pocos amigos siendo que nunca expongo nombres y menos he tenido diferencias personales con ellos. Por lo visto me leen y de lo que han leído han sentido que mi crítica va dirigida a ellos, a eso se le llama conciencia, porque sí, aunque no lo pareciera por lo visto algunos si la tienen. La cuestión es que claro que casos hay pero cada quien los expone a su manera.
Como aquel “funcionario público” que siendo chef trabaja en un área que no tiene nada que ver con su profesión y con nombramiento de jefe pero que desde ahora hace cuentas de cuanto le dejará su percepción vía salario y compensación para posteriormente abrir su restaurante, mientras tranquilamente en oficina con aire acondicionado contempla su promisorio futuro en el ámbito culinario claro, porque en el del servicio público nada más no tiene ni el perfil y por lo visto menos las ganas de servir a la gente. ¡Caramba! dicen sarcásticamente que ni el almuerzo hace y eso que sabe cocinar. Qué tal, tráguense ese platillo…
Humildad y agradecimiento
Dicen que es de bien nacido ser agradecido y en este contexto quiero agradecer a todos aquellos que tienen a bien leer, comentar y/o criticar mis escritos, desde el fondo de mi corazón les agradezco se tomen su tiempo para hacerlo. Sé perfectamente que puedo ser tan pendejo como el de al lado pero me esmero en cultivarme día a día y tratar de ser ecuánime, propositivo y con un mensaje de reflexión en todo lo que escribo. Ustedes me incitan a seguir esmerándome así como mantenerme en esta noble causa que es la de informar y expresarme genuina y cualitativamente.
A todos ustedes ¡Muchas gracias!
Jorge Alonso Infante Alarcón
Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.
Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)
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