¿Qué pensaría si en su red de amigos, uno de ellos le enviara a un tercero a platicar en su nombre con usted? Seguramente, lo mandaría a freír espárragos.

En lo particular cuando me interesa alguien, procuro acercarme y pueda que se rompa el silencio con una plática informal, que luego se convierte en un café o una comida. En las relaciones humanas –en términos sociales, económicos o políticos- para poder “ganchar”, tenemos que saber conectar con la persona.

Si en la primera no hacemos ese “clic” seguramente a quien pretendemos “conquistar” no nos prestará atención y se olvidará de nosotros.

Pero para ir a un siguiente nivel, antes de que se aburran, debemos de saber comunicar.

Esta segunda parte se vuelve interesante. Cómo hacer que esa plática y esa relación se mantenga, si solo pretendemos mantener una comunicación vertical y se nos olvida que ese “interés” también piensa, siente y seguramente tendrá algo que decirnos.

¿Y cuál puede ser la diferencia entre una red social humana, esas de cara a cara con las que se usan actualmente en donde hay un dispositivo de por medio?

Si se siguiera el mismo patrón, no habría ninguna diferencia. El receptor también se encarrilaría en una “amistad virtual” si logran conectarse con él, y luego se estableciera una comunicación y al igual que en las “humanas” se le dé la oportunidad de mantenerla a dos vías.

Pero eso no ocurre en la mayor de las veces. Los políticos están acostumbrados a hablar de manera vertical y no dan oportunidad de hacerlo horizontalmente, no les ha caído “el veinte” sobre que en las redes sociales la comunicación es horizontal, “de tú a tú”, sin permitir que haya un tercero hablando en nombre del primero.

Y es una realidad, en la vida cotidiana, si el político escuchara más y hablara menos, seguramente sería mejor evaluado. Si en vez de mostrarse en primera persona para presentarse como el héroe de la película y diera paso a las voces ciudadanas, tendría mejor efecto en sus actividades diarias, pero la verdad es que le fascinan los reflectores y difícilmente los presta a otros que no sea él mismo.

Y esto ha dado paso a la prostitución de las redes sociales “virtuales”, desde hace algunos años es común ver a un ejército de perfiles falsos que ahora se llaman “influencer” haciendo la chamba, intentando mejorar la imagen o en el peor de los casos, denostando contra los adversarios.

En esta segunda entrega lo sigo sosteniendo, es un error dejarse seducir de los perfiles falsos, no hay nada mejor que sean los propios ciudadanos a los que se “seduzca” para que ellos a través de sus perfiles aplaudan, reconozcan y valoren a un líder político.

Y por supuesto que para esto debe de haber una estrategia.

Pongamos por ejemplo el aparato gubernamental. ¿Sabe usted cuántas personas laboran en las distintas dependencias del gobierno de Tamaulipas?, pero solo fijémonos en los que trabajan como empleados de confianza…

¿Cómo hacer para contagiar a cada uno de ellos para que se pongan la camiseta y muestren a través de sus perfiles su orgullo por estar trabajando en un gobierno que está resolviendo los graves problemas de su gente?

¿Cómo estimularlos para que usen el Facebook o Twitter para que den cuenta de lo satisfechos que están cuando ayudan desde sus oficinas a los ciudadanos que se acercan a tocarles la puerta?

Y si ahora sumamos a los aliados del gobierno, o sea, aquellas personas que han sido beneficiados...

De tener una estrategia en redes sociales con el apoyo de estos aliados naturales, seguramente no ocuparían de perfiles falsos para hacerse notar y mejorar una imagen.

El problema, el grave problema, es que o no saben cómo, o se les hace fácil, dejarles esa tarea a perfiles falsos, que al final terminan dañando la imagen de quien los contrató, por el simple hecho que al final el ciudadano se da cuenta que ha sido engañado.

Estoy convencido que la política debe de servir para construir un mundo mejor, pero también estoy convencido que el político debe de aprender a conectar y comunicar, mucho mejor de lo que hace.

Y hablando de la prostitución de las redes sociales virtuales, permítame contarle que hace algunos años en el boom del Twitter se crearon miles y miles de cuentas, sí, con perfiles falsos.

Unas cuentas para ser replicadoras de los mensajes de los políticos, otras más para atacar a sus adversarios.

Por ejemplo, HOYTamaulipas cuenta con 19,500 aproximadamente fans en Twitter y luego de una revisión nos dimos cuenta que en un 45% corresponden a perfiles falsos. Y luego resulta que cuando se da la guerra de bots y trolls, la realidad es que es un pleito entre ellos. ¡Absurdo!

Pero esa prostitución está llegando al Facebook, cada vez son más las cuentas falsas que aparecen.

Y claro, creo entender que desde mi anterior colaboración pisé algunos granos de algunos personajes y eso ocasionó que me señalaran y me presentaran como el malvado sujeto. La verdad me divertí.

Como periodista y como usuario de redes sociales, cada una de las cosas que he escrito y he hecho, lo he realizado con la certeza que de ser necesario las voy defender como hombre y por cierto, no soy cobarde para esconderme en el anonimato.

Por cierto, de lo que me acusaron solamente puedo decir que soy amigo de Carlos Canturosas y durante los tres años que estuvo en Matamoros, me llevé de maravilla con Leticia Salazar, y no por cinismo, sino porque jamás he hecho algo que me tenga que arrepentir y porque estoy convencido que la “guerra sucia” es una verdadera estupidez de quien la hace y promueve.

Comentarios: Twitter @Marco_Esquivel

Pd.- No respondo a cuentas falsas, bots, troll’s y demás linduras. Por favor, hay que ir a la escuela a estudiar.

En la siguiente ocasión hablaré sobre cómo descubrir esas cuentas que tanto dañan a la credibilidad de una sociedad, organización o político.

Marco Esquivel

Valle Hermoso, Tamaulipas 1973
Periodista, Agente de Seguros y Consultor Político

Tiene una maestría en Gobierno y Política Pública; un Máster en Gestión de Riesgos por la Ealde Business School.
En 2015 concluyó un Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por la Universidad Camilo José Cela (Madrid, España)
Es director general del periódico digital HOYTamaulipas.
Su columna Esto se Dice se ha publicado en distintos medios de comunicación de Tamaulipas.

Como agente de Seguros, cuenta con cédula A, B y D, para intermediar seguros personales, empresariales y agrícola y ganado. Es miembro de la Million Dollar Round Table que congrega a los mejores agentes de seguros internacionalmente. Durante el 2024 terminó su certificación en seguros de vida en The American College of Financial Services.