México, (Notimex).- Un día de ocio el ahora standupero Gon Curiel abrió su cuenta en la red social Twitter y luego de lanzar sus primeras ideas se dio cuenta de que a la gente le gustaban sus ocurrencias.

Esa acción le abrió todo un mundo de posibilidades, pues recuperó entonces aquel sueño de dedicarse a escribir e hizo de lado su actividad financiera para dedicarse al stand up comedy, actividad en la que ahora es puntero.

“En realidad no sé cómo sucedió, pero creo que tiene que ver con que la gente en general todavía está buscando cosas nuevas en las redes sociales”, dijo de entrada.

Añadió que ello representa una alternativa de lo que ofrecen tradicionalmente los medios aunque, según él, lo mismo ocurre en otras áreas del entretenimiento, de que la gente siempre está buscando cosas diferentes.

“Ya no se conforma con los mismos chistes de siempre, por ejemplo”, dice el standupero, nieto del famoso compositor Gonzalo Curiel, quien se declara "ex godín" por excelencia.

“Este género de comedia –dice Curiel-- se basa en observaciones y experiencias con las que todos nos podemos identificar, provocando catarsis y carcajadas.

“Por ejemplo la temporada de ‘Viaje desquiciante’ se basa en todas esas cosas que nos suceden cuando salimos de viaje: las maletas, el aeropuerto, el compañero de viaje que quiere platicar y tu no. A todos nos ha pasado y por eso nos causa gracia”.

Al debutar Gon ganó el primer Festival de Stand Up Comedy de Café 22, gracias a lo cual despegó y ha logrado presentarse en grandes escenarios de la Ciudad de México.

En la lista de recintos donde ha ofrecido su show destacan El Vicio, El Cuevón, Show Center, Voilà Acoustique, El Teatro de Ciudad y el Auditorio Nacional. También lo ha hecho en diversas ciudades de la República Mexicana y Estados Unidos.

“Ha sido todo un descubrimiento para mí porque en realidad yo quería ser escritor, pero no lo fuí por miedo a morirme de hambre e incluso otros miedos”, confesó.

“Mi abuelo, el compositor, murió a los 54 años de un ataque fulminante. Mi abuela que quedó viuda muy joven vivió enojada con el medio artístico. Frente a ello, mi papá abandonó sus sueños un tanto artísticos también por miedo a la muerte y ese sentimiento me lo transmitió a mí”, contó.

No obstante, con los años empezó a decir que debía hacerlo, y ya sobre el escenario se dio cuenta que estaba desafiando a la muerte. "Así de intenso es el stand up”, expusó Curiel.

En 2014 el comediante tuvo su propio especial en la plataforma Netflix y ese mismo año se volvió conductor del noticiero satírico “Ya ni llorar es bueno”. Actualmente ofrece de manera semanal su comedia en vivo en YouTube con temas de actualidad en su segmento viral #NotiCreas.

“La gente muere de la risa y eso es una droga para mí; cuando estoy en el escenario y veo que las personas se ríen de lo que estoy diciendo en verdad es como una droga…."

Desde su punto de vista, "todo eso ha sido bueno porque gracias a eso ha podido dejar otras drogas que lo tienen sometido, como el azúcar”, bromeó.

Para Gon Curiel, el stand up ha sido en su vida aquello que le permitió romper paradigmas. “Al final creo que de eso es de lo que se trata la vida; ahora doy conferencias a chavos universitarios y les hablo de ello”.

En ese sentido llamó a ese sector de la población a no hacer cosas que no se desea hacer o que se les obliga a hacer, o haciéndolas incluso hay que buscar ser diferentes.

“Debemos esforzarnos en encontrarles un ángulo diferente y eso nos va a brindar otro enfoque de las cosas, de la vida, de nosotros mismos. Lograr eso es como subir a una montaña, conquistarla”, externó.

Aunque a Curiel no le gustan los chistes clásicos, piensa que el comediante de hoy tiene la obligación de estar más preparado. Él mismo, por ejemplo, no puede darse el lujo de exagerar, por ejemplo en utilizar groserías en sus espectáculos.

“Yo las digo habitualmente en mi forma de expresarme, por eso es un poco complicado ponerme freno. Además, la grosería es una herramienta más, a mucha gente le gusta, lo cierto es que no a todos se les escuchan bien.

“Pienso que en el stand up, o por lo menos así lo asumo yo, se trata de ser creativo y observador, pero brutalmente honesto”.

“Si te digo cosas que de veras pienso y te las planteo con gracia te harán reír y no necesito usar groserías. No estoy siendo moralista, no, porque yo las uso siempre, pero sí resulta más efectivo administrarlas bien”, enfatizó.