México,(Notimex).- Aunque no consiguió el Oscar, la película animada "La tortuga roja", de Michaël Dudok de Wit, sí conquistó a la crítica especializada de distintos países y a partir de hoy buscará hacer lo mismo no sólo con los expertos, sino con el público mexicano en general.

Aun cuando reconoce que su película tiene varios momentos de suspenso y acción, el cineasta invita a los espectadores a que se adentren en su dimensión meditativa en la que habla del silencio y la simplicidad.

"Espero que muchas de las personas que la vean reconozcan su único y auténtico amor por la simplicidad", expresó el cineasta en entrevista con Notimex.

La historia sucede en la naturaleza, esa que no sólo alude a las playas tropicales de bellos atardeceres, sino también a la naturaleza real que incluye cielos grises, barro, nacimiento y muerte.

A decir del creador, la historia habla sobre el personaje principal que poco a poco reconoce que pertenece a la naturaleza, que él es naturaleza. "Tengo una fuerte e intuitiva relación con la naturaleza -creo que todos la tenemos, pero nadie está consciente de ello- y realmente disfruto expresándolo en esta película", anotó.

Respecto a la fuerza de las películas de animación, mencionó que el potencial de este arte es increíble, casi ilimitado, en materia del estilo visual, al uso de símbolos, a las posibilidades de experimentar y especialmente, al uso de la imaginación.

"Las desventaja es que hay muchas posibilidades, hay mucha libertad. Muchos artistas no se sienten cómodos con esta clase de apertura, porque, paradójicamente, los creativos a veces necesitan límites y reglas con la finalidad de explorar lo desconocido", agregó.

Opinó que "hay mucho que descubrir al filmar películas de animación, en todas direcciones: técnica, belleza visual, lenguaje cinematográfico y narración. El proceso de descubrimiento está sucediendo lentamente, pero ciertamente está sucediendo y es lo que atrae a las nuevas audiencias".

Al hablar de lo importante que son los reconocimientos para que más público voltee a ver las películas, Dudok de Wit comentó que cuando una película ha ganado un premio importante, hay personas que prestarán atención y harán un esfuerzo para ver la película.

No obstante, dijo, tenemos que ser cuidadosos con los premios y ponerlos en perspectiva. Disfrutamos el suspenso de la competencia y tratamos de adivinar quiénes serán los ganadores, pero, básicamente, las películas no están hechas para competir una con otra".

El cineasta añadió que "algunas de las películas que más admiro no han ganando ningún premio o solamente han ganado uno o dos, muy modestos.

La reacción del espectador a una película es algo más. No se compara con los premios. Es más personal y por lo tanto me puede afectar profundamente".

Pese a que "La tortuga roja" no obtuvo el anhelado premio Oscar, sí logró la distinción especial de la categoría Una Cierta Mirada, del Festival de Cine de Cannes.