Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Al hacer un tipo de “corte de caja”, a un año de haber logrado el triunfo en las urnas y nueve meses al frente de la administración de Nuevo Laredo, el alcalde Enrique Rivas Cuellar confesó que “han sido meses sumamente intensos”.

Además citó las directrices que ha seguido desde el primer minuto que tomó las riendas de este municipio fronterizo, como “el compromiso, la responsabilidad, la coherencia para poder hacer lo que se dice, lo que se piensa y se tiene convicción”.

Rivas Cuellar, quien fue cuestionado en la conferencia de prensa de los lunes, hizo un rápido recorrido mental del trabajo realizado en nueve meses de gestión para luego sentenciar, “ni todo está dicho, ni todo está hecho, falta mucho por hacer”.

Externó su agradecimiento a la generosidad de su equipo de trabajo “a la nada fácil tarea de gobernar, como son los síndicos, los regidores que bajo ninguna circunstancia y en ningún momento se ha antepuesto alguna afiliación a algún partido o alguna convicción propia”.

Destacó el trabajo en equipo del Gobierno municipal con el estatal que encabeza el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, quien con sus constantes visitas demuestra el interés de apoyar a Nuevo Laredo, apoyar esta región, de poder destacar, por ejemplo el tema del comercio exterior.

Insistió en dejar en claro su filosofía política en que la prioridad es tener un Nuevo Laredo moderno, entendiendo que la “modernidad no tiene fecha de caducidad, ni un ciclo de cumplimiento, la modernidad es un tema aspiracional, es un lugar hacia donde queremos llegar”.

Rivas Cuellar aceptó que el camino recorrido no ha sido fácil, cuando le preguntamos en qué momento o cuáles han sido las decisiones más difíciles que ha tenido que tomar.

“Son varias, son varias decisiones complicadas, difíciles, a veces quieres solucionar muchas cosas que no están en tu escritorio, sin embargo, siempre al consejo de mi padre, al consejo de muchos colaboradores, a ser receptivo, a no perderse en la burbuja del poder”.

Y añadió que “eso me queda claro, que los puestos son de velcro, se quitan y se ponen, en este caso cada dos años”.

Concluyó diciendo que “son mucho más las cosas de satisfacción, me llena mucho de energía ir a las escuelas en donde la expresión más genuina y legítima, sincera, honesta, más franca es la expresión de un niño”. 

oal