Puebla, (Notimex).- A 193 años de fundación de una casa que produce artículos de talavera,  las metas que hoy se plantean sus socios son dos, la primera consiste en conquistar y retener a la generación joven conocida como millennials, y en segundo lugar, posicionar la firma como una marca internacional.

Mariana Muñoz Couto, responsable de Relaciones Públicas de Talavera Uriarte, abre las puertas de este taller que opera desde 1824 para conocer todo el proceso que día a día; como desde hace 193 años, los artesanos poblanos realizan para crear piezas únicas que enaltecen la artesanía poblana, la artesanía mexicana.

El taller se ubica en la calle 4 Poniente número 911, en el Centro Histórico de Puebla, en una casona que a la usanza del siglo XVI en su fachada luce hermosos balcones y azulejos de talavera ordenadamente distribuidos en sus dos plantas.

Al ingresar al patio central de este inmueble se observan diversos objetos de talavera que se exhiben, los más clásicos son los tibores, pero también hay macetas, platones, murales y mesas que en su centro lucen azulejos de talavera.

Metros más adelante, comienza el recorrido para conocer el proceso de elaboración de cada una de las piezas, un proceso ordenado que se sigue desde antes que el taller cambiara de nombre de La Guadalupana a Talavera Uriarte.

En este recorrido también asiste Fernando Sánchez, director de Producción, quien precisa que el primer paso es la preparación del barro, el cual se hace en el área denominada Tahonas donde se pulverizan los minerales hasta lograr un polvo tan fino como el talco y poder lograr la mezcla perfecta y los colores idóneos.

Después se pasa al área de modelado donde los artesanos, quienes son lo más valioso de esta casa, ya que ellos con sus manos y creatividad logran dar forma al barro que más tarde pasará a la primera horneada.

El esmaltado es el siguiente proceso donde la pieza se introduce en una fuente que permite se adhiera el tono blanco que caracteriza a la talavera y después pueda aplicarse el estarcido, proceso que se asemeja a calcar los diversos diseños con los que cuenta la casa Uriarte y que lo distinguen a nivel mundial.

En habitaciones de este inmueble está el área donde se concentran las manos de los pintores, quienes con finos pinceles hechos a base de pelos de mula y de barbas de chivo, plasman trazos con los colores permitidos por la Norma Oficial Mexicana NOM-132-SCFI-Talavera Especificaciones.

Por ello, las piezas de Talavera Uriarte lucen pinceladas en azul cobalto, azul fino, negro, naranja, amarillo y verde. Si usted adquiere una pieza que es demasiado blanca, que luce tonos turquesa, lila, rojo, café u otro color ajeno a los permitidos por el Consejo Regulador de Talavera, entonces no está comprando una pieza original.

Después del pintado se pasa a la segunda horneada para estar ya listo para lucir en los aparadores, en salas de exhibición o en las fiestas empresariales porque los artesanos también pueden hacer piezas por encargo, individuales o docenas, pero todas seguirán el mismo proceso y solo cambiará el tiempo de entrega.

Cada pieza de talavera que adquiera en esta casa incluye un certificado de autenticidad con el que dan constancia y garantía de que la talavera que usted ha adquirido es original y ha sido elaborada cien por ciento a mano por artesano poblanos.

Hay que señalar que las piezas de talavera también contribuyen al trabajo social, pues Talavera Uriarte en convenio con el gobierno del estado ofrece un taller de esta artesanía a las internas en el penal de San Miguel en Puebla.

Las mujeres en prisión también han aprendido a realizar esta artesanía, que una vez comercializadas reciben la remuneración de su trabajo. Además, dos de estas mujeres que cumplieron con su condena ahora forman parte de la nómina de Talavera Uriarte y con ello su reinserción a la sociedad y a la economía formal.

Talavera Uriarte desde 1992 cuenta con la Denominación de Origen (DO4), gracias a que dicho año encabezó a un grupo de seis fabricantes que decidieron buscar la protección de la Talavera a similitud de las Ordenanzas del siglo XVII, para contrarrestar al acelerado surgimiento de una gran cantidad de imitaciones.

El visitante, además de conocer el proceso de elaboración de la talavera y contar con una tienda para adquirir diversos objetos como vajillas, tibores, azulejos y otros objetos, también puede conocer las exposiciones temporales que permanecen en el segundo nivel de este inmueble.

Una de las muestras son piezas que en 1897 el artista catalán Enrique Luis Ventosa hizo al llegar a Puebla, cuando entonces esta artesanía estaba en peligro de desaparecer; entonces Ventosa trabajó con este y otros talleres para revivir la artesanía con éxito.

También se pueden admirar diseños de talavera contemporánea creados por artistas que colaboran con la familia Uriarte, tal como ocurrió con motivo de la celebración de los 150 años de la Batalla del 5 de mayo, y que contó con más de 30 creadores destacados como Pedro Friedeberg, Marcos Castro, Fabián Ugalde, Patricia Soriano, Irma Palacios, Silvia Barbescu, Miguel Pérez, y otros artistas más.

Actualmente es la empresa más grande de Latinoamérica en la fabricación de talavera y una de las que mayor exportación realiza a distintas partes del mundo como Inglaterra, India, Estados Unidos y Francia, entre otras naciones.

Por ello, hoy sus 150 empleados se preparan para conquistar nuevos mercados internacionales, posicionar la artesanía mexicana como un gran lujo y marca internacional que sea un orgullo tener una pieza de Talavera Uriarte en su casa o negocio.

Tal es el caso de reconocidas firmas de restaurantes, como la firma Pujol, que incluye en sus servicios las vajillas de Talavera Uriarte. Lo mismo ocurre con una reconocida cadena de hoteles que han solicitado piezas de talavera para decorar las habitaciones destinadas a huéspedes de lujo.

Al mismo tiempo, por ser una artesanía de hace tantos siglos, los diseñadores también trabajan en conquistar nuevos consumidores, demostrar que la talavera puede compaginarse con los estilos minimalistas, contemporáneos y modernos que ahora buscan los jóvenes.

Penetrar en la generación millenials es otro de los retos de Talavera Uriarte al año 2024, cuando se cumplan los 200 años de fundación, pues es esta generación la que asocia la talavera a lo viejo, a la casa de la abuela y a lo cotidiano.