Ante el Estado de emergencia que enfrenta el municipio de Reynosa, la visita de MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG y del Gabinete de Seguridad prevista para el próximo lunes no es por si sola una esperanza.

Tamaulipas necesita mucho más y a decir por sus anteriores visitas y la fracasada estrategia iniciada hace tres años, en el mismo escenario, el arribo del Secretario de Gobernación está llenó de escepticismo.

¿Que traerá de novedades? ¿Más elementos de apoyo? ¿Nueva lista de objetivos prioritarios? ¿Más recursos para el combate a la inseguridad? ¿El relevo de mandos en Fuerzas Federales?

La realidad es que se trata de un esquema que en Tamaulipas, por lo menos, se comprueba, está agotado.

En diciembre, ya en la era de la alternancia, Osorio estuvo en Ciudad Victoria cuando se suscitaba un enésimo escenario de extrema violencia.

Acompañado por el gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA sostuvo dos eventos, uno de ellos fue la reunión con grupos empresariales y de la sociedad civil.

El secretario se mostró más que accesible. Habló, escuchó y posó con toda calma para las fotos y las "selfies".

Este lunes, -si llega-, regresa a un contexto de arreciada violencia y con el agregado asesinato de la activista Miriam Rodríguez en San Fernando.

Los colectivos de desaparecidos en Tamaulipas lanzaron un llamado a instancias internacionales y la Comisión Nacional de Derechos Humanos exigió una investigación profesional de los hechos.

La desesperada sociedad tamaulipeca espera que el secretario deje la adelantada pose de candidato y traiga soluciones que permitan recuperar la tranquilidad de las calles y la vida cotidiana.

Y en ese justificado temor que enfrentan los ciudadanos no se entiende la decisión unánime del Congreso del Estado de "callar" a los Ayuntamientos en las alertas de situaciones de riesgo.

Por más explicaciones que de CARLOS GARCÍA, presidente de la Junta de Coordinación Política se trata de una medida que más allá de la polémica de supuesta  violación a la autonomía municipal implica riesgos a la seguridad de los ciudadanos.

Resulta por demás criticable que en el afán de proteger los intereses empresariales se dé un paso atrás para regresar a la época del "no pasa nada" que costó tantas vidas de personas inocentes.

La decisión de los diputados limita las alertas al Grupo de Coordinación Tamaulipas.

Callar a los Ayuntamientos exponiendo a la sociedad no es la solución a las incalculables pérdidas del comercio y de otros sectores productivos.

A pesar de que el  Congreso ya aprobó la medida, aún no se define la forma en la que el Grupo de Coordinación haría llegar las alertas a los ciudadanos. Ya empezaron mal.

maribelvillarreal@hotmail.es

Maribel Villarreal

Periodista en Matamoros, Tamaulipas
Es jefa de información en WRadio