Matamoros, Tamaulipas.- El migrante Arturo Díaz Larios, originario del Estado de Jalisco, fue deportado por Matamoros y llegó utilizando un collarín, ya que al parecer una oficial de Migración pateó la cama donde dormía y al perder el equilibrio sufrió severas contusiones en su cuello. 

Díaz Larios venía dentro del primer grupo de 200 personas que en la era Donald Trump fueron deportados por esta frontera, de las cuales alrededor de 70 permanecen en la Casa del Migrante.

Al ser entrevistado, el migrante tapatío manifestó que duró poco más de ocho meses recluido en un centro de detención ya que él, su esposa embarazada y su hija de tres años entraron a Estados Unidos solicitando asilo.

“Cuando yo llegué a la línea divisoria con la intención de hacer las cosas bien, a mí me movieron de prisión a prisión hasta que llegué a Atlanta, en donde estuve casi ocho meses, pues me entregué el 11 de julio del año pasado”, expuso.

Fue el tres de diciembre cuando sufrió la lesión, luego de que una oficial le pateó la cama mientras dormía y al asustarse tuvo mal equilibrio, cayó y sufrió la lesión en el cuello, de ahí fue trasladado a un Hospital en donde permaneció una semana y posteriormente lo operaron.

“Son bien déspotas, te dan un trato peor que un animal y como era una oficial mujer, no se puede uno defender, pero son también de las más fuertes”, expresó Arturo al definir a su agresora. 

Dijo que quien nunca lo ha dejado solo es su esposa que ahora vive en California con una familia de Manzanillo y de su abogado, ni siquiera sabía que lo habían deportado, en dos semanas más supuestamente iba a solicitar su salida para que pudiera recuperarse de su lesión en California.