México, (Notimex).- El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) expresó su preocupación ante las órdenes impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al considerar que su contenido es discriminatorio, racista y xenófobo en contra de la población migrante y refugiada.

A través de un comunicado, el organismo del gobierno federal subrayó que los decretos del gobierno estadunidense alientan la comisión de crímenes de odio y trastocan la coexistencia pacífica.

Refirió que si bien la ejecución de estas órdenes requerirá, para algunos aspectos, de la erogación de recursos y su negociación con el Congreso de Estados Unidos, su contenido representa un “retroceso histórico en el reconocimiento y protección de derechos fundamentales” y la negación de los valores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Expuso que las órdenes sobre “Mejoras en la Aplicación de la Seguridad Fronteriza y la Inmigración”, la relativa a “Mejorar la Seguridad Pública en el Interior de los Estados Unidos” y la de “Protección de la Nación contra la Entrada de Terroristas Extranjeros en los Estados Unidos" tienen aspectos de especial preocupación.

El Conapred consideró que esas medidas representan una respuesta unilateral de carácter policial que contribuye a reforzar estereotipos, prejuicios y estigmas contra las personas migrantes.

Reiteró que también promueven la comisión de crímenes de odio por xenofobia e islamofobia, las cuales debilitan la coexistencia pacífica y el tejido social.

Al referirse a los derechos humanos, recordó que la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial establece:

“Toda doctrina de superioridad basada en la diferenciación racial es científicamente falsa, moralmente condenable y socialmente injusta y peligrosa, y ...] nada en la teoría o en la práctica permite justificar, en ninguna parte, la discriminación racial”.

Para México, indicó, esta coyuntura no solo impone la responsabilidad de encontrar medios para defender a la comunidad en el exterior, sino la oportunidad de hacer reformas en las políticas públicas nacionales para construir un ambiente favorable para las personas migrantes, tanto nacionales como extranjeras.

Esto mediante acciones efectivas de inclusión social y productiva y que, al mismo tiempo, detonen los múltiples beneficios económicos y culturales de las migraciones en favor del desarrollo nacional.