Desde los círculos más cercanos de la doblemente alcaldesa de Tampico, Magdalena Peraza Guerra, ha empezado a esparcirse el rumor de que con esta administración municipal en el puerto, Magdalena, la vetusta política de 71 años de edad, hace planes y se sigue fajando con los grupos para conseguir la candidatura a la Gubernatura de Tamaulipas en 2022.

 ¿Con el respaldo de que partido irá Magda a su sueño de ser Gobernadora de Tamaulipas? Eso es lo de menos. El PRI no le dio la candidatura, los traicionó y se fue con el PAN con quien ganó. Después, presionó al ex Gobernador Egidio Torre Cantú para que dejando la Presidencia del Puerto, le diera chamba en el Gobierno del Estado, y les dio a los panistas senda patada en salva sea la parte y se regresó al PRI.

 En las elecciones locales de este año, 2016, nuevamente Magda se fue a la campaña ahora bajo las siglas del Partido Verde Ecologista de México y ganó, por segunda vez, la alcaldía de Tampico y ese triunfo le ha dado la seguridad, por lo menos así lo siente ella, para iniciar, dice Magda, al camino a la Gubernatura de Tamaulipas en 2022.

 Así lo ha expresado a sus cercanos y por eso sus batallas contra los ex alcaldes del puerto Oscar Pérez Inguanzo, Álvaro Garza Cantú, Gustavo Torres Salinas, lo que no se entiende porque ellos no se han puesto los guantes para fajarse con la actual alcaldesa. Es más, de todos ellos, todos de alguna u otra manera, Magda ha recibido apoyo, favores y atenciones. Pero eso le ha importado poco: Magda tiene que pelear.

 Ello habla de que Magda siente de que es ella la única y estaría tratando de apoderarse de los liderazgos morales del PRI, y del Verde en el puerto, porque los panistas ya entendieron que el ego de la maestra Peraza es tal que le importa un pepino enemistarse y pasar sobre quien sea, para conseguir sus objetivos.

 Así lo ha hecho desde que fue diputada y a partir de ahí, la traición ha sido el signo distintivo de su andar por el camino de la política. A unos más y a otros menos, pero la gente se siente traicionada por la maestra Peraza. Y en lo que no ha caído en cuenta la maestra, es que el que traiciona una vez, traiciona siempre.

 En fin que, la añeja política tampiqueña, sueña que estaría asumiendo como gobernadora de Tamaulipas a los 78 años de edad, lo que evidentemente no pasará, pero a ella eso es lo que menos le importa. Dice que mientras esté en el poder va a ejercerlo como sabe, aunque para llegar a él haya tenido que prometer, ofrecer y ponerse de rodillas, circunstancia que obvio sentada como Presidenta Municipal de Tampico ya se le olvido. Aunque también parece olvidársele a la Peraza es que la vida, y más la política, es una permanente rueda de la fortuna. Unas veces estamos arriba y otras más estamos abajo. Hoy está en la cima del poder en Tampico y mañana podría estar en la sima.

 Si Magdalena Peraza sigue con el espíritu de fajarse con quien quiera, tarde o temprano le va a salir el tiro por la culata. Tiempo al tiempo.

1. 1. Si los priístas decidieron el destino del exgobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba al expulsarlo del partido, me parece necesario que no sea el único: ¿Y cuándo se hará lo propio con Egidio Torre Cantú, José Elías Leal y Everardo Villarreal Salinas, símbolos de la corrupción, la deshonestidad, el dispendio y la impunidad en la administración que recién terminó?

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