En la historia universal siempre hemos sido testigo de innumerables acontecimientos históricos referentes a la gobernanza y en estos siempre han existido varias versiones del por qué sucedieron. El ser humano en general de una u otra manera es conspirador y se convierte en parte de un entorno social que se desenvuelve entre acuerdos, pactos, revueltas y traiciones. Siempre existirá una “hidden agenda” dirían los estadounidenses, una agenda oculta, intereses superiores de grupos que terminan imponiéndose muchas veces por encima de la racionalidad o del interés del bien común. Ejemplos hay muchísimos y en los ámbitos de la política ni se diga, pareciera el pan de todos los días, el modus operandi de aquellos que detentan algún poder. Por ejemplo, siempre en las campañas políticas los candidatos se comprometen a una infinidad de acciones correctivas o de promesas para conectarse con el electorado y con el fin de ganar la contienda, pero no siempre quiere decir que los cumpla; es más, tristemente en la mayoría de los casos quedan en eso nada más, simplemente en promesas ya que una vez en el poder entran tales intereses mencionados.

Si no es cierto, entonces díganme ¿en que gobierno “no” hemos visto eso? imposible discernir, el poder trae consigo excesos y contubernios.

Al final del día se guían por los intereses propios o las agendas de cada cual, con esto no estoy diciendo que no existan gobernantes o políticos dignos ni mucho menos, pero si es casi imposible llegar a trascender en estos ámbitos sin haberse visto envuelto de una manera u otra con estos factores. Y en esto lo de la militancia o pertenencia a un grupo o sistema no te asegura protección, las zancadillas, puñaladas y demás traiciones están a la orden del día y más si decides discrepar o criticar. A la alcaldesa de la frontera no le dan tregua sus correligionarios, al partido tricolor un día sí y otro también le tunden y “sacan sus trapitos al sol” los mismos que de él se han beneficiado en el pasado, unos se cambian de bando por pactos acordados o falta de que los apoyen, según dicen ellos y así vemos muchos ejemplos de todo tipo.

¿En verdad cuáles serán los reales intereses de los grupos en el poder, creen ustedes que todo lo hacen de corazón y por su amor a nuestro estado?

Algunos del actual gobierno parecen no haber comprendido el momento histórico y la inigualable oportunidad que tienen en sus manos de hacer las cosas diferentes, los tricolores pasan por un pasmo sepulcral que en el fondo está repleto de una lucha por mantenerse o recuperar el poder. Los otros partidos esperan el desenlace de los eventos y otros apuestan desde ahorita por una morena que amenaza con ahora sí ganar la grande.

Érase una vez…

En verdad por eso las historias, fábulas o cuentos nos cautivan, por que en ellas el desenlace de la trama es mayoritariamente positivo, el bien siempre sale triunfando sobre el mal y se aprenden de las moralejas. Acá en nuestra realidad, aunque nos podemos encontrar personajes caricaturescos, generalmente las historias no culminan con un final feliz. Prevalece en desencanto social, corrupción, soberbia, impunidad, etc.

Imagínense como sería….Erase una vez que los políticos decidieron dejar a un lado sus diferencias y antepusieron los intereses de la ciudadanía y de nuestra hermosa nación por encima de los suyos y con ello México volvió a verdaderamente resplandecer y convertirse en una tierra prospera, feliz y llena de esperanza y hermandad…

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)