Una de las cuatro habilidades comunicativas es la de leer, esa capacidad es la que hace la diferencia entre un hombre de letras y el hombre común. Sin embargo, eso es tan sólo un enfoque, porque en esta era de la comunicación el hombre común está desarrollando esa habilidad a un ritmo insospechado. Veamos por qué y cómo.

Las redes sociales han permitido que la mayoría de las personas que usan estos sistemas de interacción, lean todos los días textos breves, sean de la índole que sean, es decir, saludos, textos, artículos periodísticos, etc. Gran parte del tiempo de la gente lo ocupa en leer, cosa que no sucedía yo creo hasta hace diez años atrás.

El enfoque que se le ha dado a la lectura durante ese tiempo por medio de las redes, ha servido para que las sociedades -baja y media- entren a un nivel de competencia para salir de la ignorancia, el avance en ese aspecto se ve reflejado claramente porque el celular ha sido y es un puente de enorme importancia para ese proceso.

El día de hoy la gente opina más que hace diez años, como usted claramente lo vio en las pasadas elecciones para gobernador, y probablemente continuemos siendo testigos de esos cambios de mentalidad -para cuestiones políticas- en los próximos tiempos del 2018. La tecnología de comunicación -como una gigantesca máquina- va abriendo surcos para el conocimiento de forma rápida; que el hombre en la mayoría de las veces se limite a usar esta tecnología con fines egoístas, es otra historia.

Lo cierto es las sociedades media y baja, han entrado a una competencia encarnizada, eso es lo bueno, porque  en esas sociedades existen hombres y mujeres con una capacidad para pensar, para hacer las cosas diferentes. Lo que sorprende en gran manera en este país como en tantos otros de Latinoamérica, es que la mayoría de los puestos políticos lo siguen ocupando la clase social alta, siendo que la capacidad intelectual de las clases sociales baja y media debe estar en un nivel muy por encima de lo imaginado.

Ello en razón de lo que mencionamos, enfocado al desarrollo de la habilidad de comunicación, pues se piensa que la persona que lee por lo menos diez minutos diarios puede entrar al mundo del saber. La gente de hoy lee mucho, de eso no cabe la menor duda, como digo, actualmente la lectura tan sólo está enfocada a la parte cultural relacionada con la literatura, siendo que la capacidad de leer es una habilidad que se adquiere desde que iniciamos por leer las tareas de la escuela.

Desde que yo tenía alrededor de dieciséis años de edad he escuchado aquello de que el gobierno nunca ha querido que las sociedades bajas salgan de la ignorancia, entendiéndose por ello que no desean que la gente lea o se le imparta conocimiento, porque –se cree- se sublevarán contra el mismo gobierno.

Ese tema se ha relacionado con las épocas de la Conquista de la Nueva España para acá, con la Malinche y esas cosas; lo cierto es que hoy en día nos podemos dar cuenta que gracias a aquellos creadores e innovadores de la tecnología de comunicación como lo es Steve Jobs y Bill Gates, sobre todo los fundadores de Facebook Mark Zuckerberg, Dustin Moskovitz, Eduardo Saverin, Andrew McCollum, Chris Hughes quienes han permitido que el ser humano tenga a su alcance el conocimiento.

Por eso me pregunto ¿por qué se sigue culpando al gobierno de la ignorancia, o del atraso? Todo aquel que cuente con internet puede llegar a aprender el idioma que desee, leer libros digitales, explorar el mundo de la ciencia, saber lo relacionado con las democracias, con el autoritarismo, con las dictaduras, con las guerras mundiales, podemos saber quién es Donald Trump, por aquello que se lee en cuanto a que lo relacionan con Adolfo Hitler.

Ese morbo del hombre por etiquetar a las personas es lo que llama la atención, por eso mismo se lee en redes sociales, y precisamente a eso me refiero cuando comento que el hombre común ahora lee más, entró a la competencia de la opinión.

Abuelos y abuelas se han quedado con la boca abierta al ver que su nieto o nieta de dos años de edad ya sabe picarle a la Tablet, para ellos es cuestión de asombro tanto como de risa, porque –no parece- es una realidad que los casi bebes ya hayan entrado a esa era de la comunicación, les hemos llegado a nombrar “niños cibernéticos”.

El desarrollo de la habilidad comunicativa de leer es de gran importancia para el ser humano, dependiendo del enfoque que se le dé es como vamos nosotros a dirigir el camino, en este caso si enfocamos esa habilidad para trabajar nos podemos dar cuenta que a través de la lectura en voz alta desarrollamos la capacidad de hablar mejor, nos da seguridad cuando se trata de hablar en público, aparte, la voz se va educando.

Por otro lado, enfocado(ahora sí) a los libros de literatura cuyo mundo me es fascinante, me atrevo a recordar aquellos libros tan preciosos que nunca olvidaré, o tal vez debiera mejor recordar a sus autores, como lo son Gabriel García Márquez (Cándida Eréndira y su abuela desalmada, Ojos de Perro Azul, Cien años de Soledad); Mario Vargas Llosa (La Tía Julia y el Escribidor, La Ciudad y los perros, Los Jefes, Los Cachorros); Juan Rulfo (El llano en llamas, Pedro Páramo); Fedor Dostoievski (Los hermanos Karamazov); Knut Hamsun (Pan, Hambre); etc.

Leer lo concerniente a la literatura nos ayuda a desarrollar la imaginación, para algunos es un pasatiempo, para otros un oficio, para otros un estilo de vida, lo cierto es que en la medida que se lee el hombre da un paso gigantesco en su participación social para el desarrollo de las democracias tanto como para el avance del proceso de la comunicación, que como proceso aún no ha llegado a la etapa final donde el hombre, por fin, pueda comprender que estamos en esta vida para CO-MU-NI-CAR-NOS, y no para A-CA-BAR-NOS.

El hombre de hoy no es el mismo de hace diez años, pues si tan sólo se pudiera medir el avance de su conocimiento a través del tamaño del cráneo, estaría diez veces más grande que el cráneo normal, como se ha visto en algunos descubrimientos antropológicos relacionados a los cráneos del hombre prehistórico cuyo tamaño y grosor son grandes y diferentes, tal vez de esos tamaños serían los cráneos del hombre actual si se pudiera medir el desarrollo intelectual a partir de la era de la comunicación. ¡Hasta pronto!

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.