Dicen que en la vida hay enseñanzas que nunca se olvidan o lo que bien se aprende no se olvida, desafortunadamente sabemos que no solo se refiere a cosas buenas sino para acciones negativas. La cultura o el entorno en el que vivimos puede ser factor al momento de formarnos pero nunca serán más efectivos que las enseñanzas y valores que nos forjan en nuestros hogares.  Con las nuevas tecnologías ahora vemos que la gente tiende a grabar de todo y con ello nos hemos dado cuenta de innumerables sucesos que antes se solían propagar solo por boca o sea corriendo la voz pero ahora se pueden grabar en el momento. Desde cosas chuscas, tragedias, eventos bochornosos etc.

Lo que sí es un hecho es que pareciera que muchas de las acciones emanadas   con un trasfondo del bien hacer no duran tanto como aquellas que causan hilaridad o de corte negativo y es interesante preguntarse ¿por qué? o quizá sea como decía un profesor; “es que le falta carnita”. Igual con las noticias que vemos constantemente, causan más furor aquellas en donde se juzga, se somete a alguien al escrutinio popular, que las que simplemente demuestran a buenos samaritanos siguiendo reglas o buenos valores dentro de nuestra tan  diversa sociedad. Por un lado es como un buen amigo periodista tanto me decía, que lo bueno no vende y por otro es ese lado curioso o morboso que todos de una manera u otra llevamos dentro.

El juzgarnos proviene del propio raciocinio y de los valores morales que cada uno profesa, a diario debemos de reflexionar y ser jueces de nuestras propias acciones y encargarnos más de emitir un juicio sobre uno mismo que poner mayor atención a lo que hacen los demás. Muchos de estos comportamientos los vemos en las redes sociales, las cuales son un reflejo de una parte de nosotros mismos.

Esta bien el ser inquisitivo pero lo que no está bien es el abusar de ser entrometidos o de emitir juicios sin antes juzgarnos a nosotros mismos. Hay que vivir y dejar vivir, creo que esa si es una buena enseñanza.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)