Cuando se está del otro lado del Rio Bravo, sobre todo más de 50 millas al norte, los días 1 y 2 de noviembre, calan en la piel y afloran los sentimientos, el recuerdo de algún ancestro, sale a relucir y nada evita en la mayoría de las veces, rodar lágrimas de cocodrilo.

El día 2 de noviembre, para todos los mexicanos, es una celebración importante, de hecho, se considera una de las 2 más importantes, en cuestiones de religiosidad. Compitiendo en importancia con el 12 de diciembre, día en que los católicos celebran a la virgen de Guadalupe.

Pero cuando se está lejos, dice mi compadre Beto: “las cosas se extrañan mucho más, se extraña el terruño compa, 22 años fuera de mi tierra, no es cosa fácil, acá la noche de brujas, es pura mercadotecnia, puro comprar, la gente no va a ver a sus difuntos, como se olvidan de ellos, y mira que uno de mexicano, de la raza nunca se olvida”.

Así es en efecto, en esta guerra de tradiciones, de no se sabe a ciencia cierta, donde se celebra más, si en el sur de Estados Unidos, el día de muertos, o en la frontera norte de México, el día de Brujas. El cruce de costumbres y tradiciones ha sido brutal. Ganando muchas veces el mercantilismo salvaje y desproporcional de las tiendas de conveniencia.

Pero en México, los muertos pesan más, entre más nos adentramos al sur, la tradición cree y se vuelve un rito, que paraliza la vida de las ciudades, revelando la importancia de los difuntos en la vida cotidiana de la gente mexicana. Sin embargo, la televisión, las redes sociales, han compenetrado, trayendo consigo, costumbres lejanas, que nada abonan a nuestra ya rica tradición Día de Muertos.

La mexicanidad y la tradición se defiende a ultranza en la frontera norte de México, la lucha está a flor de piel, los más mexicanos y los más americanizados, pelean continuamente por la conservación de las costumbres. En esta lucha, la educación, la familia y los valores, juegan un papel primordial, porque en México, esas costumbres se pasan de generación a generación, y nunca han sido producto de la televisión o los medios masivos.

De aquello y lo demás…

Donde se quedaron helados fue en Reynosa, la última sesión de cabildo, la semana pasada, le negaron a la alcaldesa, el derecho a contraer compromisos por parte de ayuntamiento de Reynosa. Entonces sale a relucir una pregunta ¿si no es la alcaldesa, entonces quién? Ahí se tendría que consultar la ley, y para eso la vamos a buscar, y sabremos hasta donde el cabildo coartó un derecho de la edil.

Si no fuera así, es lamentable, que un cabildo, vaya en contra de su liderazgo, sobre todos, cuando se persigue un bien común, el bienestar de los reynosenses y de los que han apostado su capital a esta ciudad.

La pelea de tribus está a la orden del día y lo que falta, será que la alcaldesa, tome medidas, y de a cada quien su lugar a medida de su capacidad y compromiso.

chanorangel@live.com.mx

Feliciano (Chano) Rangel Montoya

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Matamoros. Productor General y Creador del Programa de Radio “La noticia Tal y como es”, conducido por Fructuoso Sáenz.

Actualmente es director general de Alfa Producción Digital, gerente de Creatividad, Marketing y Ventas de Publicidad y Mas, fue coordinador de Comunicación del  Diputado Local por el Distrito XVIII
Ingeniero Alfonso Sánchez Garza.

Ha sido coordinador de medios electrónicos en campañas políticas y de la Universidad Tecnológica de Matamoros, entre otros cargos.