En verdad me da gusto ver las imágenes que circulan en redes sociales y portales de noticias en donde se ve a nuestro gobernador en reunión con los diputados federales tamaulipecos. Eso debería de mandar un mensaje claro para todos aquellos que insisten en la diatriba o en encarnizar una rivalidad política muchas veces sin fundamentos y sin sentido, tratándose de los representantes emanados del PRI. Ahora sí que muchos fueron los silentes, porque ni modo de que se pusieran hacer memes del respetado C. Gobernador conviviendo con los “infernales” priistas ¿no?

Eso es una muestra de civilidad política, de anteponer los intereses de nuestro hermoso estado por encima de los personales y cupulares. Ahorita Tamaulipas necesita de eso y más para empezar una muy necesaria recuperación económica y social, necesita que los que en puestos claves estén, velen por los intereses de toda la ciudadanía. Claro está, que muchos de ellos amigos quizá nunca serán pero eso no hace falta, lo cortés no quita lo valiente y al señor gobernador eso le da más estatura y tamaños como de igual manera se prescribe a todos los que como él piensen y actúen. Y aun así la gente en sus círculos lo comentará, criticará o aplaudirá según la apreciación de cada cual, se indignará o aplaudirá el hecho de que se dejen pasiones banales y todos juntos trabajen arduamente por Tamaulipas.

El gobierno es del pueblo y para el pueblo, pero muchos parecen no comprender eso y piensan que el llegar a ocupar lugares dentro de la administración pública, es como si fuera un trono heredado y ellos son los nuevos “monarcas”. Los valores no tienen sabores ni colores, la humildad es algo que no se compra ni se hereda, se tiene y/o se inculca, la valentía no es el ser muy bravo, sino según el diccionario de la lengua española:” es un hecho y hazaña heroica ejecutada con valor”; y el verdadero valor de las cosas no es el material sino el espiritual.

Mis respetos para el gobernador de mi gran y adorado estado así como para todos aquellos que con sus acciones y civilidad, demuestran que el mejor camino para la tan anhelada paz y justicia social, es la concordia y no la discordia, es el respeto y no el veto.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)