La Salle, la triste historia de una universidad
Hace unas tres o cuatro semanas, escribí sendas columnas acerca de la Universidad La Salle de Victoria.
En ambos escritos, describí las cosas que no se han hecho bien y los problemas y excentricidades que estaban dando en la torre a la matrícula estudiantil. http://www.hoytamaulipas.net/notas/259923/Que-ha-pasado-en-la-ULSA-Victoria.html
De hecho, le platico que me llamó Fernando Arriaga, el Vicerrector Académico de la Institución, nos reunimos en un café en Ciudad Victoria y, al tiempo de aceptar que lo escrito en mis colaboraciones era la pura verdad, me confirmó los errores que el Rector de la institución, José Ramón Cubillas Romero, estaba cometiendo en perjuicio de la universidad y por supuesto en detrimento de los alumnos y de la calidad educativa de la Universidad.
Casi al término de la charla, Arriaga me pidió le revelara las fuentes que me habían dado la información, a lo que le señalé que ese tipo de información era confidencial y por lo tanto no podía darle nombres, porque, además, la información me fue ofrecida por múltiples actores involucrados de alguna manera en el tema.
Lo malo del asunto, y en una acción visceral, este señor Arriaga, se metió a mi cuenta de Facebook y busco a quienes estaban relacionados con La Salle de Victoria y que eran mis amigos, entre quienes tengo a algunos alumnos, ex alumnos, maestros y ex maestros de esa institución, en la cual yo también laboré en algún momento de mi vida profesional.
De ellos, “decidieron” elegir a uno y no se con base en que elementos culparon a un maestro a quien despidieron con el absurdo de acusarlo de haberme filtrado información. ¿De dónde sacó este señor Arriaga esta estúpida idea? ¿Quién le da derecho a acusar sin probar y sin que medien actos de defensa, a despedir a alguien a quien, créamelo, jamás, en ningún momento, tuvo nada que ver en la motivación para escribir estas colaboraciones? Es, porque así lo pienso, un acto de cobardía de Fernando Arriaga haber despedido a un inocente de lo que se le acusa, con tal de defender lo indefendible: que la ULSA va en picada.
¿Pues de que se trata? ¿Y con esa calidad moral el señor Arriaga se dice educador y formador profesional? Sí, ahora sí confirmo que la Universidad La Salle de Victoria anda mal, muy mal, y con quien se dice Vicerrector Académico peor. Y el rector Cubillas es cómplice por comisión o por omisión, apoyando ideas absurdas por parte de sus colaboradores.
Tristemente, lejos están los tiempos en que el Hermano Miguel Ángel Valdez era el responsable de la Universidad; lejos están los tiempos en que la querida ULSA de Victoria estaba haciendo historia; muy lejos están los tiempos en que La Salle de Victoria estaba formando profesionales competitivos que hoy muchos de ellos están ya ocupando los espacios laborales y empresariales destacados.
Hoy, no se ve ni un triste suspiro de lo que fue la Universidad La Salle. Y quiero hacer pública mi indignación y coraje por los procedimientos utilizados por Fernando Arriaga y por el Rector José Ramón Cubillas Romero, quienes se atreven a descalificar a personas debido a chismes o calenturas ajenas. Y deslindo de todas las acusaciones que le han cargado estos insensatos al Ingeniero Igor Crespo, respetable maestro de La Salle con más de 15 años de trabajo en favor de los jóvenes Lasallistas.
Por cierto, hablando de La Salle, el Doctor Jorge Salinas Treviño es el nuevo Director del Hospital Victoria La Salle. Sin duda, todo un profesional de la medicina. El problema de este centro hospitalario es que corre como reguero de pólvora, la versión de que los equipos médicos y hospitalarios que eran para el hospital general se habrían desviado hacia este hospital privado. Y, con el escándalo de la renta de los terrenos del complejo gubernamental Bicentenario, se corre la versión de que los terrenos del Hospital de Alta Especialidad y los del Hospital de La Salle, esos terrenos serían también de la familia Valdez Balboa.
Nada raro que quien encabezó la ceremonia de la inauguración del Hospital La Salle presentando la obra es nada más y nada menos que Pedro Luis Valdez Garza. Y en el corte del listón inaugural están la Familia Valdez, Antonio Carlos y Pedro su hijo, Jorge Salinas, Norberto Treviño García Manzo y el Rector Cubillas está muy atrás, lo que resulta sospechosista siendo él "el dueño” del Hospital.
El terreno del Hospital La Salle, el de Alta Especialidad, así como el del Complejo Parque Bicentenario de Ciudad Victoria, Valdez compró a precios muy por debajo del valor del mercado una extensa superficie perteneciente a los campesinos de los ejidos Guadalupe Victoria y Pajaritos, mismos que después vendió por cantidades estratosféricas al gobierno del estado y a particulares para crear un closter médico que quedó a medias y para el desarrollo de fraccionamientos en tierras ejidales, lo que a la larga le permitió obtener ganancias multimillonarias.
Pedro Luis Valdez Garza, para incubar su negocio inmobiliario, trazó un plan ingenioso: tras arduos cabildeos y promesas de ayuda se hizo elegir comisariado del ejido Guadalupe Victoria. En poco tiempo se convirtió también en el propietario de las parcelas ejidales, adquiridas a razón de 18 mil pesos por hectárea, una bicoca en comparación con los precios dominantes en esas tierras suburbanas durante los años 2003, 2004 y 2005.”
Documentos recabados por esta casa editorial, demuestran la constante adquisición de predios que por cuatro años realizó Pedro Luis Valdez, quien es ahora uno de los grandes inversionistas en el sector inmobiliario de la capital del Estado.
Actualmente, cada hectárea desarrollada con viviendas de tamaño medio puede ser vendida hasta por 16 millones de pesos.
“Los ejidatarios empezaron a vender su patrimonio, de hecho, aquí son 28 ejidatarios, y de los 28 son dos o tres los que conservan los terrenos. La mayor partede las superficies quedaron en manos de Pedro Luis”, relata Ignacio Ramos Gutiérrez quien también fue comisariado ejidal.http://tamaulipeco.com.mx/parque-bicentenario-tiene-otro-dueno-los-valdez/
Antes de la llegada de la urbanización, el Ejido Guadalupe Victoria se componía de 300 hectáreas, las cuales comprendían desde lo que actualmente es el panteón de La Cruz hasta los límites del ejido El Olivo, ubicado en la salida a Matamoros, cerca, muy cerca del Hospital Regional de Alta Especialidad y del Hospital La Salle de Victoria. Ahí se formó lo que han dado en denominar el Parque Inmobiliario de La Salud. Y ahí estaría planeado instalar más negocios de este giro. Y enfrente, se construyó la Casa del Adulto Mayor, Villas Vida Plena y exclusivos fraccionamientos habitacionales.
Lo que se dice por parte de varios empleados de Gobierno del Estado, es que el mobiliario con el cual habrían de equipar el Hospital La Salle de Victoria fue comprado con recursos públicos por parte de la anterior administración y que, terminado ese periodo, el equipo se trasladaría al Hospital La Salle, lo que deberá ser investigado por las actuales autoridades estatales, no vaya a ser que en una de esas, se haya repetido ese mismo procedimiento.
PD. 1. La noche del martes, tres ex empleados del Ayuntamiento de Reynosa, en los tiempos de José Elías Leal, se metieron a oficinas del IRCA, que dirigía Moisés García Flores, y sacaron documentos contables como queriendo borrar evidencia de sólo ellos saben qué. Es increíble que, teniendo todo el tiempo del mundo, ahora quieran limpiar sus malas acciones de esta forma, que lo único que ha logrado es la indignación de la Alcaldesa, Maki Ortiz Domínguez y de la sociedad de Reynosa. Por lo pronto, estos insensatos, ya se encuentran tras las rejas. Ahora hay que saber quién les dio instrucciones y que buscaban.
Gracias por recibirnos. Sus comentarios son bien recibidos en nuestro correo electrónico hipódromo.politico@gmail.com. Y también estamos en Twitter @ccortesgarcia.
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ