Hace unos días escribíamos en este mismo espacio sobre lo que ha estado ocurriendo en la Universidad La Salle de Ciudad Victoria, nuestra querida ULSA, porque en los últimos tiempos están ocurriendo cosas que están afectando a esta querida Universidad en donde alguna vez tuvimos la oportunidad de impartir cátedra. Y es que en el desarrollo de La Salle ha impactado la presencia de una figura femenina quien a su antojo mueve los “hilos del poder” al interior de ese centro de estudios, que han movido el destino de la institución”. Ese misterioso personaje lleva por nombre Blanca Cervantes.

Blanca Cervantes, quien por cierto dio ella misma respuesta a nuestra interrogante sobre lo que ocurre en La Salle, pues su contestación en redes sociales a la anterior colaboración, llena de soberbia, en donde incluye frases como “mi brillo les causa malestar a otros” y “soy feliz cambiando lo que nadie pensó que cambiaría algún día”. ¿Así o más soberbia? ¿Así o más egocéntrica? Ahora resulta que el mundo en donde vive no la merece.

Pero quiero decirle que ella está en lo correcto. Con su sapiencia, consejos y orientación, Blanca está cambiando en La Salle lo que nunca pensaríamos que cambiaría: se desplomó dramáticamente el ingreso de alumnos. Así como lo lee, querido amigo, pues en 2015 la nueva matrícula fue de poco más de 300 alumnos, mientras que bajo sus “orientaciones” para 2016 bajó en 100 alumnos la matrícula que ingresó a la ULSA con respecto al año anterior. De 300 que había en captación el último año bajo a 200.

De esta forma yo me pregunto ¿Es esto brillar? ¿Será que no se ha dado cuenta Doña Blanca que no está preparada para el puesto que por “dedazo” se le designó, y que sólo se sostiene al estilo de la vieja usanza política “porque el jefe así lo quiere”?

Pero esta historia no termina aquí. Están por celebrarse los juegos lasallistas en la Ciudad de Cancún, en el estado de Quintana Roo y a dicho evento acuden los hermanos lasallistas que son rectores de las distintas unidades de La Salle en el país, así como los alumnos de alto rendimiento deportivo de cada una de ellas. La pregunta es: ¿Ella a qué va? ¿Será que quiere captar nuevos alumnos en Cancún para traerlos a estudiar a Ciudad Victoria?

Me parece más inteligente que, dado que los resultados de Blanca no son los mejores, creo que, en lugar de visitar el Caribe Mexicano, sería conveniente y prudente sentarse a hacer un análisis cuidadoso del descenso de la matrícula que va más allá de las explicaciones simplistas del “exceso de competencia, la inseguridad estatal y la crisis económica”.

La ULSA Victoria nació y se mantuvo aun en tiempos difíciles de crisis similares a las de hoy, pues contaba con personas con vocación y entrega a su trabajo, dejando a un lado la soberbia y la inmadurez profesional.

Hasta aquí este nuevo capítulo de las Historias de La Salle, que por supuesto no es la única. Hay todavía más. Y no me queda más que decirles que esta historia continuará…

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