Se supone que el pasado debe servir para edificar el presente y a partir de este momento comenzar a construir el futuro. El presente -nos enseñan los expertos en crecimiento personal- es el resultado de lo que hicimos ayer –bueno o malo-, el futuro depende de lo que hagamos hoy. Si lo vemos desde el punto de vista individual, nos podemos dar cuenta a base de reflexión qué metidas de pata cometimos ayer, nos preguntamos ¿dónde estoy parado?

Que sería lo mismo como indagar ¿qué hice ayer para merecer lo que soy el día de hoy? La pregunta ¿hacia dónde voy? Tiene su respuesta ¿hacia dónde puede ir una persona que en su vida ha cometido error tras error? A lamentarse, por supuesto. Todos los seres humanos nos detenemos a reflexionar en una etapa de la vida, nos hacemos esas preguntas una y otra vez, pues la mayor parte de las veces somos conscientes de lo que hemos sido y cómo hemos actuado.

Julián Pérez Porto y María Merino, expertos en estos temas de la conciencia social, definen la palabra conciencia como el conocimiento reflexivo de las cosas, se trata del acto psíquico que permite a una persona percibirse a sí misma en el mundo. La conciencia social, nos explican estos autores, supone que el hombre entiende las necesidades del prójimo y pretende cooperar a través de distintos mecanismos sociales.

¿Cuál sería la opinión de una persona en estos momentos, visto desde el punto de vista de la conciencia social, acerca de su propio entorno? ¿Qué conciencia tiene la sociedad con respecto a sus gobernantes tanto de la ciudad, estado  o país? ¿De qué somos conscientes?

La mayoría de las personas estamos conscientes de que las políticas de los partidos políticos, de los gobernantes, de los políticos, de los diputados  no han sido muy claras, pues los resultados han generado una serie de confusiones en la sociedad y eso se puede traducir en que ya no se sabe qué candidato, qué líder dice la verdad; es decir, en la sociedad existe incertidumbre, esa actitud se traduce en un descontento, en una baja autoestima.

La palabra conciencia proviene del latín “conscientia” que significa con conocimiento. Cuando una persona es consciente de las cosas, es porque tiene conocimiento, a partir de ahí reflexionamos y decimos si algo está bien o está mal según nuestro criterio; es decir, la sociedad no puede juzgar lo que no ve, de lo que no tiene conocimiento; la sociedad no es consciente  hasta entonces no se le haya proporcionado una información.

Por ejemplo, a un hombre mientras no le digan que su esposa lo engaña, tiene la seguridad de que llegará a su casa, cenará y pensará en el día siguiente; en cambio, si alguien le proporciona la información de infidelidad la reacción puede ser violenta. El hombre es consciente, por lo tanto reacciona ante un hecho o circunstancia. En las pasadas elecciones 2016 escuché a algunas personas proferir que la sociedad se encuentra apática, que no tiene interés en participar.

En lo personal diría que no es que se encuentre apática, más bien no se la ha informado adecuadamente, no han existido los canales de comunicación apropiados. Este detalle lo podemos ver como una fórmula sencilla: canal de comunicación+información= REACCIÓN. Repito, no puede haber una reacción si no hay una información previa, no se puede ser consciente de algo que no se ha visto o sentido, y más al nivel de masas.

Cuando la sociedad está bien informada, reacciona, el fenómeno se vuelve una conciencia de masas, porque todos piensan de la misma manera, todos reaccionan de la misma forma porque existe una sola conciencia colectiva. Si en la sociedad, si en cada casa, si en cada familia existiera un canal de televisión donde se pudieran ver las actividades que realiza el Congreso del Estado, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Turismo, el mismo gobierno, el IETAM, el INE, etc.

Las personas tuvieran una opinión muy distinta de la que se tiene en este preciso momento, porque sabrían qué es lo que hacen en el Congreso del Estado, qué funciones llevan a cabo los diputados, por qué no regresan después de las elecciones, qué iniciativas han presentado para beneficio de la sociedad.

A través de estos canales se pudiera informar a la sociedad por qué existe una deuda en el estado, por qué no se alcanzaron a cumplir las promesas de campaña. A veces sólo juzgamos, y juzgar es como suponer de algo, ese fenómeno de desinformación es precisamente porque no existen los medios adecuados para que la sociedad, así como el ser individual, tenga conciencia de las cosas, en parte, este problema podría ser de difusión, no existe la difusión adecuada para que puedan llegar las actividades de tal o cual dependencia.

Las redes sociales se están ganando ese puente de información, hay quienes no creen en su poder de informar con veracidad, pero lo cierto es que existen. No faltará quien por medio del Facebook trasmita en vivo un video de lo que se hace en una dependencia de gobierno e informe al instante; el fenómeno de la rapidez, de la brevedad, está en manos de la mayoría de la gente.

En Facebook podemos ver el video  de una entrevista en tan sólo 6 minutos donde se transmite lo esencial de esa información. Para que una persona pueda tener conciencia real de lo que sucede en su entorno, en la ciudad, en el estado, país o en el mundo, es necesario estar informado, porque la sociedad no es apática, el ser individual no es apático, reacciona cuando se la ha informado, cuando se le han puesto los canales de comunicación adecuados para poder así tener conciencia de algo.

Hasta cierto punto sabemos, por ejemplo, que Donald Trump candidato a la presidencia de Estados Unidos por el partido Republicano, se ha convertido en uno de los hombres más polémicos del planeta debido a sus declaraciones contra la comunidad latina o los chinos, y a su propuesta sobre la construcción de un muro en la frontera entre México y Estados Unidos. La pregunta es ¿hasta dónde tiene conocimiento todo México de esta situación? ¿La sociedad mexicana entera tendrá los canales de comunicación adecuados para estar recibiendo esta información? ¿Estará consciente de lo que está pasando con respecto al muro?  De estar consciente la sociedad, debemos esperar una reacción colectiva que puede llegar a manifestarse de una forma insospechada.

Los errores del pasado cuestan, y muy caro, sobre todo para un estado o país; las políticas convertidas en malas acciones por parte de los partidos políticos a través de sus representantes, han originado en la sociedad un gran descontento, por lo pronto, en cada ser individual ya existe una opinión, y si esas opiniones poco a poco se van sumando, veremos entonces la verdadera conciencia social, la auténtica reacción colectiva.

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.