Revuelo tomó segmentos de entrevista que CARLOS MARIN le hizo a ENRIQUE PEÑA NIETO, la gente le aplaudió al periodista verse valiente y cuestionar a quien hoy habita la residencia oficial de Los Pinos lo sucedido con TRUMP.

“Siempre he dicho que TRUMP es un imbécil y que igual de imbéciles son quienes le apoyan”, le dijo MARIN a PEÑA NIETO, solo falto que parafraseara a PAQUITA la del Barrio y rematara con un, me estás oyendo inútil.

Qué tanta valentía tuvo MARIN, quien sabe, tal vez seguía instrucciones o responde a intereses, pero como dijera FELIPE CALDERON,  haiga sido como haiga sido gustó a los mexicanos que alguien le dijera en su cara a PEÑA NIETO unas cuantas verdades.

“Se vomitó en su casa y usted no hizo nada”, le dice MARIN a PEÑA quien de por si el hombre se pierde en el asunto de la capacidad de respuesta rápida, sin argumentos de peso, pues peor se vio, no atinó a contestar algo coherente, solo daba avances der su informe.

Al despedirse MARIN de PEÑA le dice, “Yo me voy a México y usted se va a China”, al buen entendedor pocas palabras pero seguramente no entendió el presidente la intención de los dichos del periodista, porque después de lo dicho no se cree que se refiriera a la reunión del G20 en aquel país, lo mandaba muy lejos de esta nación.

Sin temor a equivocarnos la mayoría de quienes vieron la entrevista, aunque sean en segmentos,  sintieron que MARIN fue el portavoz de lo que el pueblo siente y grita pero que PEÑA NIETO no escucha, aclaro, el comunicador no es santo de mi devoción, no me gustan su soberbia pero en esta ocasión, aunque fuera por instrucción, disfrute parte de la entrevista.

La situación es que MARIN le dijo a PEÑA poco de lo mucho que los mexicanos quisieran decirle y es que este país se siente huérfano de representantes, quien nos debería de representar deja que el personaje que humilla, ofende y pisotea a los nuestros hasta a nuestra patria nos venga a faltar al respeto.

Hablando de que ya no hay representantes del pueblo, ayer los medios de comunicación nacional daban cuenta de cómo las calles aledañas al Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México se convertían en ríos de gente que entre sollozos y aplausos acudían a darle el último adiós a las cenizas de JUAN GABRIEL.

Suceso nunca antes registrado con ningún artista mexicano, ni siquiera PEDRO INFANTE logró esos niveles de aceptación y asistencia del pueblo en su funeral, MARIA FELIZ menos, porque ella siempre marcó su distancia, casi diciendo, yo acá arriba y ustedes allá abajo, ándele, así como PEÑA NIETO al pueblo mexicano

Viéndolo desde otro ángulo, más que el afectivo, el que JUAN GABRIEL fuera sentido por la mayoría de los mexicanos como uno de los nuestros, de los de a pie y que siempre hubiera quien se identificara con una de sus canciones, denota que el pueblo necesita de personajes que hagan las cosas bien.

Los mexicanos requieren de hombres y mujeres con los que se identifique y todo porque hoy día hay el pueblo se siente huérfano, sin nadie que nos represente en esta nación, no se tiene nada ni nadie en quien creer.

Cierto, es mucho el cariño que la gente le tenía a JUAN GABRIEL pero también la situación que vive el país, más en estos días que los mexicanos se sienten más decepcionados que nunca de quien en teoría y por ley debería de representarnos pero que no hace más que avergonzarnos, pues el pueblo busca identificarse con algo o alguien.

Lloran a JUAN GABRIEL pero también el pueblo llora el desencanto por un presidente que no supo responder a las expectativas, los medios de comunicación y redes sociales dejan ver el dolor de un pueblo que despide a un mexicano que representó bien a su gente, es lo que hace falta hoy en este país.

Los mexicanos nos sentimos huérfanos y eso también contribuye a lo que hoy se ve con los homenajes y despedida de JUAN GABRIEL, el pueblo necesita de reír, cantar, bailar, sentirse representado, tener personajes que nos hagan sentir identidad y cuando eso no se tiene no queda más que llorar y despedir con honores a quien en el mundo a México pudo representar.

En fin, el caso es que lo que sucede con los homenajes a JUAN GABRIEL y el aplauso que la gente le dio a MARIN es el reflejo de la inconformidad de un pueblo que se siente agraviado, huérfano de representantes populares, entre canción y canción del Divo de Juárez y la imbecilidad de MARIN para TRUMP y quienes le apoyen, buena parte de los mexicanos grita, me estás oyendo inútil.

Rosa Elena González

Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10