Tenía en mente escribir sobre otro tópico en esta colaboración pero al enterarme el día de hoy sobre la muerte de aquel que llamaron el “Divo de Juárez”  Don Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel, tuve que redireccionar mi pensamiento para hacer justo homenaje a alguien que tan en alto puso a nuestra música y país en el mundo. Podrán muchos compartir el gusto o no por su estilo de música pero lo que nadie podrá negar fue su influencia en nuestra cultura por varias generaciones. Se va un grande, un enorme escritor así como un inigualable intérprete, alguien que nos deleitó cantando sus vivencias, enamorando corazones, cautivándonos con su singular afecto y/o componiendo letras que engrandecían a nuestro hermoso país.

Se dice no tuvo una vida nada fácil, desde abandono, cárcel, discriminación, envidias, etc. que lo pudiesen haber marcado pero que nunca fueron razones suficientes para detener todo el talento que simplemente brotaba de él. Querida, el Noa Noa, Amor eterno,  Porque me haces llorar, No tengo dinero, etc. etc. etc., caramba para que seguir que nunca acabaré, creo que todos en algún momento escuchamos al menos una canción de él. Como toda estrella que emana tanta luz, a algunos siempre les caló y tomaban sus manierismos y sexualidad para burlarse, hasta el gobierno lo acosaba para dinero confiscarle, no era suficiente que dejara tan en alto a nuestra gente.

Pero aunque digan lo que digan, su legado está seguro, su mística sonata seguirá por siempre deleitando a los que al arte apreciamos, a los que con alguna de sus canciones nos identificamos, a todo aquel que sepa apreciar a un siempre talentoso ser humano. Aquel niño nacido en Parácuaro, no tenía en su destino que su cántico quedara solamente entre la hermosura del campo michoacano, los dioses de la melodía deparaban otro futuro para tan peculiar personaje, mientras le confeccionaban su trono celestial, el cual tras su fallecimiento lo estaría esperando.

Elévate como solo tú sabías hacerlo, sonríe para que sigas transmitiendo eternamente toda tu alegría; y canta, canta fuertemente que los ángeles te lo agradecerán y el todopoderoso con regocijo te acogerá.

En paz descanse siempre, el inolvidable Juan Gabriel.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)