Se sufre, pero se aprende
Es probable que uno de los hombres que más sufre en estos días es el gobernador electo, Francisco García Cabeza de Vaca, quien recibe cotidianas presiones de los personajes de distintas corrientes políticas que pretenden “sacrificarse” por Tamaulipas durante los próximos seis años aunque, sin duda, el político reynosense ha aprendido a conocer a la clase política de la entidad cuyos representantes saben, bien que saben, que en tiempos de cambio hay que dejar de lado el dogmatismo, actuar con flexibilidad, buena voluntad, con espíritu de servicio y repetir ante los medios, con la mayor frecuencia posible que “somos institucionales”.
Otro que sufre, pero por diferentes razones, es el gobernador constitucional, Egidio Torre Cantú, quien trae un ritmo acelerado de cierre de sexenio visitando comunidades necesitadas a donde lleva algunas obras con las que pretende agradecer el respaldo que ha recibido de los tamaulipecos de todas las edades y de todas las clases sociales hacia un gobierno que nació luego de la desgracia política que representó la ejecución de su hermano Rodolfo a quien sus amigos le siguen llorando, algunos de forma tan enfermiza, que divulgan versiones en el sentido de que el difunto “hubiera sido mejor gobernante”.
Yo no dudo que tanto FGCV como ETC sufran, pero sin duda que, cada uno en su respectiva trinchera, han aprendido, han amasado un capital cultural y social que les será valioso para sus acciones futuras pues creo que la mayoría de los tamaulipecos con sano juicio deseamos que al jefe del ejecutivo electo le vaya bien pero también anhelamos que el mandamás saliente sea valorado como el gobernador de la transición, el profesional que hizo su mejor esfuerzo por servir a sus paisanos, quiero creer que con honestidad, pues nadie desea un tercer exmandatario con problemas judiciales.
Quienes trabajaron por la victoria de FGCV sufren con alegría porque esperan que se les designe para ocupar algunos espacios importantes en el futuro gabinete como es el caso del dirigente del PAN, César Verástegui Ostos, quien ha demostrado que aprende muy rápido a ser “institucional” ya que, cuando el ejecutivo electo le invitó a trabajar, el de Xicoténcatl adoptó de inmediato una actitud genuflexa y en forma muy “valiente” dijo: “iremos a donde nos mande el señor gobernador”, dejando muy claro que todos los grupos de la derecha están alineados con el de Reynosa.
Los del PRI sufren a su manera pero se resisten a aprender ya que los líderes se aburguesaron y, parafraseando a Borges, se dedicaron a lamerle el culo a la comodidad, disfrutando de sus fortunas y privilegios, apostando al triunfo amparados en las faldas de Las Magnolias, grupo femenil de élite de cuyo nombre ya nadie quiere acordarse por lo fallido de la estrategia y, como afirmó una de las mujeres que más amo en la vida: “tal vez los priistas hubieran tenido más éxito si hubieran tenido un grupo que se llamara Las Amapolitas”.
Hay priistas muy responsables que sufren de verdad al saber que la justicia extranjera requiere a dos exgobernadores; se molestan de ver en el senado a otro exmandatario que se ha convertido en una carga política y lamentan que el otrora invencible tricolor se haya echado en brazos de la mercadotecnia, la soberbia, la holganza y la apatía, pero algunos de los próceres de la reciente campaña de Baltasar Hinojosa Ochoa prefieren seguir en esa gran carpa que representa una farsa teatral con protagonistas y antagonistas; que hacen de la tragedia electoral una comedia para tratar de justificar sus errores.
Existen los grupos enriquecidos bajo el amparo del poder público, amigos de exgobernadores, pero también hay legisladores que se organizan una pachanga para miles de personas mientras otras miles se quedaron esperando las despensas con las que acostumbraban promover el voto en comunidades urbanas y rurales; en ese contexto, una fiesta multitudinaria resulta un espectáculo obsceno donde los lugares preponderantes son ocupados por los viejos cómplices, avalados por unos cuantos amigos.
Pero qué se le va a hacer, el PRI dejó de jugar a la política y se ha convertido en un partido de artistas donde conviven galanes de todas las edades; héroes de los órganos electorales, villanos de las casillas rurales, comediantes, cuentistas, pero sobre todo cantantes como BHO quien ya ha recibido su merecido en medios convencionales, pero también en las redes sociales donde la gente se ha desquitado por las mentiras divulgadas por el legislador matamorense.
Manuel Cavazos Lerma es un consumado bailarín, Rafael González Benavides es un experto narrador de chistes, Felipe Garza Narváez es un artista de las relaciones públicas y canta bien las rancheras; Antonio Martínez Torres es más versátil pues canta corridos, cumbias y baladas; Miguel de la Rosa Medrano cuenta cuentos (por cierto había anunciado que se iba de Tamaulipas si ganaba Cabeza de Vaca); el diputado Ramiro Ramos Salinas también mostró recientemente sus destrezas bailando los ritmos cadenciosos de la Polinesia Francesa, nada menos que en la explanada del Poder Legislativo demostrando, por si hiciera falta, que el tricolor abandonó la política para dedicarse a la milonga.
Volviendo al gobierno de ETC, creo que otros que han sufrido en este sexenio son: el secretario general Herminio Garza Palacios, el procurador Ismael Quintanilla Acosta, el Secretario de Obras Manuel Rodríguez Morales y el Secretario de Educación Diódoro Guerra Rodríguez pues su trabajo como funcionarios dejó mucho que desear ya que unos pecaron por obra y otros por omisión.
HGP no pudo con el cargo de responsable político de la entidad; IQA le echó valor en la PJG, pero no tuvo el personal ni los recursos suficientes para cumplirle a los tamaulipecos; MRM falló sobre todo en materia de caminos y DGR dejó hacer al sindicato de maestros y su más reciente “genialidad” es haber filtrado una lista de reporteros que cobran en su dependencia y, en el remoto caso, de que algunos reciban salario sin trabajar, el funcionario sería responsable de que haya crecido la “fuerza aérea” en el sector educativo.
Los que disfrutan sus respectivos cargos y ni siquiera se han despeinado son: el tesorero Jorge Ábrego Adame, el comunicólogo oficial Guillermo Martínez García y la responsable de cultura Libertad García Cabriales pues el responsable de las finanzas ha sorteado varias crisis, Memo fue a la campaña de BHO y regresó con ETC para cerrar sus cuentas y Libby sigue muy sonriente recorriendo los municipios inaugurando festivales de lectura, muestras teatrales o presentaciones de libros; creo que a la de El Mante nadie le ha avisado que el sexenio casi se acaba.
Correo: amlogtz@prodigy.net.mx
Ambrocio López Gutiérrez
Periodista y Sociólogo.
Columnista en diversos medios electrónicos e impresos.
Redactor en el equipo de Prensa de la UAT.
Profesor de horario libre en la UAM de Ciencias, Educación y Humanidades.
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