Aun tomando de inicio el precepto de que nadie en el mundo es perfecto y que todos tenemos nuestros días buenos y malos y que sí, quizá a veces pudiera ser uno sujeto a ciertas críticas, nunca entenderé el afán por hacer señalamientos, denostar o simplemente no tener otra cosa mejor que hacer que hablar de los demás. Se dice que los chismes son lo “apetitoso” pero es triste ver que en muchas ocasiones se hace costumbre el hablar mal de las personas, en lugar de un elogio o simplemente de abstenerse de opinar. Y aquí en nuestro hermoso México por supuesto que no somos la excepción, ahora con el espíritu olímpico, me viene a la mente proponer que se haga una justa de haber quien crítica más o quien ridiculiza de manera más dolosa al prójimo y quizá así, ganemos esa medalla que tanto anhelan los desubicados que critican a nuestros connacionales que están dando todo de sí en Brasil.

Que si la gimnasta esta gordita, que si la homosexualidad del clavadista, que si los de tiro con arco son unos pende… ya entendieron creo, los que tanto critican por lucirse, desahogar sus frustraciones o falta de valores inculcados, deberían ponerse a entrenar para ver si así como roncan duermen, deberían meterse ustedes a una disciplina y primero clasificar para los regionales o nacionales, ya no digamos el mundial o las olimpiadas.  Es un gran logro tener representantes en Rio de Janeiro y más si tomamos en cuenta la falta de infraestructura, recursos, torneos, etc. de apoyo en general para el deporte mexicano.  Aunque hemos visto casos como el del atleta Africano Julius Yego, que fue autodidacta y ahora es favorito para llevarse la de oro, pero en general los países que siempre compiten por la mayoría de las medallas y en muchas disciplinas son porque sus gobiernos implementan políticas públicas ad hoc para ser altamente competitivos.

El prejuicio existe porque la ignorancia permea.

Y antes de que se me sientan ofendidos aquellos que el saco les caiga, dejen aclarar que  el significado de la palabra ignorancia, lo utilizo con la definición de:“que procede de negligencia en aprender o inquirir lo que puede y debe saberse”

Como aquel que critica al boxeador derrotado por “no saber pelear” cuando él mismo nunca se ha puesto los guantes y subido a un ring.

Pero bueno, en el país en donde muchas veces no solo se solapan barbaridades y entre ellas surgen seres que se sienten semidioses o plenipotenciarios sin siquiera haber tenido un mérito comprobable para jactarse de ello, pudiésemos aseverar que por eso estamos como estamos.  Si al grosor de la población llama más la atención, si Galilea Montijo se enojó, que si lucerito se hecho un pedo o creer en lo que la comadre dice más que los hechos factuales, pues se vuelve más complicado generar un análisis crítico constructivo y se da pasó al afamado chisme de lavadero.

Y no malinterpreten, con esto no hago ofensa a nadie en especial y menos una clasificación según generó o estatus social sino al contexto que prevalece en una gran parte de la sociedad mexicana. Recientemente estuve con amigos con los cuales compartimos un gusto por la misma música, el ¡rock! Y estando allí aparte se sentirme en mi ambiente, tristemente platicamos en como la sociedad ha mal categorizado a “los rockeros”, que si son unos marihuanos, que si hacen culto al demonio, desadaptados sociales, etc. Y aunque habrá aquellos que le pegan a la yerba u otras cosas, no es diferente a aquellos fumadores de la “socialité”, clase media y de todas. Pero no hay nada más equivocado que emitir un mal juicio solo por apariencias.

Tenemos gente “bien” que nos han estafado con millones y millones de pesos por años a la sociedad y el colmo es que a veces hasta los celebran.

Bueno, pero ya llegará un día de un despertar o una epifanía jajajaja chiste de aquella reunión, en que el respeto a los demás prevalezca, en que la hermandad supere a la enemistad y en la cual a los que intenten seguir generando encono, tengan que correr; o como bien lo dijeron los grandes músicos de Iron Maiden, ¡run to thehills run foryourlives!

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)