México, (Notimex).- Ante la incipiente asistencia mexicana en Juegos Olímpicos y la cercanía con la sede, en la cita de Los Ángeles 1932, el boxeador Francisco Cabañas y el tirador Gustavo Huet se sumaron al cuadro de medallas para el país.

Ya con dos citas sin estar en el medallero (París 1924 y Ámsterdam 1928), fue hasta Los Ángeles 1932 cuando de nuevo se figuró en el cuadro de preseas.

Tras la eliminación de todos los boxeadores, fue en la división mosca en donde Francisco Cabañas logró imponer sus condiciones ante rivales de más alta jerarquía como el húngaro Istvan Enekes, quien se presentó en la final con mejor cartel y desde luego como amplio favorito para el título.

Fue un combate lleno de emotividad, pero desde luego dramático, ya que un descuido provocó que el mexicano perdiera lo que pudo haber sido la primera presea de oro. Al final se quedó con la plata.

Mientras que el tirador Gustavo Huet también protagonizó un buen torneo. Los europeos estaban marcados como favoritos, pero en la competencia se presentó un mexicano con buena puntería para pelear por el oro en una de las disciplinas en las cuales no estaba pronosticado un podio.

Tras un empate a 294 puntos con el sueco Bertil Ronnmark, se tuvo que ir a un desempate en donde se presentó un duelo cerrado. Ninguno de los dos competidores falló en los primeros puntos y al final sólo un tanto marcó la diferencia. Huet 293 por 294 de Ronnmark. Mexico se quedó con la plata y el oro fue para Suecia.