La era de la comunicación no-verbal
Estamos en la era de la comunicación no-verbal ¡bien venidos! La mayoría de la gente normal o común, piensa que estamos viviendo en la era de la comunicación verbal, sin embargo, también añadirían que es la era de la comunicación cibernética, donde todo parece girar sobre textos breves y rápidos. Si nos ponemos a reflexionar un poco, veríamos que cada vez más nos estamos comunicando menos, sobre todo, en lo relacionado con la comunicación interpersonal.
El curso de la vida no lo podemos cambiar, por lo menos no lo hemos conseguido hasta ahora; los hechos o circunstancias nos han llevado a vivir un mundo borroso, el cual solamente basado en la teoría y la razón, se puede transformar en un mundo que todos desearíamos fuera de comunicación, donde el hombre, por fin, comprendiera el concepto de civilización. Pero está visto que el ritmo de vida que lleva la humanidad entera, gira en sentido contrario a las leyes de la naturaleza.
Cuando estuve en la preparatoria, en el salón de clase, atento, escuché a mi maestro cuando se refería al paso del hombre prehistórico a la era de la civilización, créanme, puse una inocente cara de felicidad, con una gran sonrisa de oreja a oreja; luego el mismo maestro lo escuché en otra clase mencionar los temas de la bomba atómica, La Primera y Segunda Guerra Mundial, el desastre humano que dejó las consecuencias de la guerra de 1945.
La expresión de alegría que ya había dejado el maestro en mí en la clase anterior con lo del paso del hombre prehistórico a la civilización, ahora, mi rostro se había transformado en una expresión de angustia. Dubitativo, recuerdo que le cuestioné al maestro si acaso el hombre prehistórico era más racional en su tiempo (si es que tenía una pizca de inteligencia) que el tipo de hombre moderno que nos había mencionado que había entrado a la era de la civilización.
No comprendí, no he podido comprender aún a que se le puede llamar hombre civilizado cuando en la época actual cada vez comprendemos menos el proceso evolutivo de la comunicación. Comunicar, nos aclara el experto comunicador Ismael Cala, no es informar. De ahí comprendo en pocas palabras que efectivamente comunicar es otra cosa muy distinta a informar.
Porque el que comunica, o es, o se considera comunicador, necesita conocer el alcance de este tema tan interesante, ni qué decir de lo urgente y vital que es aprender sobre el lenguaje corporal. La época que nos está tocando vivir gira hacia dos puntos centrales: la comunicación rápida a través de textos por medios electrónicos y la comunicación no-verbal.
El lenguaje del cuerpo del ser humano se está pronunciando cada día más debido particularmente a los hechos violentos que se han registrado en el mundo entero, como la caída de las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2001, de ahí para acá han se han pronunciado mucho nuestras actitudes, gestos y posturas.
Hoy en día el cuerpo habla lo que nosotros estamos pensando, nos envía mensajes de: inseguridad, desconfianza, alerta, no quiero hablar contigo, me eres indiferente, hazte para allá, quién será ese tipo. Cruzamos las piernas y los brazos en señal de establecer una barrera, volteamos para todas partes, cuando alguien nos toca el hombro volteamos con miedo. Hasta en los restaurantes se siente esa desconfianza cuando alguien se nos queda viendo.
Es bueno conocer lo que nos señalan los expertos en comunicación no-verbal para saber si esas miradas, si ese hombre, si esa mujer estarán comunicando lo que nosotros estamos interpretando como mensajes corporales. Allan Pease, experto mundial en lenguaje corporal y relaciones humanas, nos enseña que se deben considerar a los gestos agrupados, tener congruencia entre lo que se dice y el movimiento corporal. Todos los gestos, dice Allan Pease, deben considerarse en el contexto en que se producen.
Eso es una clara indicación de que antes de interpretar las señales corporales de alguien, debemos estudiar el contexto en que se están produciendo. Sabemos que cruzarse de brazos es señal de establecer una barrera, por lo que si una mujer la vemos cruzadas de brazos en la recepción de una oficina, pensaríamos que se encuentra estableciendo una barrera contra alguien, lo que no nos detenemos a pensar es que posiblemente esa mujer de vestido escotado tenga frío debido al grado de temperatura del aire acondicionado.
Albert Mehrabian, famoso antropólogo, especialista en comunicación interpersonal, descubrió que el impacto total de un mensaje es verbal en un 7 % (palabras solamente), 38 % vocal (incluye el tono de la voz, los matices y otros sonidos) y 55 % no verbal. Con el porcentaje del 55% en el que influye la comunicación no-verbal cuando hablamos, nos podemos dar cuenta que nuestro cuerpo comunica en todo momento cuando conversamos con alguien, comunica más de lo que uno se imagina.
Llegué a preguntarme ¿Cómo podemos saber si un político es sincero toda vez que levanta la mano con la palma abierta, lo cual significa verdad, honestidad y lealtad? La respuesta nos la da Allan Pease, cuando nos ilustra que no es posible fingir en el lenguaje del cuerpo, ya que la falta de congruencia se manifiesta entre los gestos principales, las microseñales del cuerpo y el lenguaje hablado.
Como por ejemplo: si el político tiene la mano levantada con la palma abierta pero está diciendo mentiras, se le contraen las pupilas, se le levanta una ceja o, en el peor de los casos, una comisura le comienza a temblar, esas señales, nos enseña Allan Pease, contradicen el gesto de exhibir las palmas de las manos.
Razón por demás tiene Camilo Cruz, conferencista internacional que le ha dedicado gran parte de sus investigaciones al lenguaje corporal, cuando pregunta a una persona “¿Cómo te va?”, y esa persona -hombre o mujer-, responde con un desánimo: “bien”.
Camilo Cruz enseña que no hay necesidad de saber a ciencia cierta cómo se puede sentir esa persona encorvada con actitud enfermiza, la respuesta, según Camilo Cruz si la persona se encuentra de buen ánimo debe responder a la pregunta “¿Cómo te va?”, con la respuesta: “¡Excelente!”.
Vivimos en una época donde nuestro cuerpo habla más que nunca, donde la gente tiende a hablar menos, donde escribe más, por lo que he llegado a deducir lo que mencioné líneas arriba: la época que nos está tocando vivir gira hacia dos puntos centrales: la comunicación rápida a través de textos por medios electrónicos y la comunicación no-verbal. Hoy más que nunca debemos observar, porque como nos dice Flora Davis, psicóloga americana, especialista en el lenguaje corporal, VER ES EL SECRETO DE LA COMUNICACIÓN NO-VERBAL.
Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista
Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
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