Se habla tanto de una etapa de pasmo y/o reflexión dentro del partido tricolor  y a nivel nacional los medios de comunicación no solo cuestionan el accionar interno del PRI sino ponen en tela de juicio su capacidad para levantarse de la reciente “arrastrada” que les propiciaron.  En muchos de los casos, prevén un escenario nada halagador para las próximas contiendas electorales tanto locales como federales. Y puede ser que muchas de estas posturas no estén tan herradas pero aquel que no conoce a fondo a la militancia de este partido puede ser que se lleven un buen chasco.

Sí, obviamente muchas cosas no se han hecho bien y la falta de mayor ecuanimidad en la conformación de los cuadros representativos, fue un factor fundamental para que se presentara la pasada debacle. Y sí, también es cierto que la imagen está muy desgastada hasta el punto de ser sujeta de burlas que buscan encapsular o generalizar en referencia a todos sus militantes.

Pero no hay nada más falso que esta postura.

Igual que en nuestro país o en muchos países del mundo incluyendo nuestro vecino del norte, es el uno o dos por ciento de la población quien acapara mayoritariamente las riquezas y por ende, muchas de las decisiones que se toman son pensando en un beneficio primeramente personal o cupular y después en lo general. Desgraciadamente para el resto de la población esto genera una desigualdad tremenda y a su vez permea en la imagen de todo el universo de actores, no es lo que muchos quisiéramos pero si es una realidad. ¿Pero si uno de los integrantes de una familia cometiera un delito, al momento de referirse a ella, sería justo decir que es una familia de delincuentes?

 ¿Por algunos la tienen que llevar todos?

No señor, la fortaleza del PRI viene de sus miles de militantes comprometidos, de sus guerreros de campo que siempre han sacado la casta y han inyectado a través de los años una esencia de mucho trabajo y pundonor, de sus cuadros jóvenes que ansían les den la oportunidad para demostrar de una vez por todas de que están hechos; de sus integrantes sabios y visionarios que edificaron un bastión por demás competitivo y abrieron pasó a una nación pujante.

¿Que si a través de los años se pecó de ser silentes y/o condescendientes?

Desgraciadamente sí.

Pero esto, a miles que nos hemos forjado en las trincheras más que en la comodidad de oficinas, en el verdadero campo de batalla, para nada nos vuelve en delincuentes, ni todos los motes, burlas, denostaciones y majaderías, prescriben para nosotros. Sí, es justo decir que por los pecados u omisiones se merecía una sacudida el sistema pero también es por demás justo decir que tras esta; despertaron a los silentes, se reagrupan con orgullo los siempre fieles y se alistan para el nuevo escenario, la nueva generación de revolucionarios, los cuales defenderán su orgullo y a su siempre amada nación mexicana.

Sí, la sacudida fue fuerte ¡Pero no se confundan, que en el Priismo hierve pundonor y decencia!

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)