Suben el termómetro al máximo, los cuerpos se acaloran, las pasiones aumentan, las mentes se desquician, incendian, existan e incitan a buscar saciar deseos, son los días más calientes, todo por los efectos de la luna en tiempo de canícula.

Con la canícula la naturaleza hace estragos en todo ser vivo, nadie escapa, aunque para muchos políticos es el estado perfecto, les encanta andar de incendiarios, desquiciados, calentando pasiones, y sino pregúnteselo a dos o tres priistas que solitos se proponen, se auto destapan para dirigir al PRI en Tamaulipas aunque no tengan ni la más mínima posibilidad de llegar y lo único que provocan es calentar de más el ambiente.

Quizá los efectos de la canícula también este dañando a muchos que jamás han comulgado con el PAN pero que hoy se creen casi hijos de Don MANUEL GOMEZ MORIN y se sienten en los cuernos de la luna porque son parientes del compadre del amigo del vecino del chofer del secretario del que puede ser el secretario o de plano porque llegaron de arrimados en el último tirón gritan que tendrán aunque sean una dirección en la próxima administración.

Bien dicen que los estragos de la canícula son capaces de desquiciar a cualquiera, aunque reiteramos, para muchos políticos los efectos de la luna son solo pretextos, andan alucinados es su estado natural.

Pero bueno, lo cierto es que la canícula si hace estragos, convertir al más santo en diablo, será el calor, será el bochorno, el caso es que se despiertan los instintos y a muchos representan a la perfección el significado de “tiempo de perros”, rabiosamente buscan a sus presas para saciar sus deseos.

Mucho hay de cierto en ello, las estadísticas parecen comprobar que en ese periodo los ánimos se calientan, se da cuenta de mayor número de actos violentos, riñas, violaciones, maltratos y hasta desquiciamientos.

Aunque también hay certeza que los políticos son los más afectados por la luna, claro que también hay razones para decir que ellos no necesitan tiempos especiales para andar acalorados, en todos los sentidos, sus desquiciamientos por correr tras el poder y el presupuesto es todo el año, cada día, cada hora, cada minuto, e incluso cada segundo.

En fin, la situación es que estos días debido a la canícula son los más calientes del año y se advierte que tendremos temperaturas superiores a los 46 grados a la sombra.

Son en estos  tiempos de canícula cuando los termómetros marcan las temperaturas más altas y también se registra el mayor número de incidentes violentos, igual sube el porcentaje de encuentros amorosos, para las alucinaciones y apasionamientos políticos solo es pretexto, esas se dan en toda ocasión más en momentos de una elección o cambio de administración.

Se viven tiempo de perros, así dicen quienes se han dado a la tarea de investigar la expresión de canícula, la que se deriva de canes-perros y tiene un fundamento astrónomo, alude a la constelación de CAN MAYOR Y ORION que aparecía en el norte según los antiguos Romanos.

En Tamaulipas la canícula no tiene nombre, ni siquiera se puede comparar con tiempos de perros, todo está ardiente, y si, también es verdad las pasiones aumentan, las mentes se desquician, y que para muchos políticos es el estado perfecto, a la mayoría de ellos parece que siempre les afecta la canícula, peor en estos de decisión.

Rosa Elena González

Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10