En la vida y en la muerte
LO CLARO: La salud, es un derecho universal.
Una medida que, con buenos ojos aprecia la sociedad, es el dar cobertura total de atención a las damas que se encuentran en situación de cárcel.
El programa de detección oportuna de cáncer de mama en mujeres mayores de 40 años, llega a las internas del penal estatal de Altamira, en Tamaulipas.
Con el apoyo del Sistema DIF del mismo Estado, la aplicación de las mastografías que apoyan el combate a la incidencia del funesto mal, hacen posible su detección oportuna.
Una acción que garantiza –con dignificación de la salud- que la vida de la mujer sea considerada en su más alta estima.
LO CLAROSCURO. Este tema, es un poco más que sensible.
“Juro por Apolo, Esculapio, Higias y Panacea (…) no acceder a pretensiones que busquen la administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante (.); no llevar otro objetivo que el bien de los enfermos (.) y tener absoluto respeto por la vida humana, desde su concepción”. Es una breve cita al juramento hipocrático, al que atan su honor los médicos, en el ejercicio de su profesión.
El principal derecho que asiste al Estado, es concerniente precisamente al derecho a la vida. Donde éste debe garantizar –en la observación de los derechos humanos- a que sea respetada. Y limitar el actuar de los particulares para que ningún individuo, pueda privar de la vida a otro.
En contraparte, se ha manifestado como un derecho inalienable, el ponderar la dignificación y una práctica aceptada, la eutanasia o derecho a morir, en la consideración específica de cada caso.
Ahora bien. La longevidad del ser humano –al menos en México- gracias a la evolución médica y los fármacos que han permitido establecer nuevos estándares de vida promedio, que si bien no culminan en una calidad especial, pero sí en una considerable cantidad mayor a los 34 años que se vivían a inicios del siglo pasado, hoy mantienen ‘vivos’ a los mexicanos en escalas para hombres, cercanos a los 76.4 años.
Y a las mujeres en un par de años más (aseguran las ‘abusadas’ que toda mujer tiene derecho a 5 años de viudez).
Según los analistas, hoy ya nacen niños que tendrán la posibilidad de transitar sin mayores trastornos los cien años de existencia.
Con problemas de morbilidad y deficiencias de órganos… es no es lo relevante.
El caso es la extensión de la existencia.
¡Pues sí es relevante! Esta breve pausa, es por si ya estábamos en el terreno de lo aburrido.
Lo trascendente es que ya se legisla –se inducen leyes- en el sentido de enfatizar los derechos del ser humano. Para que aquél que no desee recibir tratamiento médico que le prolongue padecimientos crónicos como cáncer, diabetes y demás malestares que aquejan a la población; por su derecho a la vida y a la muerte, pueda cancelar el tratamiento a que debe acceder, como prevalencia de la vida.
Cada año, mueren en el mundo 850 millones de personas por causas renales (padecimiento de riñones) según la OMS.
México detecta un universo de 9 millones de pacientes renales, de los cuales, 130 mil reciben diálisis. Según el INEGI, la incidencia de fallecimientos alcanza la cifra de 12 mil personas en un año.
Somos el país número 12 del mundo en detentar este maldito padecimiento.
Los esfuerzos que realizan las autoridades para mantener con vida a este conglomerado de seres humanos, significan una erogación de 250 mil pesos anuales.
Y en medidas que dejarán la libertad a los que sufren los intensos embates del maligno invasor, los legisladores –empezaron en la antes asamblea de representantes del D.F.- determinan que cada persona, podrá ser libre mediante su estipulación de ‘voluntad anticipada’ de elegir si desea prolongar o no, su existencia terrenal.
Liberando a la autoridad y a los galenos, de todo mal y toda culpa.
Aunque se supone que los hospitales solicitan al paciente su autorización por escrito en el caso de cualquier procedimiento de salud.
Y que mediante el escrito responsable de personas adultas y en cabal uso de su raciocinio, puede aquél ‘darse de alta’ en contra de los tratamientos que le mantengan con vida, ya la legislación promueve este otro derecho humano, que le permite decidir al enfermo, si desea vivir… o no. Es su derecho a la salud y también a dejarse morir…
COLOFÓN: ¿Trump entraría en la categoría de cabal uso de raciocinio? Según él, ve “aviones con mexicanos” por todos lados… ¿no existe la eutanasia política aún?
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro
HECTOR ALEJANDRO DE ANDA CORTEZ
Colabora en medios impresos y en portales informativos electrónicos. La Columna Claroscuro se publica desde 2007
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Especialmente tocamos temas económicos y de política en general.
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