Para saber valorar el grado de importancia que tiene el lenguaje corporal  o la comunicación no verbal en nuestra vida diaria, debemos tener presente unos datos que van a ser de mucha utilidad para su debido desarrollo. Tenemos, por ejemplo, que de acuerdo a un programa de History Chanel pasado por You Tube relativo a este tema, nos indica que las palabras sólo influyen el 7% de lo que decimos, por lo que la comunicación no verbal influye en un 93%.

Por su parte el Dr. César Lozano, Director y consultor de la empresa Conferencias y Seminarios de Calidad, nos explica a través de su participación en un video por You Tube, que el 55% influye la comunicación no verbal cuando nos comunicamos, por lo que sólo influyen el 45% las palabras.

Otro dato nos lo proporciona Camilo Cruz, Presidente del Taller del Éxito, es consultor empresarial y conferencista internacional, quien nos aporta este dato: las palabras sólo influyen el 7% de lo que decimos, el 38% es para el mensaje vocal que tiene que ver cómo decimos las cocas, tiene que ver con el tono, con el volumen de voz, el énfasis que le demos a las palabras. El 55% restante lo ocupa la comunicación no verbal.

Esta información nos revela que el lenguaje corporal está muy por encima de las palabras por lo que nos podemos dar cuenta que pudiera no interesarnos la importancia de la comunicación corporal en un 55% ó 93% cuando conversamos; es decir, lo contrario a saber valorarla.

La comunicación no verbal no es precisamente cómo nos vestimos, sino qué dice nuestro cuerpo cuando estamos dialogando, la mirada, por ejemplo, la sonrisa, el largo del cabello, la postura, el tono de la voz, la distribución del tiempo y del espacio, incluso, hasta los objetos cuando los ponemos frente a nosotros en una conversación como, por ejemplo, una taza de café, la bolsa de mano, es una señal de timidez o resistencia.

El lenguaje de las manos muy socorrida por los políticos, por ejemplo: las manos abiertas hacia arriba indica confianza, aceptación.

¿Para qué nos es útil saber de este tema? Para comunicarnos mejor, para conducirnos con calidad, para saber que nuestro cuerpo también habla cuando nosotros estamos interactuando.

En el diplomado que acabamos de concluir apenas el día de ayer, viernes, donde estuvimos reunidos reporteros, periodistas, y comunicadores, incluso, estuvo un médico presente,  a través de dinámicas sobre entrevistas que realizamos nos dimos cuenta que cuando estamos entrevistando a alguien jugamos mucho con las manos, nos agarramos el rostro, tallamos las manos sobre las piernas, recurrimos constantemente a tocarnos la nariz como diciendo “sí, aquí la tengo”.

Sin embargo, la persona no sabe que nos está enviando una señal y no es precisamente sobre su nariz, sino algo relacionado con el engaño. En la medida que nos vamos preparando para dominar el lenguaje del cuerpo, vamos interactuando con mayor seguridad en nuestro trabajo y con quienes nos rodean.

Es fácil saber si una persona nos va a dar la oportunidad de sacar una buena entrevista o no, de la misma forma podemos saber si un amigo o amiga está dispuesta a escucharnos o a que se le pregunte por alguien. La mirada es de suma importancia en este proceso: no es recomendable para ninguno de los dos interlocutores estar volteando hacia otra parte, pues como aconseja Camilo Cruz “donde están tus ojos, está tu mente”.

La persona que tiende a estar volteando hacia otra parte durante el proceso del diálogo no es otra señal más que de no importarle lo que tú estás diciendo, así es que es mejor que interpretes esa señal y tomes una pronta decisión.

Para los reporteros y periodistas las señales corporales que emiten políticos o diputados es el pan de cada día, y ya por experiencia saben qué es lo que están comunicando aunque no hayan estudiado necesariamente el tema de la comunicación no verbal.

Los políticos y diputados son muy expresivos, con un saludo sabemos si está de buenas o de malas, si nos podemos acercar a ellos o simplemente “nos vemos en la siguiente sesión”. La mirada de un diputado es firme, es decisiva, es segura en el mensaje que está enviando. Un diputado por lo general siempre se muestra de buen humor.

El rostro comunica el estado de ánimo, por eso es importante la sonrisa en este proceso de lenguaje. Teresa Baró, experta en estos temas de lenguaje corporal y autora de los libros La gran guía del lenguaje no verbal, y Manual de la comunicación personal del éxito, nos aconseja saber controlar nuestro cuerpo, así como las emociones.

Una vez que ya hayamos estudiado y aprendido que nuestro cuerpo comunica un 55% ó 93% cuando conversamos, o decimos algo, debemos tener autocontrol porque hay personas muy intuitivas que rápido se dan cuenta qué decisiones deben tomar cuando alguien se les acerca.

Hay quienes les desagradan que una persona se les aproxime a menos de un metro de distancia, por lo que su cuerpo enseguida comienza a transmitir señales involuntarias a través de los brazos, de las piernas, de la mirada, de la postura, etc.

De la misma manera que nosotros podemos ser capaces de saber con qué intenciones se acerca una persona hacia nosotros, por la forma en que se mueve, por la frotación de las manos, por su postura, por acariciarse el rostro, por las manos en los bolsillos, etc.

Por otro lado, cuando nos dirigimos hacia un público en especial sale a flote el nerviosismo, las manos comienzan a transpirar, a moverse con inquietud; la expresión del rostro se torna en angustia y por tanto, llegamos a dar un mal espectáculo.

El nerviosismo siempre va a existir, lo importante es que nadie se dé por enterado.Recordemos que podemos controlar nuestro cuerpo así como nuestras emociones para poder ser capaces de comunicarnos con mejor calidad y mayor eficacia. Nos vemos pronto.

Mi correo electrónico: saritahdz73@hotmail.com

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.