La innegable realidad
En días recientes y mayoritariamente en las redes sociales, los usuarios de estas se han dado a la tarea de exponer con ingenio, creatividad y muchas veces pasándose en su ácida crítica, el resultado del comportamiento o forma de conducirse del ejecutivo nacional en su reciente visita al exterior para reunirse con los mandatarios de Canadá y Estados Unidos. Validas o no, la realidad es que por el contexto nacional, el hartazgo popular y el siempre doble filo de la idiosincrasia mexicana, es que las redes sociales se constituyen en un medio propicio para desahogar penas, frustraciones, endilgar culpas o simplemente ridiculizar. Aquella otrora envestidura presidencial parece gradualmente prescindir de ese mismo status.
Pero de esto podemos sacar varias conclusiones.
Primeramente sobre la necesidad de la continua preparación y la constante documentación sobre las temáticas esenciales que conciernen a nuestro desenvolvimiento como país tanto en el contexto nacional e internacional. Ello pareciera algo implícito al momento de ocupar ciertos puestos en este caso públicos, un requisito primordial como filtro o comprobante de que se hará un buen papel en el lugar asignado. Pero como todos sabemos, la innegable realidad de un país que en materia política incentiva más el compadrazgo y el nepotismo a la preparación y/o meritocracia, será siempre con resultados de esa índole. A los Investigadores les falta apoyo, los que estudian y se vuelven críticos constructivos del sistema, se les cierra las puertas.
Y esto causa que tengamos infinidad de casos de personas que increíblemente son postulados para “X” puesto y muchas veces no tienen ni idea de las funciones que en él desempeñaran pero peor aún, que no cuentan con la preparación necesaria. Desde no saber sobre el estado de derecho en estas épocas en que tanto se transgrede, hasta casos que de plano dan ya no risa sino vergüenza de tener un sistema que alienta la mediocridad.
Y para acabarla de amolar en lugar de buscar un cambio cualitativo preparándonos más, pareciera que nos estancamos en un navío de conformidad que nunca nos llevará a buen puerto.
Nunca generalizando pero estadísticamente hablando:
Si así como criticamos, leyéramos y nos documentáramos, otro país tendríamos. Recuerden que para exigir hay que primero demostrar, para criticar hay que primero ver nuestro reflejo en un espejo.
Y sí, en efecto tenemos un presidente no perfecto y que pifias a cometido pero eso no convierte a muchos en un Nicola Tesla o un Albert Einstein, como para apuntar dedos sin antes haber hecho un escrutinio de nuestros propios defectos. Pero como le pasaría a Condorito, ¡PLOP! ¿O que, ni esa tira cómica han leído?
Jorge Alonso Infante Alarcón
Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.
Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ