Los bélicos, Baltazar y el nuevo Priismo
En nuestro país, algo que sin duda es característico de nuestra idiosincrasia, es el ser burlescos, hasta de la muerte nos mofamos pero también muchas veces nos caracterizamos por la falta de coherencia en la manera de conducirnos. Actualmente aquí en Tamaulipas tras celebrarse los comicios y haberse dado paso a la alternancia, generó un júbilo en una gran parte de la población que a su vez vino acompañado de una oleada de críticas, burlas, denostaciones y otros tantos improperios dirigidos específicamente al PRI y a Baltazar Hinojosa Ochoa, candidato de este partido. ¿Qué era de esperarse? Siendo como somos, por su puesto ¿pero que sea correcto que abusen de ello? nunca.
Se afirma que el cambio era necesario pero muchos no actúan acorde con la racionalidad de ello y menos con la probidad requerida para generar un verdadero cambio cualitativo no solo para nuestro estado sino para nuestro país. Piensan que el triunfo electoral les da algún tipo de permisividad especial para denostar, un status de superioridad que finalmente solo termina demostrando la inferioridad de su raciocinio.
Cuando se ganó la medalla de oro en las olimpiadas en el futbol “todos eran México” pero cuando se perdió abrumadoramente ante Chile, “pinche selección mediocre”.
Supongamos que tú compitieras en un combate de karate y al final salieras vencido oficial y limpiamente, ¿te gustaría que todavía te siguieran pateando, que se te siguiera gritando, que la gente celebrara todo eso o que al final te escupieran la cara? Para los que son padres, supongamos que tu hijo formara parte de un equipo que llevaba 100 partidos invictos y acaparando siempre los campeonatos, ¿te gustaría que cuando viniera la derrota, el otro equipo en lugar de ser dignos ganadores humillaran a tu niño, aplaudirías eso, te daría mucha risa que hasta un meme quisieras afanosa y perversamente compartir?
Con esto no deslindo de su merecida culpa a aquellos que fueron participes en la conformación de un sistema que incentivó la soberbia y mucho menos a los que en rapacerías incurrieron, el PRI perdió por muchas cosas que debió cambiar o por la falta de integridad, pero eso no quiere decir que todos los priistas sean así y mucho menos pensar que es derivativo de solo ese partido, porque caramba, basta solo darle una repasada a las noticias y se pudiese formar un arcoíris de vergüenza con muchos casos de militantes representativos de las distintos colores y fuerzas políticas. La falta de decencia no nace por pertenecer a alguna agrupación, surge por la falta de valores arraigados del individuo que incurre en actos deleznables.
¿Que el PRI es lo que siempre en sus discursos se dice? claro que no, ¿qué Baltazar pudo haber hecho más para que el resultado hubiese sido diferente? ya lo admitió. El 5 de junio la gente con su voto habló y los errores o la indiferencia se pagaron con la derrota. Ahora, el ya salió a dar la cara con una postura reflexiva y autocrítica y a pesar de las burlas y el beligerante embate mediático de muchos que en su momento fueron parte de ese sistema o de la prensa que hace algunos meses extendía la mano para recibir y ahora con “aires de Pulitzer” critican; él está de pie y dispuesto a continuar dando la batalla por sus ideales y el partido al cual representa. Baltazar Hinojosa Ochoa no es mi amigo, pero lo respeto, estoy seguro que perfecto no es como nadie en este mundo, ¿que si tiene sus pecadillos? él sabrá. Lo que sí sé, es que él ha sido respetuoso y aunque teniéndose que retorcer por obviedad de sentimiento, ha sido digno en la derrota.
Y la dignidad tampoco es algo de colores sino algo de valores, muchos harían bien aprendiendo y/o actuando con mayor civilidad.
De mi parte como columnista y en este caso Priista de años, felicidades a los que ganaron, como a mis amigos panistas clara y sinceramente se los he expresado, espero y antepongan los intereses de nuestro estado y gran nación por encima de los particulares, como también que hayan aprendido de ejemplos de su propio pasado; y mientras así sea, tendrán un aliado en mi persona. Recordándoles que más vale que demuestren lo que tanto han pregonado y si no, aquí estaremos miles de tricolores dignos y representantes de una nueva generación, listos para retomar el estandarte y demostrar de una vez por todas lo que siempre debimos de haber demostrado, porque ya llegó el tiempo de los Priistas que creemos en el cambio con responsabilidad, como bien dijera el inolvidable Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Jorge Alonso Infante Alarcón
Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.
Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)
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