RTC, si no te hubieras ido
Han pasado los días, tal vez muchos, no sé cuántos, pero desde aquel 28 de Junio del 2010, que partiste de este mundo, por una mala jugada del destino; amigo entrañable, esperanza de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, cuánta enseñanza nos dejaste, pero sobre todo, un grato recuerdo en la mente y corazón de quienes tuvimos el honor de estar cerca de ti y muchos más que aún sin conocerte, lloraron tu partida.
Lamentablemente a estas fechas, no se sabe y creo que jamás se sabrá, quien lo hizo, pero seguro estoy que Dios se llevó un ángel, una persona amorosa, un padre ejemplar y mejor amigo, siempre te recordaré y te llevaré en mi corazón.
Si no te hubieras ido, la esperanza de los ciudadanos por un mejor Tamaulipas, jamás hubiese muerto, seguimos la enseñanza que siempre nos inculcaste al “poner todo nuestro esfuerzo y más” en cada una de las actividades que se han realizado, en las tareas que se nos han encomendado.
Si no te hubieras ido, seguramente la historia de Tamaulipas sería diferente, porque con humildad conociste cada rincón de esta entidad vibrante y pujante, las necesidades de la sociedad, recorriste poblado a poblado para constatar las condiciones de vida, las demandas de la población, es más, fuiste tan sensible hasta descubrir lo que hacía feliz a las personas que se te acercaban.
Razones, hay muchas para recordarte como un hombre de bien, trabajador, honesto, pero sobre todo de gran corazón y como lo dijera una vez el Gobernador Egidio Torre Cantú: “lo hemos hecho por ti, hemos puesto el entusiasmo, las ganas, todo el amor en cada una de las cosas que hemos hecho por el bien de Tamaulipas y su gente”.
A unos meses de que que concluya esta administración, me siento satisfecho de deber cumplido, por haber puesto en práctica cada una de las cosas que aprendí a tu lado amigo, habrá cosas y hechos que escaparon de mis manos, y no pude, aunque quisiera resolverlos, pero debo decirte que siempre actué de buena fe, tratando de ayudar a los demás.
“La vida es solo una, la actividad en la administración pública se hizo para hacer amigos, es el mejor tiempo o momento de servir a los demás, con la mejor de las intenciones, con el propósito de la igualdad y oportunidades para todos”, solías decirlo y créeme que lo puse en práctica.
Te confieso que es cierto, en política, los amigos en su gran mayoría son de mentiras, pero los enemigos son de verdad, lo mejor de todo he aprendido mucho en esta carrera que empecé contigo y que concluye en unos meses más, después, después… Dios dirá, porque la satisfacción de haber hecho las cosas bien, nadie me las quita.
No hay interés de la autoridad, por saber quién acabó con tu vida, no existe la más mínima intención tampoco de saber porque lo hicieron; pero lo que sí hay, es mucho corazón en los tamaulipecos que te recuerdan día a día, y sobre todo, un buen recuerdo que perdurará por siempre y para siempre en los que estuvimos a tu lado.
Hay muchos a los que les duele que presumamos de ser tus amigos, pero eso, es lo de menos simplemente no me importa, porque lo que hago, en mi caso, de corazón; viví y sentí la experiencia de estar cerca de un gran ser humano, que dio lo mejor de sí, sin pedir nada a cambio, eso no tiene precio y tiene todo mi reconocimiento.
A seis años de tu partida, solo me queda decirte gracias, muchas gracias Rodolfo Torre Cantú por tu enseñanza, por tu amor a los demás, por haber cambiado mi vida, por orientarme para formar una gran familia, pero sobre todo de darme la oportunidad de servir y demostrarme que puedo.
Gracias, por permitirme disfrutar cada momento de mi vida en la función pública, de aportar lo poco o mucho de mi capacidad para hacer las cosas bien, de ayudar a mis semejantes, también a cambiar la vida de sus familias, pero sobre todo, gracias a Dios por darme la oportunidad haberte conocido, de caminar seis años al lado de tu hermano y gobernador Egidio Torre Cantú, con quien estoy infinitamente agradecido por su incondicional apoyo y todas sus atenciones que he recibido en estos seis años.
Al Doctor Egidio Torre López, a la señora Beba, a Rodolfo Jr., a Pao y Beba, mi agradecimiento infinito. A ti, mi palabra, amigo, de que el día de mi partida, lo primero que haré es pedir perdón a quienes ofendí y amé para poder buscarte, y junto con los míos, estar de nuevo cerca de ti, para escribir una nueva historia.
José Luis Castillo Gutiérrez
Es licenciado en Derecho
Reportero y colaborador de diversos medios entre ellos la verdad de Tamaulipas, El Tiempo de Mante, grupo Radiorama y diferentes medios digitales del Estado.
Fue jefe de prensa en el PRI municipal Victoria, coordinador de Prensa en la dirección del CERESO de Victoria, coordinador de prensa en campañas políticas y también titular de prensa en la Secretaría de Salud.
También fue Jefe de Comunicación Social del Congreso del Estado de Tamaulipas
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