Les propongo algo….
Ante la no predictibilidad de la vida, muchas veces estamos expuestos a reaccionar de formas no razonadas, guiados por nuestros instintos o por espontáneas acciones que develan nuestra personalidad o que son un reflejo del ámbito en el que crecimos. Ahora que tristemente vemos mucha violencia no solo en nuestro estado y país sino en muchas partes del mundo, deberíamos tomarnos nuestro tiempo para incentivar más momentos de reflexión para de esa manera evaluar nuestro papel y/o rol de vida tanto de manera personal como colectiva. El ser animales instintivos quizá lo traigamos por naturaleza pero el ser inflexibles, violentos, corruptos, etc. son cosas que se aprenden y se realizan con previo análisis situacional.
Nunca será condonado decir cosas como: “yo esquilmo el erario por que los demás lo hacen, así son las cosas, son unos degenerados anti natura”. En Orlando Florida recién vimos un episodio trágico en donde tristemente fueron asesinados y heridos decenas de personas por un ser misógino, reprimido sexual o por lo que gusten y manden pero fue un acto por demás atroz. En nuestro estado diariamente escuchamos noticias que pasan de lo trágico a lo horrífico, en Oaxaca, una cruenta disputa controversial y así me pudiera ir enumerando muchos sucesos en donde impera la violencia y falta de raciocinio en lugar de la civilidad. ¿Por qué seguimos siendo así?
¿A caso no está demostrado que la violencia solo genera violencia, que el preferir discutir en lugar de dirimir nunca lleva a cosas buenas? Como diría el buen Héctor Suarez ¿Que nos pasa? ¡Que carajos nos pasa gente!
Así como dedicamos tiempo a convivir, ver la tele, tomarse unos tragos, trabajar, entre otras tantas cosas, deberíamos tomarnos nuestro tiempo para analizar cada quien y más a los que les aflora lo bélico, en que momento de nuestras vidas fue que tuvimos un punto de inflexión y pasamos de ser seres con una nata inocencia a entes capaces de violentar al prójimo. ¿Qué es lo que nos hace desviar de conductas morales a acciones deplorables?
En la vida nadie es perfecto pero todos somos seres perfectibles.
Por eso les propongo algo que pareciera tan sencillo pero que por sencillo que suene muchas veces no se hace. En nuestro diario hacer, propongo intenten tomarse unos minutos y emprender un ejercicio interno de análisis reflexivo, unos instantes en donde despejen la mente de todos las preocupaciones y den paso para escuchar a su conciencia. Y una vez habiendo hecho eso, verdaderamente emitir un dictamen propio de nuestro accionar. No es pérdida de tiempo y todos tenemos al menos 10 minutos que en lugar de andar perdidos en las redes sociales, viendo la tele o simplemente echando flojera, pudiéramos utilizarlos para realizar una autoevaluación sincera.
En Estados Unidos en cuestión del cuidado alimenticio tienen un dicho conocido que dice; “Eres lo que comes” (You are what you eat) y esto hace una sencilla referencia o aduce a lo que en nuestras vidas somos todos, no solo en el cuidado personal sino en nuestro diario actuar. Si un hombre o mujer le pega a su hijo no es porque se lo merecía, es porque esa persona no fue capaz de controlarse y desahoga no solo su enojo sino sus frustraciones en alguien más por no admitir que es ella o él, es el del problema.
Sí, un buen chanclaso a veces no está demás para poner en cintura al travieso, pero lo que siempre estará de sobra es el crear patrones emocionales que solo alimenten los complejos de las personas. ¿A quién le gusta que le peguen? entonces por qué hacerlo tú. Es por tu bien dicen, en lugar de decir que es por el mal manejo de mis emociones y la falta de autocontrol. El que cuerpo tonificado tiene no es porque es un afortunado o por herencia, es porque él se esmeró para que así fuese, con trabajo y esfuerzo para lograrlo. Igual con nuestras emociones, aquel que con calma reacciona y aun en momentos difíciles opta por una resolución pacífica en lugar de despotricar, es porque ejercitó su mente, su espíritu y su conciencia. Como bien comentó el Dalai Lama:
“La felicidad no es algo ya hecho, viene de tus propias acciones”
Hoy, mi hermano lector de esta columna, te propongo la empatía por encima de la anarquía, la amistad en lugar de la enemistad, el amor, respeto y hermandad para superar cualquier adversidad.
¿Cómo vez, aceptas la propuesta?
Jorge Alonso Infante Alarcón
Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.
Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)
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