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La importancia del Colegio de Abogados

Por: Ricardo Hernández El Día Miercoles 15 de Junio del 2016 a las 09:09

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Juan Carlos Soto García nació en ciudad Victoria, Tamaulipas el 26 de septiembre de 1974. Es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Tamaulipas, con estudios de Posgrado en Derecho Laboral, es Diplomado en Derecho Contractual Comparado por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Campus Victoria, Tamaulipas; pertenece a la Mesa Directiva del Colegio de Abogados de Ciudad Victoria, Tamaulipas, A.C. donde ha ocupado el cargo de Secretario, Vicepresidente. 

Actualmente funge como Primer Vocal; fue Secretario y posteriormente Presidente de la Academia de Derecho del ICEST, A.C., Campus Victoria en los años 2004 y 2005, ha sido Catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Tamaulipas Campus Victoria, Catedrático en el ICEST, Campus Victoria del 2002 al 2012. En lo profesional ha ejercido como Postulante en las Materias de Derecho Civil, Familiar, Mercantil, Defensa Legal en adeudos Bancarios, Laboral, Penal, Administrativo y Agrario.

Ha Impartido a Nivel Licenciatura entre otras, la Materia de Derecho Constitucional I y II; la Materia de Garantías Individuales; Derecho Laboral I y II; Introducción al Estudio del Derecho; Derecho Procesal Laboral; así como la Materia de Derecho Internacional Privado II. Es especialista en la Materia de Justicia Penal y Juicios Orales en México, así como en el Sistema de Justicia para Adolescentes. Fungió como Defensor Público Estatal del 2006 al 2014, en la Sala de Justicia para Adolescentes y después en la Unidad de Juicios Orales del Nuevo Sistema. 

Cuenta con Especialidad en Justicia para Adolescentes otorgada por el Instituto de la Judicatura Federal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como Certificación otorgada en 2006 en la materia de Justicia para Adolescentes por el Gobierno de Tamaulipas. Relativo a la Justicia Penal y la Implementación de los Juicios Orales en México, acreditó el Diplomado en Juicio Oral impartido por el Supremo Tribunal de Justicia en Tamaulipas en 2009, asistió al Seminario sobre Juicios Orales en Materia Penal del 2 al 25 de Marzo de 2010 en la Casa de la Cultura Jurídica en Victoria, Tamaulipas, es Certificado como “Diplomado En Nuevo Proceso Penal Acusatorio y Oral” por la CONATRIB con Certificación Núm. 91,664.

Acreditó el “Diplomado y Talleres sobre Juicio Oral Verano de 2011” convocado por la SETEC Tamaulipas, así también el Curso Taller de Técnicas de Litigación impartido por la Firma Legal “Félix Cárdenas y Asoc.”, es Certificado como Docente en el Nuevo Sistema de Justicia Penal con vigencia al año 2016 por la Secretaría Técnica de la Secretaría de Gobernación, así también es Certificado como “Formador de Formadores” en la Defensa Penal por la SETEC, avalado por USAID México.

Es Egresado de la “Especialidad en Sistema Penal Acusatorio y Oral” Generación 2012-2013 por el Instituto Nacional de Ciencias Penales recibiendo el Certificado de Estudios con Folio Número 1144; formó parte de la Procuraduría General de Justicia en el Estado de Tamaulipas y actualmente es Socio de la Firma Legal “PVM, Asesores Legales, S.A. de C.V.” firma especializada en Juicios Laborales, Burocráticos y Administrativos.

Actividades recientes en el Colegio: En Marzo de 2014 participa como Instructor en el Taller “Juicios Orales, Técnicas de Litigación en Defensores” dirigido al Foro Litigante en Cd. Victoria, en Septiembre de 2014 en el marco del Foro y Mesas de Trabajo en contra de la Violencia contra las Mujeres presenta a nombre del Colegio una Ponencia sobre el Concepto “Fraude Familiar”.

En Octubre de 2014 participa en la Asamblea Ordinaria del Colegio con el Tema “Técnicas de Litigación para los Defensores en el Nuevo Sistema”, en Octubre de 2015 participa en la Asamblea Ordinaria del Colegio con el Tema “Principios del Derecho Administrativo Laboral”, en Diciembre de 2015 es electo como Presidente de la Directiva para el periodo 2016-2017.

Entrevista

(Entrevista realizada en el mes de mayo del 2016)

Cuéntanos un poco de tu vida personal o familiar, Juan Carlos. ¿Cómo fue tu formación?

Nací aquí en ciudad Victoria, aquí me formé, aquí estudié desde Kínder, primaria, secundaria, preparatoria y desde luego, la Universidad. Soy casado con una mujer victorense, tengo  un hijo, tiene 18 años de edad. Me formé en una familia muy tradicional. En este caso mi papá es originario de San Carlos, ya falleció, pero parte de mi formación como persona, de mi identidad, la raíz de mi familia es de San Carlos.

Desde luego también en el caso de mi mamá es de aquí, de ciudad Victoria, un poco más conservador, más tradicionalista, también como parte de mi formación, bueno apegado a la iglesia, y mucho de reuniones familiares, de la convivencia muy cercana con la abuela, con el tío. Fui deportista, me gustaba mucho el futbol americano, me lesionaron jugando futbol americano; voleibol, softbol. Me gustaba mucho el deporte. 25 años de mi vida  los pasé en el pentatlón militarizado, lo cual también fue parte de mi formación.

La disciplina militar y el amor por el deporte, desde luego. Y bueno entender en el caso de lo que era el deber, la disciplina  me llevó a muchas cosas, uno de ellos a entender que en la vida debe haber un orden, y precisamente deseando encontrar el orden en las cosas me fui inclinando sobre las cuestiones de humanidades, del Derecho.

Uno de mis tíos era un abogado muy famoso aquí en Victoria, Presidente de una Junta de Conciliación, a quien le pedí el consejo que si me recomendaba ser abogado, me dijo: “Si tienes el deseo de estudiar y aprender constantemente, éntrale, porque el Derecho es de transformación cotidiana, día a día”.

Fue así que decido entrar a estudiar Derecho, tuve la oportunidad de combinar la teoría con la práctica. Por la mañana trabajaba en un bufete de abogados, además de que eran mis amigos, eran muy buenos abogados y eso lo combinaba con la cuestión teórica en la Universidad. Me daba la oportunidad de presentar ejemplos de la vida real allá, además de estar aplicando las cuestiones teóricas en la práctica y eso me llevaba a una evolución muy acelerada, me dio la posibilidad de combinar esas dos cosas y crearme en la conciencia una realidad; es decir, no sólo lo que viene en los libros, que a lo mejor pudiera ser anticuado, de Derecho Comparado de otro país, sino ya trasladarlo a la práctica.

Les compartía a su vez  en la Universidad, a mis compañeros, a mis catedráticos, eso me dio la posibilidad de aprender como dicen en un 200%. No tuve el infortunio de tener que aprender después de egresado, porque muchos dicen “es que el abogado se hace en la práctica”, tal vez sea así.

Tuve la oportunidad de estudiar y practicar al mismo tiempo, entonces quiere decir que me formé al mismo tiempo cuando estudiaba. Cuando termino la carrera ya llevaba las dos cosas; quizá no tanta experiencia, pero si tenía mis cinco años de la Universidad practicando y estudiando y medio eso un panorama más amplio, me dio el deseo de seguir estudiando  los pos grados, estudiando las maestrías del Derecho del trabajo, la especialidad, el diplomado, con la misma mecánica: lo que iba aprendiendo en la cuestión teórica, en la Universidad lo llevaba a la práctica, y esos ejemplos prácticos los compartía en el aula, en la academia.

Eso generó en mí un amor muy fuerte por la academia del Derecho,  el deseo de crecer mi conocimiento y a su vez compartirlo. Eso me llevó también en su oportunidad de ser catedrático universitario, tanto en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, que es mi alma mater, como en el ICEST, campus Victoria donde aprendí muchísimo sobre técnicas y métodos pedagógicos, que a su vez me ha servido porque en un futuro me formé como capacitador de abogados.

Toda esa experiencia acumulada como instructor en el pentatlón durante muchos años, y después como catedrático en las Universidades, me dio la facilidad de ser un capacitador para los demás abogados. Como digo, soy casado, me gusta convivir con mi familia, con mis hermanos; me gusta mucho el campo.

Encuentro en el campo la paz que a veces no encuentra uno acá en la ciudad, lo digo de esta manera porque como abogado nuestro trabajo es las luchas, los litigios, el debate, la confrontación de un interés con otro, tienes tus clientes que se enfrentan con otras personas, o a veces el gobernado con el servicio público en algunas cuestiones administrativas, cotidianamente estamos en conflicto, y yo voy al campo a encontrar la paz, eso me genera un estado de tranquilidad y de recargar pilas, como dicen algunos, para regresar acá a la ciudad y seguirle echando ganas.

El hecho de que te vayas al campo ¿sería como un retiro espiritual?

De alguna manera a lo mejor sí. Aprendí mucho las cuestiones ideológicas en el pentatlón, además mi formación como pensador liberal me lleva a eso. En realidad hay un orden universal, donde como una espacie de péndulo a veces estamos en un estado de mucha energía y adrenalina; tenemos que encontrar la calma; después del caos viene el orden, dicen por ahí,  y a lo mejor a través del movimiento cotidiano, del universo, de la sociedad, se vuelve a generar otra vez la turbulencia, pero siempre debemos encontrar la calma para estar en ese proceso universal y permanente del caos y el orden, me refiero a las cuestiones de estrés emocional.

Creo que los tiempos se van modernizando, no me puedo imaginar un abogado de principios del siglo pasado con un abogado de los años 40, luego de los años 90. No podemos creer que con las mismas formas como se preparaban los abogados de aquéllas épocas lo vayan a hacer los jóvenes en la actualidad.

Es muy sencillo: antes no había computadoras, no había internet, no había Tablet, ahora se puede tener información concentrada, es rápido en el acceso. Para nosotros leer una jurisprudencia teníamos que ir a la biblioteca, y la jurisprudencia a lo mejor ya tenía un año, y era obsoleta, no sabíamos cómo estaban los criterios de la Corte.

En la actualidad una tesis sale en la mañana y al día siguiente está publicada en internet. Un joven que está estudiando ajeno a la ciencia y tecnología, estaría en desventaja con los que sí lo están. Además de toda esa parte espiritual-dogmática donde debemos aprender lo que es la justicia, adquirir conciencia de lo que es el deber, el Derecho y el orden social. Ahora los jóvenes tienen que aprender mucho de tecnología, de la aplicación de métodos, de técnicas de aprendizaje, de comunicación en redes.

Decíamos antes los abogados “bueno es que no hay mejor recomendación que de boca en boca”. Esto es un método de publicidad efectivo, ahora puedes utilizar la página de internet, las redes sociales, el WhatsApp, para dar a conocer tus servicios, y eso a su vez genera atracción de clientes, y esos clientes a su vez te recomiendan.

Es una apertura grande del conocimiento. Considero que un joven que está estudiando la carrera de Derecho debe combinar las cuestiones teóricas con las practicas, pero además deben aplicar ya todos los avances tecnológicos a favor de su desarrollo profesional.

Las investigaciones que realizan, los trabajos que hacen de comparar resultados, buscar ejecutorias de  la Corte recientes, cuáles son los criterios de las Cortes Americana e Internacional, ya todo eso lo tienen al alcance de la mano, eso fortalece desde luego, los argumentos, y eso los va a llevar a ser efectivos en los juicios y  repercute en un buen servicio a sus clientes.

Al final de cuentas es un  proyecto de vida, habrá tiempo después para divertirse, habrá tiempo después para convivir con los cuates, pero ahorita –como dicen los profesionales del deporte-: “yo me divertiré después, ahorita soy jugador profesional”.

Juan Carlos ¿qué va a suceder con los abogados que no se capacitan, que están formados a la vieja usanza?

Mencionaba yo hace un momento que es muy importante la formación que traes desde la niñez. Tuve la fortuna de que mi padre fue un ser muy amoroso, pero estricto. En el caso de mis familiares por parte de mi mamá fueron muy apegados a la religión con cierto orden moral, eso es importante; la disciplina que me dio en este caso una formación militarizada al formar parte del pentatlón durante 25 años.

En lo personal asumí qué era lo que quería para mi futuro. Quería ser un buen abogado,  de los mejores abogados, que en donde me sentara -ya fuera como docente investigador, abogado litigante, servidor público, catedrático universitario-, tener la visión siempre de que quiero ser el mejor en el puesto que me desempeño.

Creo que es importante que se asuma que lo que uno quiere es prepararse un camino hacia el futuro. La persona que no piensa en ser el mejor, pues no piensa en actualizarse, no piensa en capacitarse, piensa en pasar la materia con seis. Sé que lo más importante no es el diez en la calificación, pero tampoco es el conformismo. Tenemos que estar actualizados.

Ahora: si quiero ser el mejor abogado y estar a la vanguardia, tengo que estar al pendiente de las reformas, tengo que estar al pendiente de los criterios de los tribunales, de lo que se va dando como sentir social y que se incorpora en las leyes. Es una cuestión de actitud: asumir que para ser bueno, o para desarrollarse como persona hay que esforzarse y hay que leer, hay que estudiar, hay que darle otra repasada, eso es lo que hace la diferencia entre aquellos abogados que como no tienen tal vez un conocimiento sólido, no tienen una preparación suficiente como para ganar con justicia y apegado al Derecho, pues tal vez acudían ,antes, a ese tipo de conductas, de que lo que importa es que gane, de que el fin justifica los medios.

No, no, aquí no se vale, porque estamos hablando de justicia, y cuando una persona gana significa que el otro pierde y tal vez aquél está perdiendo con trampas. Ahora, por cuanto hace a la capacitación, efectivamente, esto debe ser permanente. En lo personal creo que he dejado de estudiar poco tiempo, desde que salí de la Universidad.

Es como un deportista: si un deportista deja de hacer ejercicio, pierde las capacidades que tiene; es decir, si antes corrías diez kilómetros y dejas de hacerlo, cuando corras en un futuro te vas a cansar. Hay posibilidades para estudiar, hay cursos gratuitos, algunos cuestan y son accesibles, algunos son más costosos porque la persona se esforzó un poquito más  y desde luego valora su esfuerzo, pero posibilidades de actualizarse las hay.

Con todas esas posibilidades, insisto,  difícilmente te vas a querer corromper porque tú vas a ganar con la justicia, y cuando alguien te aplique mal las reglas y pretenda hacer trampa, hay mecanismos para ganarle y tumbarle esas trampas.

¿Cuál es la importancia del papel que juega un abogado en la sociedad?

Bueno, se decía hace muchos años y no debe perderse de vista esa idea: los abogados somos como un péndulo, somos como una balanza que busca el equilibrio entre la sociedad. A veces por ignorancia le quitan la casa a una persona porque alguien es más fuerte que otro, por debilidad, se aprovechan de esa persona.

Nosotros como abogados, los que encontramos en esa herramienta que son las leyes, somos –en algunos casos nos dicen los guerreros, los héroes de la justicia-, también en ocasiones nos dicen villanos. Así como el médico busca la salud de las personas, nosotros buscamos la salud de la sociedad, que no haya conflictos.

Un conflicto a su vez genera otro conflicto. Nosotros primero debemos informar a las personas cuáles son sus derechos, porque tampoco se trata de pelear lo que no debe pelearse, pero sí informar sobre cuáles son sus derechos y como puede acceder a la justicia a través de las autoridades y a su vez ejercemos el derecho de las personas ante las autoridades.

Cuando existen los elementos para ganar se ganan los juicios, o cuando existen los elementos para lograr una conciliación o una mediación pues también solucionamos el conflicto, al final de cuentas lo que queremos nosotros es sanar a la sociedad para que no haya enconos o no haya conflictos.

No sería lógico pedir paz y seguridad para una sociedad cuando nosotros mismos nos peleamos con el vecino, nos peleamos con la familia. Nosotros buscamos como abogados generar una tranquilidad en las personas  a través de la aplicación del Derecho, cuando haya necesidad de acudir ante las autoridades para representarlos y así lograr la paz social.

Actualmente tienes el cargo de Presidente del Colegio de Abogados de ciudad Victoria, Tamaulipas A.C. Explícanos un poco acerca de las funciones que realizas.

Entré al Colegio de Abogados casi recién titulado, allá por el año 2000, entré precisamente porque como lo comentaba hace un momento, me gustaba mucho lo académico, me gustaba mucho andar en conferencias, me gustaba andar en todas partes, porque amo mi profesión y ahí tuve la oportunidad de asistir a las asambleas de este Colegio de Abogados.

Cuando se hacían las ponencias o las presentaciones de los conferencistas, o de los tópicos dentro de las asambleas, pues yo opinaba ¿verdad? Y les llamaba la atención que siendo estudiante o prácticamente recién egresado de la Facultad de Derecho, emitiera opiniones, no me quedaba callado, porque para esos son los foros; además procuraba ser aportaciones valiosas o por lo menos que se escuchara mi opinión que consideraba válida en ese momento.

Cuando presento mi examen profesional y recibo mi título y cédula, de inmediato recibo la invitación para incorporarme al Colegio. El licenciado Arturo Alvizo Martínez (gran amigo mío ya falleció), él me dijo “súmate, necesitamos jóvenes como tú”, yo era joven en ese entonces.

Entramos una generación de chavos, por decirlo así, con muchas ganas de estudiar, de aprender, de compartir conocimiento y además como recién egresado buscas fortalecer tus relaciones públicas. Encontré una cuna de amigos, de grandes amigos en el Colegio de abogados, de quienes he aprendido, aprendí y seguiré aprendiendo muchas cosas: trabajar en el Colegio, en las brigadas, en las actividades de labor social cuando íbamos a las colonias a orientar a las personas por una cuestión económica en desventaja, después ayudar a las personas de la tercera edad; en fin.

Andábamos ayudando a muchas personas, eso me dio cierta sensibilidad con la sociedad. De alguna manera gané la estimación y cariño de muchos de mis compañeros del Colegio. Cuando presto mi servicio como servidor público en un puesto de confianza, estaba imposibilitado para ser Presidente del Colegio y así pasaron dos o tres administraciones hasta que en esta ocasión -no estando en el servicio público-, se me ofrece la oportunidad de ser Presidente del Colegio.

Me postulo y desde luego pues busco el apoyo de mis compañeros. Me favoreció la mayoría. Hubo otras personas que se interesaron, grandes amigos del Colegio, los cuales no ganaron en esta elección; sin embargo, todos nos sumamos al final de cuentas para trabajar por el colegio. Creo que mi amor por el Colegio, mi pasión por trabajar con el Colegio, por la academia y el desarrollo de mis compañeros, fue lo que me llevó a la presidencia.

¿Cuál es la función del Colegio o qué finalidad persigue dentro de la sociedad?

Lo principal que hace el Colegio de Abogados es vigilar o custodiar la percepción que tiene la sociedad de nuestro gremio. Por eso nosotros buscamos el desarrollo permanente, la capacitación para brindar un buen servicio, cuidamos que nuestra conducta sea buena para que la sociedad entienda que los abogados no somos los villanos.

Hace un momento me refería al concepto de que nos consideran malos o corruptos y a lo mejor algunos en su época tuvieron la culpa de que nos tengan considerados así. Una de las funciones del Colegio es dignificar  la figura del abogado, darnos a conocer de manera pública y abierta, ahora ya tenemos hasta página de internet, espacios en Facebook, que nos vean que somos gente que nos dedicamos a hacer cosas buenas.

En lo personal, como Colegio, el desarrollo de cada uno de nosotros. Buscar la manera de acceder a cursos, buscar la manera de modernizarnos en el conocimiento del Derecho. Insisto, ver al Colegio como algo que si formas parte de él te compromete a una buena conducta en la sociedad, te compromete a estar actualizado.

No cualquiera entra al Colegio y si lo consigues entras a una especie como de engranaje, donde todos queremos aprender, todos queremos ser buenos, quien va entrando se suma a esa corriente, a esa vertiente de querer ser mejores, queremos que se refleje en la sociedad.

Los que son servidores públicos y que están en el Colegio cuidan su conducta, su reputación; quienes son catedrático se cuidan mucho porque detrás de ellos saben que hay un grupo de abogados que es el Colegio y cuidan mucho su imagen. Nosotros como abogados litigantes o postulantes, cuidamos mucho nuestra imagen, porque nos daría vergüenza que por culpa de una mala conducta de nosotros, tachen al Colegio y  a su vez a nuestros compañeros.

En gran medida el Colegio busca fortalecer en lo individual a los abogados y fortalecer la imagen como abogados que tenemos como gremio ante la sociedad y desde luego ser una voz también. En su momento se nos pide una opinión por parte de la Universidad para planes académicos y planes de estudio y participamos en ello.

A veces las autoridades legislativas buscan de nosotros una opinión para un proyecto de reforma, por una nueva ley, con todo gusto lo hacemos y a veces el gobierno en sus diferentes niveles acude a nosotros para ver un punto de vista de los abogados o cómo está la sociedad en su momento para tomar alguna decisión en una política.

¿Cómo se prepara el Colegio de abogados para el Nuevo Sistema de Justicia Penal en Tamaulipas?

Lo que estamos haciendo sobre todo es buscar, tocar puertas para acceder a los cursos y las capacitaciones que están dando las autoridades sobre todo procuraduría, defensoría pública, el gobierno, el Congreso. Tocamos la puerta y pedimos espacio para nuestros asociados.

Quienes se interesan en los cursos, quienes tienen interés en capacitarse nos lo hacen saber a nosotros y buscamos la manera de que, de manera equitativa, distribuir a los integrantes del Colegio en esos diferentes cursos.

Cuando es un curso inicial de conocimientos de arranque, buscamos aquellos que tienen poca formación y cuando ya son cursos avanzados sobre técnicas ya más profundas, procuramos buscar a los que tienen más experiencia para que se aprovechen esos espacios. También lo que hacemos nosotros a través de nuestro espacio en Facebook, es compartir cuando hay cursos en red o cursos a distancia.

Se acaba de iniciar uno en el Estado de Guerrero que fue abierto al foro litigante; nos encargamos de difundir nosotros con nuestros asociados. Aquellos que así decidieron, se inscribieron. La ventaja de estos cursos gratuitos es que no les cuesta, salvo el tiempo que tienen que aplicarse, y a lo mejor algún libro que tienen que adquirir.

Es lo que hacemos nosotros en cuanto a eso. Y en nuestras asambleas estamos procurando además de darles información para los cursos, hay que  invitar a ponentes que nos regalen un poco de su conocimiento, ya sean operadores de seguridad pública, de la Procuraduría, tribunales, defensores o capacitadores en estricto sentido, para generar en nuestros integrantes ese deseo de aprender.

Tenemos en puerta más ponencias o conferencias en nuestras asambleas relacionadas, sobre todo, con juicios orales y principalmente en la investigación; es decir, la búsqueda de indicios, las entrevistas con los testigos, ofendidos, etc. Porque eso nos da un panorama de cómo se va a llevar la investigación; sobre todo, insisto, que nos inyecte ese deseo por querer aprender más.

¿Consideras que la mayoría de los abogados han aceptado trabajar con el Nuevo Sistema de Justicia?

Más que aceptación, asumir que ya viene. Entra en el mes de junio de este año, estamos a días de que entre en vigor para todos los delitos en todos los municipios del Estado. Los que se retardaron un poco en decidirse, los que se esperaron al final, pues ahora tendrán que hacerlo en una capacitación a marchas forzadas.

Al final de cuentas tendrán que capacitarse o, como lo he dicho en otros lugares, simplemente si no te quieres capacitar no pasa nada, pero tendrás que dedicarte a otra área. La ventaja es que el Derecho es grandísimo, hay agrario, administrativo, laboral, civil, familiar, mercantil, corporativo, etc.

También hay actividades académicas, de servicio público, pero si te vas a dedicar al Derecho Penal, al Derecho en el Nuevo Sistema Acusatorio, la única forma es capacitarse. Y aquí como todo queda grabado, como todo es público, te tienes que capacitar ¡excelentemente bien! -Valga la frase-,  porque si no, como el mar que avienta los residuos hacia afuera, así es el Nuevo Sistema.

Seremos los que nos capacitemos quienes podamos prestar ese servicio. Ya entra en Tamaulipas, ya entra en los delitos de acto impacto, ya no sólo son choques, no sólo son alimentos, ya no son cuestiones que se puedan solucionar fácilmente, ya vamos a entrar también con los delitos más impactantes a la sociedad y eso requiere desde luego abogados más capacitados, abogados de alto nivel de preparación.

Mensaje

Capacitarnos. Nos decía uno de los capacitadores más avanzados o de más alto nivel a nivel nacional “lo único que lleva a un abogado a ser un excelente abogado en el Nuevo Sistema de Justicia, es una frase que se resume en tres palabras: “PREPARACIÓN, PREPARACIÓN, PREPARACIÓN.”

Es lo único que nos puede llevar a ser buenos abogados. Mi invitación para mis abogados colegas, mis abogadas colegas,  es que se preparen, que no echen a bolsa rota la posibilidad de capacitarse. Si hay capacitación gratuita aprovechémosla y si hay que invertir también en capacitación tenemos que hacerlo.

 

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.

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