Margarita Zavala, Josefina Vázquez, Santiago Creel, Héctor Anaya, Vicente Fox y otros próceres conspicuos de la derecha mexicana han comenzado a hacer “las cuentas de la lechera” calculando que en el 2018 podrían arrebatar la presidencia de la república al partido tricolor cuyos dirigentes encabezados por Manlio Fabio Beltrones musitan letanías y cantan alabanzas luego de que las masas descontroladas e iracundas les arrebataran suculentas gubernaturas; ironías de la vida; fue un sonorense (Plutarco Elías Calles) el fundador del antiguo PRI y es su paisano (Don Beltrone) el que comienza a enterrarlo.

Habrá que recordarles a los líderes e ideólogos del PAN que todos los partidos políticos actuales con registro nacional funcionan en base a la más rancia cultura priista ya que hay mucha movilidad de unas siglas a otras; ejemplos sobran, van algunos: el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador fue formado en el tricolor, lo mismo que otros opositores como Cuauhtémoc Cárdenas; uno dirige ahora MORENA y el otro fue presidente del PRD, pero hay varios de los gobernadores “panistas” electos que tienen el ombligo enterrado en el PRI como son el jarocho Miguel Ángel Yunes y el quintanarroense  Carlos Joaquín González.

Parte fundamental de la vieja cultura del PRI es favorecer a los poderosos por sobre todas las cosas y esa tendencia se profundizará en las entidades neopanistas porque, como se habrán dado cuenta, ninguno de los aspirantes a la gubernatura de Tamaulipas propuso afectar los intereses empresariales, al contrario, competían a ver quién les ofrecía más facilidades a los capitalistas mientras a los pobres nadie les prometió ni un mísero incremento salarial pues a la mayoría de la población se le trata de conformar con el argumento de que la sociedad tamaulipeca es afortunada por haber logrado la alternancia.

Este es el mejor momento para que el gobernante electo, Francisco García Cabeza de Vaca, informe a la población qué va a hacer con las masas empobrecidas que le dieron el voto, cómo se ayudará a los adultos mayores a los que se les regatean hasta programas alimenticios, qué se hará con los miles de jóvenes que tienen derecho al bachillerato, pero no se construyen preparatorias; creo que hay que pasar del frijol con gorgojo que menciona AMLO a programas asistenciales dignos, que contribuyan a elevar la calidad de vida de los desfavorecidos.

En otro escenario, el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA) dio a conocer a los ganadores del Premio Regional de Poesía Huasteca y del Premio Nacional de Ensayo sobre la Huasteca, certámenes literarios convocados con el apoyo de la Secretaría de Cultura (federal) y el Gobierno del Estado de Tamaulipas, con la finalidad de establecer acciones para fortalecer las instituciones de la cultura y las artes orientadas al incremento, preservación y promoción del patrimonio histórico, artístico y cultural de nuestra entidad.

Tras una minuciosa deliberación llevada a cabo recientemente, en la Ciudad de México, con un jurado integrado por Jorge Morenos, Guillermo Velázquez Benavides y Eduardo Langagne, el Premio Regional de Poesía Huasteca fue otorgado por unanimidad al trabajo titulado Madera de un palo escrito, bajo el seudónimo El Conejo Ramírez, cuyo autor resultó ser Diego Ugalde de Haene, oriundo de Amealco, Querétaro; este poemario muestra, “una hondura poética y sensibilidad, una mirada amorosa siempre, sin regodearse en el costumbrismo ni abundar en lugares comunes; además, explora el devenir histórico de la huasteca y es muy meritoria su intención de renovar la versería de los sones”.

Asimismo, y por la gran calidad de sus propuestas, el jurado determinó otorgar dos menciones honoríficas, estas a los trabajos: Sabiduría totonaca, bajo el seudónimo Adriana, cuya autora resultó ser Dolores Santiago Francisco, oriunda de la Sierra Norte de Puebla; y Paseo a la veracruzana, bajo el seudónimo Jaibo decimero, cuyo autor resultó ser Alejandro Zapata Hernández, quien radica en Madero.

De igual manera, Amaranta Castillo, Eudoro Fonseca y Arturo Gómez Martínez, jurados del Premio Nacional de Ensayo sobre la Huasteca, decidieron otorgar el Premio Nacional de Ensayo sobre la Huasteca al libro titulado Presencia de Tlazolteotl-Ixcuina en la Huaxteca Prehispánica, bajo el seudónimo Tohueyo, cuyo autor resultó ser Ricardo Rincón Huarota, quien radica en la Ciudad de México; el jurado destacó que, “este libro muestra una solvencia en el conocimiento de su tema, es preciso en la delimitación de su objeto, tiene un manejo correcto de las fuentes, formula con claridad sus argumentos y establece un análisis iconográfico novedoso ya que la discusión sobre Tlazolteotl-Ixcuina sigue siendo actual”.

Además, el jurado determinó otorgar una mención honorífica al trabajo titulado El adolescente de Tamohi, ensayo contemplativo de la escultura huasteca, bajo el seudónimo Tujub, cuya autora resultó ser Martha Elena Izaguirre Villanueva, oriunda de Tampico, Tamaulipas; el jurado señaló que este trabajo es un “ensayo creativo con estilo elegante y literario que analiza con perspicacia la figura iconográfica del adolescente huasteco”.

El abrazo de hoy es para el escritor Arturo Medellín Anaya; ánimo paisano.

Correo: amlogtz@prodigy.net.mx

Ambrocio López Gutiérrez

Periodista y Sociólogo.
Columnista en diversos medios  electrónicos e impresos.
Redactor en el equipo de Prensa de la UAT.
Profesor de horario libre en la UAM de  Ciencias, Educación y Humanidades.