La sociedad tamaulipeca es cada día más exigente, por ello, los resultados de la elección del pasado cinco de junio, en donde cada uno de los ciudadanos que acudió a las urnas, manifestó su derecho, y dio cuenta de una voz emergente por ser escuchada.

No hay que buscar culpables, como bien lo dijo el gobernador Egidio Torre Cantú, sino más bien, se trata de recomponer, entender que la sociedad sabe, piensa y determina cuando así lo quiere; está atenta desde la selección de los abanderados, hasta la demanda de solución a sus problemas.

La democracia venció a la arrogancia de muchos de los candidatos y sus colaboradores, que se sentían ganados, dura lección, sin embargo descuidaron el bien común, la humildad, la esencia de abanderar uno u otro proyecto, que finalmente era para atender a los electores, presentarle sus mejores propuestas y ser una esperanza a la solución de sus problemas.

En Tamaulipas, no se puede imponer nada a la mayoría, los ciudadanos  manifestaron su voluntad a través de su mejor método, el voto directo, libre y secreto. La democracia ha sido la única oportunidad para aprobar o rechazar proyectos, del partido que sea, pero finalmente el derecho para elegir a sus gobernantes.

Como lo ha dicho ya, el abanderado del Partido Acción Nacional, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, no perderá tiempo en “cacería de brujas”, sino más bien, resolverá los problemas que aquejan a los tamaulipecos; los compromisos son mayores, pero empieza con realizar un gobierno cercano a la gente, lo que llamó, un gobierno ciudadano, simplemente, entiende lo que la gente quiere.

Un cambio de actitud, una nueva a visión, además del reencuentro con la sociedad que le dio su voto para alcanzar el triunfo en la elección pasada, es lo que realizará a partir del primero de octubre, hay que trabajar por el Estado “sin odios y sin rencores”, dijo en sus primero mensajes a la opinión pública.

Se escribieron muchas historias, el pasado cinco de junio, pero lo más importante es,  e insisto, que la voluntad ejercida por los tamaulipecos dejó constancia, porque además de la tranquilidad de los comicios, la ciudadanía dio muestra de la civilidad y deseo de tener una entidad en paz y con instituciones a su servicio, sin duda, una buena lección.

Para el análisis quedará la actitud triunfalista de muchos de los abanderados que se sentían ganados y que pensaron que no necesitaban de nadie para fortalecer sus equipos, estrategias, y que tampoco requerían de la gente, aquellos que reclamaban a voces su presencia. Ninguna comunidad fue tan pequeña, como para no hacerse escuchar.

Tamaulipas es siempre una entidad pujante de trabajo, de ejemplo, pero sobre todo de decisiones, la voluntad de las mayorías deberá de dejar una lección a todos y cada uno de los implicados en el desarrollo de esta entidad. Políticos, líderes de opinión y agrupaciones civiles por mencionarle algunos casos, tienen material de análisis.

“Cuando se quiere, se puede”, reza conocido refrán y hoy los tamaulipecos quisieron cambiar el rumbo de más de 80 años de historia, con los mismos actores políticos. Hoy también se sientan las bases de fe y esperanza, las expectativas abren la oportunidad de mejores resultados, pero sobre todo, ser escuchados por un gobierno cercano a su  gente, soluciones y no más problemas de los que ya se tienen.

Mi correo joseluis_castillogtz@hotmail.com

José Luis Castillo Gutiérrez

Es licenciado en Derecho

Reportero y colaborador de diversos medios entre ellos la verdad de Tamaulipas, El Tiempo de Mante, grupo Radiorama y diferentes medios digitales del Estado.

Fue jefe de prensa en el PRI municipal Victoria, coordinador de Prensa en la dirección del CERESO de Victoria, coordinador de prensa en campañas políticas y también titular de prensa en la Secretaría de Salud.

También fue Jefe de Comunicación Social del Congreso del Estado de Tamaulipas