Solo faltan doce días para que el Congreso de la Unión vote la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del año 2014, y se terminó la Luna de Miel entre los Partidos Políticos y el Presidente Enrique Peña Nieto, bajo el cobijo del Pacto por México.
Así los desacuerdos entre los principales partidos políticos dificultan no solo la discusión del tema, sino de dos de las principales Reformas Estructurales, a saber la Hacendaria y la Energética, quedando en medio la Reforma Política, que es en esencia la verdadera cereza del pastel de los aspirantes a gobernar en este país.
La Ley de Ingresos debe votarse a más tardar el 20 de octubre. Sin embargo, todavía no existe consenso en puntos clave como el déficit fiscal, que pretenden recetarle 1.5 puntos porcentuales del PIB, cuya propuesta rechazan el PAN y el PRD, por considerar que endeudaría al país y generaría inestabilidad económica. Citas: http://mexico.cnn.com/nacional/2013/10/03/los-desacuerdos-complican-el-camino-de-las-reformas-claves
La crítica más socorrida es que esa deuda no la está solicitando para invertir en infraestructura y generar empleo, sino que se destinaría principalmente para aplicarse en gasto corriente, campaña de austeridad burocrática y si plantear seguro al desempleo, pensiones universales, como opina el coordinador de los senadores panistas, Jorge Luis Preciado.
Sin embargo el plazo para aceptar la Ley de Ingresos es constitucional, por lo que seguramente en estos doce días se llegarán a acuerdos y no viviremos un “Apagón Burocrático” al estilo del gobierno estadounidense de Barack Obama.
Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso (SHCP), prometen que el déficit fiscal busca "financiar las necesidades de recursos del gobierno federal" y prometen que las autoridades harán "un adecuado manejo de riesgos" de la deuda pública.
Adicional a la Ley de Ingresos, la Cámara de Diputados discute la propuesta de Reforma Hacendaria del gobierno, a diferencia de la anterior, esta propuesta no tiene un plazo legal para ser votada, pero si queda aprobada, modificaría las previsiones económicas para el próximo año.
En estas semanas Manlio Fabio Beltrones (Diputados del PRI) y Emilio Gamboa Patrón (Senadores del PRI) han aceptado que se está flexibilizando en muchos puntos la posición oficialista.
La propuesta Hacendaria del gobierno incluye medidas polémicas para los mismos integrantes del PRI, y sobre todo para los demás partidos, organizaciones empresariales y ciudadanos, como el aumento del Impuesto Sobre la Renta (ISR), la eliminación de regímenes especiales y la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a colegiaturas y operaciones con inmuebles.
Sin embargo la propuesta realmente incluye cobros a los que más ganan en México, o sea es una propuesta recaudatoria progresiva. Los organismos empresariales se defienden bajo el argumento que la afectación es a las clases medias, lo cual ha sido una crítica inexacta.
Por ejemplo la opinión del diputado Luis Alberto Villarreal, coordinador de los diputados del PAN, que opina a medios que esas propuestas representan un "asalto a la clase media", aunque aseguró que su partido está "a favor de discutir con toda seriedad".
Sin embargo en el caso del diputado Silvano Aureoles, coordinador del PRD en San Lázaro, con mayor tino político que los panistas, señaló la semana pasada que no sólo debe defenderse a la clase media, sino a los sectores de menores ingresos. Por ello afirmó que "Es tiempo de que ubiquemos las cosas en su justa dimensión. (…) Tiene que haber contribución: quien más gana, que más pague".
En el caso de la Reforma Energética, la situación es igual de complicada, ya que la propuesta del PRD y del Ing. Cárdenas ha logrado impactar en la sociedad en general, además la oposición en frente común, está condicionando la discusión de la Reforma Energética del gobierno a que antes se discuta y apruebe la Reforma Político-Electoral. Punto medular que afecta al Pacto por México.
La parte más frágil de la propuesta de Peña Nieto, es donde se propone modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución, con tal de permitir a Pemex, poder asociarse con particulares en la producción de hidrocarburos. Por implicar cambios constitucionales, la medida requiere los votos de dos terceras partes de ambas cámaras, que es lo que se está complicando, porque los partidos no quieren asumir el costo político de la medida.
Así el PAN, con una postura más radical desde la extrema derecha, está a favor de que particulares entren al sector energético, pero exigiendo un esquema más abierto que les otorgue concesiones.
En contraparte, el PRD rechaza modificaciones a la Constitución y acotar las asociaciones entre Pemex y la iniciativa privada, buscando solamente adecuar 12 leyes secundarias que den flexibilidad a los inversionistas privados. Modernización sin Privatización reza su lema.
En un punto que une a los contrarios (unidad de lucha de los contrarios marxista), ambos partidos demandan al PRI que antes de entrar a la Reforma Energética, se aprueben medidas como crear una sola autoridad electoral, endurecer las sanciones para quien viole la ley en comicios y obligar a que los integrantes del gabinete presidencial sean ratificados por el Congreso.
El PRI ya anunció no hará una propuesta en la materia, sino que presentará la iniciativa del Pacto por México y considera que el tema puede debatirse a la par de la Reforma Hacendaria y de la Energética.
Observadores políticos y especialistas económicos opinan ahora, que como es posible que un país al bordo de una recesión económica, siga negociando Reformas estructurales de tiempos de bonanza y no Reformas de tiempos de crisis.
Citan para ello, la reciente propuesta de Reforma Fiscal de Japón, que en vez de buscar mayor recaudación, busca motivar la inversión del empleo juvenil, al compensar su nueva propuesta de un mínimo aumento del 5 al 8% del IVA (impuesto al consumo) a cambio de disminuir otros impuestos al Ingreso y fomentar mayores inversiones privadas.
