Reforma atorada y aceleración económica

La reforma Hacendaria muestra signos de atorón en dos partes fundamentales, en lo referente a la homologación del IVA del 16% a las fronteras norte y sur, así como en el cobro de impuestos a las colegiaturas.

La ofensiva de los dirigentes de las principales organizaciones empresariales contra el aumento del 30 al 32% del ISR, así como el cobro de impuestos a los corredores apostadores en la Bolsa de Valores,  no han dado tantos escollos como los anteriores argumentos.

La meta de Enrique Peña Nieto y de su secretario de hacienda, Luis Videgaray de incrementar la captación de impuestos en 1.4% del PIB, algo así como un nuevo monto cercano a 230 mil millones de pesos, pudiera verse amenazado si se da marcha atrás a la homologación del IVA en las fronteras.

Esta presión ya fue retomada por los coordinadores de las bancadas priístas de las cámaras de Senadores, Emilio Gamboa, y la de diputados, Manlio Fabio Beltrones, que aceptaron que serán revisados los cuestionamientos citados.

Buena aceptación se ha tenido por la parte de bajar la carga fiscal a Pemex, del actual 76% a un 60% de sus ingresos, así como el cobro de un nuevo IEPS a bebidas azucaradas, y la desaparición de paraísos fiscales como el mal llamado “régimen de consolidación fiscal”.

La parte más criticada por los gremios de contadores y economistas, es la poca incidencia hacia la ampliación de un mayor número de causantes ahora insertos en el mercado y economía informal, con más del 65% de las empresas registradas.

Es aquí, en el aumento de los registros de informales, donde se debe demostrar una auténtica reforma hacendaria Integral, para no seguir cargando impuestos a los cautivos y aumentar la tasa de impuestos a una similar a los países miembros de la OCDE, con tasas superiores al 30%.

En este marco de discusiones Hacendarias, México se acerca peligrosamente a una recesión económica, ahora con serios signos de desaceleración, al pasar las estimaciones del crecimiento del PIB de un inicial 3.5% ahora a tasas menores del 1.4%.

El segundo trimestre (abril-junio) incluso sufrió de un crecimiento negativos del PIB, recordando que si se presentan tres trimestres continuos de decrecimiento nos obliga a reconocer que entramos en franca “recesión económica”.

Por esa razón, la semana pasada el presidente peña Nieto se vio forzado a lanzar un Plan de Contingencia Económica, los que se conocen como planes de choque. Similar a los planes ya famosos de los últimos gobiernos del viejo PRI.

Enrique Peña Nieto puso en marcha el Programa de Aceleración Económica 2013-2014 con un presupuesto de 27 mil millones de pesos para invertir en lo que resta del año en los estados y Distrito Federal.

Instruyó al secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, así como a los demás secretarios que tengan que ver con el programa, a que agilicen la entrega de los recursos y pidió a los 31 gobernadores del país y al jefe de Gobierno capitalino.

Detalló que los recursos del nuevo programa están centrados en tres ejes: el primero es el fortalecimiento al crecimiento regional que tiene que ver con pavimentaciones, equipamiento a hospitales e infraestructura para los estados.

Asimismo, precisó que habrá un paquete de mil millones de pesos para el impulso al crédito y alrededor de 13 mil millones de pesos para reactivar la industria de la vivienda. “Este paquete sin duda es de rápida y pronta ejecución”, sentenció.

Destacó que el acuerdo con los gobernadores para el programa que permita acelerar el crecimiento económico especialmente de aquí que concluya 2013. Reconoció que la desaceleración de la economía nacional ha tenido en los últimos meses responde a causas del contexto internacional y también “A CAUSAS INTERNAS”. Por ello, resaltó se está en la urgencia de realmente imprimir “aceleración al gasto público para lograr con el impacto que pueda tener acelerar la actividad económica del país.

Por último, hizo votos por que este esfuerzo realmente contribuya a lograr un mejor desempeño de la economía, acelerar el crecimiento económico y, sobre todo, que el destino de esta inversión propicie mayores beneficios a todos los mexicanos.

La pregunta que todos los mexicanos nos hacemos siempre que se presentan estos planes de choque, es de ¿dónde van a salir los 27 mil millones de pesos anunciados del presupuesto?, y ¿los 13 mil millones para reactivar la vivienda?

Ya se ha cuestionado por las filas de diputados y senadores del PAN, encabezados por el senador Ernesto Cordero, la intención del actual gobierno de aumentar el déficit fiscal en 0.8% para el año 2014.

Todos coincidimos en que México debe crecer a tasas superiores del 6% del PIB por año, y que las influencias económicas externas son negativas por el momento. Pero todos deseamos escuchar que realmente el nuevo gobierno atacará los motores del mercado interno, que es en las MiPyMEs y en el Campo donde se encuentra parada la economía mexicana.

Por ello es urgente limar las diferencias que actualmente se presentan en las propuestas de reformas Financiera, Hacendaria y Energética, ampliando la base gravable y no cargar los impuestos solamente en las clases medias. Cobrar más a los que ganan más (Elusión Fiscal) y cobrar a los que ahora no pagan sus impuestos (Evasión Fiscal). Esa es la solución integral para México.