Por: Jorge Lera Mejía08/06/2013 | Actualizada a las 11:29h
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Observando el mapa anexo, del histórico “Camino de
Santiago de Compostela”, vemos que Burgos se ubica al centro del mismo, como se
dice: “Por Burgos pasan todos los caminos a Santiago”, para venerar al apóstol.
Por ello, en mi anterior nota editorial, se cita la característica hospitalaria
de esta bella ciudad de Burgos y la historia de sus hospitales para peregrinos.
Ayer viernes 7 de junio, se celebró en Burgos la
tradicional “Fiesta del Parral Burgos 2013 El Curpillos”. Nos tocó en suerte
estar y presenciar esta formidable fiesta religiosa y su posterior verbena
popular en el jardín contiguo al Monasterio las Huelgas. Más de 50 mil gentes
de la población de Burgos se concentró en este bello lugar. La fiesta de Curpillos o fiesta menor del Corpus, es la celebración
más tradicional de la ciudad de Burgos. Esta fiesta está ligada al Real
Monasterio de Santa María de las Huelgas y al barrio que le rodea. Sus orígenes
medievales se remontan a la victoria de Alfonso VIII en la batalla de las Navas
de Tolosa (1212), pero la primera fecha que se conoce de la celebración del
Curpillos es el 22 de mayo de 1331, después de la institución de la solemne
fiesta del Corpus, bajo el reinado de Alfonso XI. Del Curpillos a la Historia del Camino de Santiago: La historia del Camino de Santiago se remonta a los
albores del siglo IX con el descubrimiento del sepulcro de Santiago el Mayor,
evangelizador de España. El hallazgo de este santo mausoleo está rodeado de una
rica imaginería popular que en vez de distorsionar ha preservado y llenado de
colorido la narración histórica. No existen datos precisos de las circunstancias del
descubrimiento del venerado mausoleo, sus descubridores consideraron este hecho
como una revelación divina de la instauración del culto sepulcral a Santiago en
el lugar en el que fue hallado. De hecho, existen indicios de la antigua
adoración apostólica en la misma Compostela, dentro del sepulcro. Los estudios arqueológicos del reciente siglo pasado han
arrojado más luz sobre la tumba y el culto sepulcral a Santiago el Mayor
durante los nueve primeros siglos de la era cristiana. Las excavaciones
realizadas en el subsuelo de la Catedral de Santiago de Compostela han
permitido situar el mausoleo dentro de una necrópolis cristiana, romana y
germánica entre los siglos I y VII. Todos estos datos han ayudado a aclarar los
datos inconexos de la tradición compostelana. Quien fue el Apóstol Santiago: Cuentan las confusas
narraciones de los primeros años de la cristiandad que a él le fueron
adjudicadas las tierras españolas para predicar el Evangelio, y que en esta
tarea llegó hasta la desembocadura del río Ulla. Sin embargo con poco éxito y
escaso número de discípulos, por lo que decidió volver a Jerusalén. Cuando regresó a Palestina, en el año 44, fue torturado y
decapitado por Herodes Agripa, y se prohibió que fuese enterrado. Sin embargo
sus discípulos, en secreto, durante la noche trasladaron su cuerpo hasta la
orilla del mar, donde encontraron una barca preparada para navegar pero sin
tripulación. Allí depositaron en un sepulcro de mármol el cuerpo del
apóstol que llegaría tras la travesía marítima, remontando el río Ulla hasta el
puerto romano, en la costa Gallega, de Iria Flavia, la capital de la Galicia
romana. Allí enterraron su cuerpo en un compostum o cementerio en el cercano
bosque de Liberum Donum, donde levantaron un altar sobre el arca de
mármol. Tras las persecuciones y prohibiciones de visitar el
lugar, se olvidó la existencia del mismo, hasta que en el año 813 el eremita
Pelayo observó resplandores y oyó cánticos en el lugar. En base a este suceso
se llamaría al lugar Campus Stellae, o Campo de la Estrella, de donde derivaría
al actual nombre de Compostela. Como nació la Peregrinación a Santiago de Compostela:
Pelagio era un ermitaño, un hombre religioso y poco amigo de la compañía,
aficionado a las chozas y a los insectos como alimento principal, que vivió en
el siglo IX y según la leyenda fue protagonista de un auténtico
milagro. Pelagio vio una noche, solitaria como todas sus noches, luces
misteriosas en el cielo. Entonces no se hablaba de ovnis sino de mensajes
divinos. El ermitaño observó que las luces se desplazaban, señalándole un
camino a seguir. Y lo siguió. Caminó un tiempo, no sabemos cuánto, siguiendo
las señales luminosas hasta que se detuvieron y titilaron, temblorosas, pero
decididas. Un haz de luz descendió mágicamente, iluminando a Pelagio
y lo que había a pocos pasos de él: una tumba de mármol. Pelagio salió de su
ostracismo habitual, contando la noticia a cuántos encontró en su camino,
alborozado. No tardó en llegar la historia al obispo de la diócesis, el cuál se
hizo presente en el lugar de los hechos para ver la tumba, ya con cierta fama
milagrosa. El obispo llegó, vio y anunció: es nada menos que la tumba de Santiago
apóstol. La noticia corrió como un reguero de pólvora por los
caminos españoles hasta que le fue comunicada al rey Alfonso II, quien no tardó
en proclamar, emocionado, a Santiago santo patrono de España. Ahora bien, la
emoción de Alfonso no excluía el cálculo político, o la visión militar si se
quiere: la naciente España zozobraba, amenazada por el ejército moro. Desde la península arábiga, Mesopotamia, Siria, Egipto y
el norte de África hasta Marruecos, el Islam se expandía rápidamente y parecía
dispuesto a devorar Iberia. Santiago, como patrono, no sólo iba a proteger el
reino con sus milagros, sino que también sería un factor de cohesión y de
aliento frente al peligro para las huestes españolas, escasas de esperanza para
enfrentar a un enemigo que parecía tenerlas todas consigo. Así empezó la historia y las masivas peregrinaciones
hasta la fecha, también el resto de la cristiandad y eso propicio las
peregrinaciones y se inició la historia del Camino de Santiago. Estando en las instalaciones de la Universidad de Burgos
(UBU), frente del Ex “Hospital del Rey”, observamos durante el día, numerosos
peregrinos de todo el mundo, peregrinando por este Camino, con sus mochilas a
la espalda, ello porque la UBU se ubica en plena ruta histórica del Camino de Santiago.
Así de rica es la historia de las instalaciones de la UBU, así de profundas son
sus raíces ligadas a estas milenarias historias, que envuelven y embelesen a
los que tenemos el honor de poder celebrar aquí una Estancia Académica…
(continuará). http://www.caminosantiago.com/index.php/es/cultura/historia
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT). Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas. Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
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