Reforma Financiera requiere la Hacendaria y Políticas Sociales
Por: Jorge Lera Mejía12/05/2013 | Actualizada a las 22:10h
La Nota se ha leído 2633 Veces
El
Presidente Enrique Peña Nieto instruyó a su Secretario de Hacienda Luis
Videgaray Caso, que a partir de su toma de protesta, en diciembre de 2013, se
elaborará y presentara una Reforma Hacendaria Integral, que diera vialidad al
desarrollo económico de México que se planteará en el Plan Nacional de
Desarrollo que será presentado en el segundo semestre de este año 2013. Sin
embargo, al arranque de esta administración se vinieron complicando las medidas
económicas, al encontrarse el Gobierno que México con una alta desaceleración
económica, resultante de la inercia primero de una crisis internacional que no
termina de dañar a todos los países en la globalización, además por los
resultados de un gobierno saliente que endosó al país a la lucha contra el
Crimen Organizado y que dejó a la deriva la economía de las Pymes y del campo
mexicano. No
obstante al buen manejo de la macroeconomía que siguió guiando el Banco de
México y la Secretaría de Hacienda, manteniendo finanzas públicas sanas con un
control estricto del Tipo de Cambio, aumentos continuos de las Reservas
Internacionales, manejo conservador de la Inflación, bajas Tasas de Déficit
Presupuestal. La microeconomía sigue dando tumbos peligrosos con altas tasas de
desempleo, incremento de la economía informal y por ende del empleo informal,
pobreza en más del 50% de la población y una falta total de financiamiento a
las Pymes y al campo. Por
otra parte la desaceleración ahora se presenta con tasas de crecimiento menores
a las estimadas para este primer semestre del año, donde todas las actividades
económicas muestran signos de decrecimiento de acuerdo a datos del INEGI. Ante
este grave escenario, Peña Nieto acertó a fincar su nuevo gobierno a través de
grandes acuerdos, así se dio cauce al cabildeo político que en más de 12 años
había brillado por su ausencia, logrando sentar en la misma mesa las tres
principales fuerzas políticas, con la finalidad de planear y presentar las
grandes Reformas que el país requiere para vencer al inamovilismo político y
económico. Los
mexicanos vimos con sorpresa que se lograron acuerdos primero para aprobarse la
Reforma Laboral a fines de la administración de Felipe Calderón. Luego se
estableció la Reforma Educativa, misma que pasa por tiempos de ajustes ante las
manifestaciones de las corrientes magisteriales. Asimismo se logró plantear la
Comisión Anticorrupción, se avanza rápidamente con la Reforma de
Telecomunicaciones, y se lanzó una oportuna Campaña contra el Hambre. Tocando
el turno ahora a la Reforma Financiera como antesala de la Hacendaria y a la
Reforma Energética. Así
el pasado 8 de mayo, los tres principales partidos políticos presentaron una
iniciativa de Reforma Financiera que tiene como fin principal ampliar y
abaratar la oferta de crédito en el país y que se basa en cuatro ejes: fomentar
el crédito por medio de la banca de desarrollo, incrementar la competencia en
el sector financiero, estimular el otorgamiento de préstamos por parte de los
bancos privados y garantizar la solidez del sistema financiero en su conjunto. A
reserva de lo que ocurra en las instancias legislativas, la propuesta reconoce
implícitamente la falta de acceso de las Pymes y del campo en general, y de la ciudadanía
de clase media hacia abajo, en particular, a los servicios bancarios y
financieros baratos, confiables y accesibles, y la necesidad de que las
instituciones financieras (extranjeras en su mayoría),reconocidas en el país
por una insuficiente oferta de crédito, que contrasta con el alto cobro de
tasas de interés y de comisiones exorbitantes por el uso de sus productos y
servicios, realicen el aporte que les corresponde en rubros como las
inversiones productivas y los créditos hipotecarios, de conformidad con las
necesidades del país. Habrá
que reconocer en principio, que no se puede dar por Decreto la imposición de
créditos, que contraiga la posibilidad de promover un endeudamiento poco
sostenible y peligroso para la población de menores recursos, e incluso para la
clase media y los pequeños empresarios. En
las circunstancias actuales de desempleo, inestabilidad laboral y empresarial y
carestía generalizada, con una ausencia total de Programas Industriales y
Agropecuarios, así como con una política económica con nulas perspectivas de
incremento al poder adquisitivo de los salarios y en alzas generalizadas en
impuestos, tarifas, productos de primera necesidad, se corre el riesgo de que
el otorgamiento de préstamos bancarios entre la población derive en un
incremento de los niveles de endeudamiento y de morosidad, recordando los
tiempos recientes del FOBAPROA-IPAB. No
olvidamos esos tiempos que aún no recuperamos la mayoría de los mexicanos que
caímos en carteras vencidas y en una política contraria a los ahorradores y
deudores y favorable a los bancos. Es de suponer que los costos de un
escenario semejante serían transferidos a los propios usuarios de créditos y a
la población en general como lo marca la triste historia de México. Por
más que se quiera presentar que pondrán a cuerda a todos los bancos, sabemos
que el gobierno mexicano, por ahora, carece de Capacidad y de Dientes en la
CONDUSEF y la CNVB, para presionar a la baja el costo del crédito, como no sea
mediante la aplicación de estímulos fiscales o el empleo directo de recursos
públicos, es decir, con reducciones en las percepciones del Estado o con
inyecciones de dinero público, que requiere de la otra Reforma, la Hacendaria
Integral. Lo
anterior requiere por lo tanto, de una segunda Reforma y más importante, esto
es la llamada Reforma Hacendaria Integral, porque ahora se anuncia una Reforma
Financiera como carta de Buenas Intenciones pero no se dice el cómo y con qué,
esa respuestadepende de la Hacendaria
que amenaza con eliminar el subsidio al IVA en alimentos y medicinas. También
los mexicanos seguimos sufriendo con los llamados “gasolinazos” que ahora
convirtieron a las gasolinas mexicanas en más costosas que las e EUA. Cuándo en
México no se han presentado verdaderas políticas de austeridad de los diversos
gobiernos empezando con bajas significativas de los sueldos de los altos
funcionarios. Es
razonable que la Reforma Financiera sea recibida con beneplácito por las
instituciones bancarias y los grandes capitales del país, en la medida en que
serán éstos los grandes beneficiarios de una eventual multiplicación del
endeudamiento de la población, por lo que para que tal beneficio logre
dispersarse hacia los estratos más bajos de la pirámide social, es necesario
crear las condiciones económicas para que las personas físicas y morales puedan
hacer uso de los servicios financieros sin el peligro de colocarse nuevamente
en cartera vencida. Para todo ello se
requiere un auténtico reordenamiento de la Política Económica Neoliberal, un
nuevo Modelo Económico a fin de impulsar Políticas Sociales para la generación
de alimentos del campo, de los empleos, fortalecer en forma sostenible a las Pymes,
a la pesca, minería, bosques y al sector social de la economía, así como
fortalecer el poder adquisitivo de los salarios y de los ingresos de los
sectores mayoritarios de la población. En resumen virar hacia el mercado
Interno.
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT). Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas. Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
Síguenos y entérate de lo que ocurre en #Tamaulipas
HoyTamaulipas.net Derechos Reservados 2016
Tel: (834) 688-5326 y (834) 454-5577
Desde Estados Unidos marque: 01152 (834) 688-5326 y 01152 (834) 454-5577