Pymes incluidas en el nuevo discurso

Los presidentes de México y Estados Unidos, Enrique Peña Nieto y Barack Obama, acordaron tres pactos con los que buscan impulsar el comercio entre ambos países, apoyar a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), y establecer intercambios educativos.
 
Sin embargo, el Gobierno mexicano tiene como principal reto reducir la dependencia comercial que tiene con ese país, ya que el 78.5% de sus exportaciones van a Estados Unidos, de acuerdo con datos del INEGI.
 
Además, The Wall Street Journal señala que los estadunidenses están más interesados en los planes del gobierno mexicano para abrir el sector petrolero a la participación extranjera por primera vez desde 1938, indicando que las aguas mexicanas en el Golfo ofrecen potenciales beneficios y una nueva fuente de crudo para empresas estadunidenses con capacidad de perforación a profundidad.
 
No olvidemos que el gobierno norteamericano se basa en la política de intereses bajo la norma de ganar-ganar, y que su alianza con México siempre se funda primero en asegurar sus fronteras, el petróleo mexicano y la política anti inmigración, por lo que en este nuevo discurso se descubre una cierta apertura hacia el tema económico, sin dejar de lado estos aspectos tradicionales.
 
Ahora ya permea en el ánimo americano que un socio mejor posicionado económicamente, es mejor que un socio en abandono, por lo que el tema de las Pymes sobresale en esta nueva dimensión del discurso de ambos mandatarios.
 
Desde su comienzo allá por diciembre del 2012, el compromiso de Peña Nieto y del Gobierno Federal hacia los emprendedores y las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), se inició a conformar y se aseguró que este sector estratégico para la economía nacional constituye una prioridad en la nueva agenda de gobierno.
 
La meta de crecimiento comprometida por Peña Nieto pasa invariablemente por las Mipymes, así como por el fomento de la vocación emprendedora de los mexicanos. Las Pymes tienen un papel estratégico en la economía no sólo porque generan siete de cada 10 empleos, aportan casi el 52 por ciento del Producto Interno Bruto y son fuente de innovación y eje de la competitividad de la economía nacional, sino porque representan el trabajo, esfuerzo y patrimonio de muchas familias mexicanas.
 
México ocupó la posición 56 entre 81 países en cuanto a la creación de nuevas empresas con respecto a la población en edad de trabajar. En México se abren escasamente dos tercios de empresa al año, mientras que en Nueva Zelandia se abren 17. Por ello es importante contar con una política pública de apoyo a este sector para crear empresas y empleos que permitan generar la riqueza necesaria para que la población eleve su nivel de vida.
 
México y Estados Unidos tendrán que trabajar en una agenda que permita atender los principales retos que enfrentan las Pymes en materia de regulación, aduanas, trámites para exportación, así como incrementar así la productividad y eficiencia de estas empresas.
 
El secretario de Economía Idelfonso Guajardo y el subsecretario para las Pymes Enrique Jacob, tendrán que negociar ahora con la administradora de Small Business Administration, Karen G. Mills. También se debe contactar al representante de Comercio para Pequeñas y Medianas Empresas de Estados Unidos, Jim Sanford. Otra figura de importancia es el CEO de Association of Small Business Development Centers, Charles Rowe, así como  el representante del Departamento de Comercio de Estados Unidos, Suresh Kamar y el Presidente de Small and Medium Enterprise Finance, James C. Polan.
 
En esta titánica labor emprendedora se requiere contar con el apoyo de los actores protagónicos que integran el desarrollo impulsor de los emprendedores, los empresarios, líderes y organismos empresariales, instituciones educativas y centros de investigación, inversionistas y organismos gubernamentales de apoyo, todos ellos deberán sumar esfuerzos con el Gobierno Federal para impulsar la creación de Mipymes y que el talento y empuje de los mexicanos encuentre espacios para alcanzar su desarrollo.
 
Ahora después de recordar esta nueva concepción de políticas públicas de Peña Nieto con respecto a las Mipymes y al observar en el discurso la propuesta de políticas bilaterales entre Peña y Obama hacia el mismo sector, será interesante ver hasta donde realmente se compromete esta narrativa, si realmente nos encontramos ante un cambio de paradigma o solo es un ensayo demagógico más.
 
Lo anterior se cita porque habrá que estar conscientes que la política comercial e industrial de ambos países, se enfoca bajo las directrices de los grandes consorcios multinacionales y transnacionales y no hacia las Pymes desprotegidas.
 
Si realmente se viene esta apertura se tendrán que trabajar dos grandes vertientes de políticas públicas globales. Una dirigida hacia la apertura de la proveeduría de las Pymes mexicanas hacia las grandes empresas norteamericanas y mexicanas, con facilidades en las normas técnicas y criterios de calidad ISO.
 
Por otra parte, se tendrá que observar una real apertura de la banca nacional e internacional hacia la oferta crediticia con opciones “llave en mano”, de largo plazo, sin garantías y bajas tasas de interés. Esto se ha quedado en el tintero de la intentona del gobierno de Peña Nieto, hacia la reforma Financiera, que no se logró amarrar en la reciente sesión del Congreso de la Unión.
  Sin duda este nuevo discurso bilateral entre México y EUA nos anima a pensar que la política hacia las Pymes de ambos países se notará cambiada y mejorada, esperemos al tiempo para poder constatarlo.