Por: Luis Lauro Carrillo05/03/2013 | Actualizada a las 09:39h
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Concluida
la XXI Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y
aprobados por unanimidad las modificaciones a la declaración de principios,
programa de acción y estatutos, se consumó el viraje hacia la derecha de las ideologías, al
Neoliberalismo y a la restauración del PRI como partido de estado.
Viene a cuento lo anterior por el pragmatismo
con que el nuevo PRI cambio la postura con respecto al Impuesto al Valor Agregado
(IVA) y las inversiones privadas internacionales, nacionales en Petróleos
Mexicanos y por asumir de manera formal el presidente Enrique Peña Nieto el
control total de dicho partido.
Sobra decir que fue Salinas De Gortari quien inicio la reforma ideológica del PRI, sacó a la Revolución Mexicana de
los documentos básicos, sustituyéndola por el liberalismo social; privatizó el
ejido, vendió las empresas públicas más productivas, reconoció los derechos de
la iglesia y restableció las relaciones con el vaticano.
Cabe
decir que la Asamblea Nacional priísta fue operada con pulcritud, precisión
y sin oposición lapor parte del presidente Enrique Peña Nieto, ahora estará en condiciones
de concretar la segunda fase de las
grandes reformas estructurales; la energética, la hacendaria y la de telecomunicaciones.
En consecuencia
quedó atrás en el arcón de los recuerdos la inscripción del PRI en la corriente
social demócrata,
la ratificación del dominio directo, inalienable e imprescriptible de la Nación
sobre los hidrocarburos y los demás recursos naturales del subsuelo fueron de
un plumazo suprimidos con las reformas a la Declaración de principios de los
documentos básicos del priismo.
De igual manera se dio la eliminación de la acción delPRI para defender la economía popular y para
no aceptar la aplicación del IVA en alimentos y medicinas que establecía el
programa de acción previo a la reforma, así como la sana distancia del PPRI con
el presidente de la republica.
Vemos por tanto que para los priistas ahora si hay compatibilidad
entre los nuevos principios del PRIy
los objetivos del proyecto económico neoliberal del gobierno de Peña Nieto. Un
nuevo PRI con las mismas prácticas del viejo PRI.
Conviene señalar que el nuevo PRI recupera el
carácter de partido de estado cuyas tareas están relacionadas con la lucha
políticapara mantener el monopolioo el predominio político e ideológico del
gobierno entre los
trabajadores y la población, entre los líderes y caudillos políticos y entre la
iniciativa privada.Aquí caben todas las clases y categorías
de personas.
Por otro lado el
Presidente Enrique Peña Nieto reasumió de manera formal el control de su
partido, el PRI como partido de estado, con lo que se puso fin a la etapa de la
“sana distancia” que instrumentó Ernesto Zedillo,luego de que la asamblea modificó sus estatutos para
que el Ejecutivo federalfunja como
presidente la Comisión Política Permanente y del Consejo Político nacional.
De tal suerte que el Presidente de la República tendrá capacidad de decisión en
la vida interna del PRI y la elección de sus candidatos, así como en materia
política, económica y social, retoma el presidente el carácter de gran árbitro
destacando la disciplina partidista para resolver los conflictosinternos.
De hechose podría decir que la sana
distancia transita de nuevo a la “Cercanía inevitable” o “cercanía
dependiente”, donde ahora el jefe del ejecutivo federal y jefe del partido se
funden dichos roles en una sola persona con todas las implicaciones
metaconstitucionalesque pudiese
significar.
Aquí surge las preguntas obligadas ¿La relación del partido y el presidente será
acrítica o critica? ¿El apoyo del
partido al presidente será mecánico e irreflexivo? ¿O un apoyo razonado y
fundado en una relación transparente, que derive del análisis objetivo, la
explicación oportuna y el convencimiento sincero? ¿Perdió autonomía relativa
ell PRI?
A los ojos de la opinión pública las reformas a la declaración de principios,
programa de acción y estatutaria se presentaron a una Asamblea Nacional acrítica, bien planchadas sin oposición de de
los dinosaurios estatistas, todas fueron votadas por unanimidad.
En definitiva con las
reformas neoliberales a los documentos básicos del PRI se completó el viraje hacia
la derecha Neoliberalista y a la restauración del PRI como partido de estado, permitirán al presidente Peña
Nieto a través de sus
diputados y senadores, la libertad para aprobar la aplicación del IVA en
alimentos y medicinas, y la apertura de Pemex a la iniciativa privada nacional y
extranjera.
Analista político, autor de la columna Cuestión Pública publicada en el periódico de La Verdad de Tamaulipas, en el portal digita HOYTamaulipas, entre otros
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