Día Mundial del Teatro

Desde el 27 de marzo 1961 a instancias de la Unesco, se festeja el Día Mundial del Teatro en todos los países afiliados al Instituto Internacional de Teatro (ITI), afiliado a la citada orgaización. Cada año alguna gran personalidad teatral lee un mensaje escrito acerca del quehacer teatral, y grandes artistas como Arthur Miller, Eugene Ionesco, Pablo Neruda lo han hecho en ocasiones anteriores.
 
El mensaje de este año corrió a cargo de Jessica A. Kaahwa, de Uganda, quien insiste en el teatro como herramienta para la paz y dice: "Les conmino en este Día Mundial del Teatro a pensar en esta perspectiva y a difundir el teatro como una herramienta universal para el diálogo, la transformación social y la reforma. Mientras las Naciones Unidas gastan sumas colosales en misiones de paz en todo el mundo con el uso de armas, el teatro es una alternativa espontánea, humana, menos costosa y mucho más poderosa".
 
Sostiene Kaahwa que el teatro es ese lenguaje universal por el que podemos enviar mensajes de paz y reconciliación, pues da la oportunidad a los individuos de hacer elecciones basadas en conocimientos y realidades redescubiertas a través de la transformación profunda que siempre representa el arte dramático.
 
“El teatro es uno de los grandes inventos de la humanidad, grande como el invento de la rueda, como el dominio del fuego", dijeron alguna vez en un mensaje de años anteriores; estoy completamente de acuerdo. Gracias a Dios porque soy gente de teatro y mi vida es mejor gracias a esta disciplina. Y sobre todo, gracias al teatro yo puedo devolver algo de lo mucho que el universo me regala, y poner mi granito de arena para hacer de este mundo un sitio mejor.
 
“Menos balas y más teatro” sostienen muchos teatristas en el país, sabedores del poder enorme del quehacer escénico en las almas y conciencias de los espectadores, y yo no puedo sino desear que las autoridades de los tres niveles de gobierno cumplan con el deber de apoyar cada vez más iniciativas del arte dramático y llevarlo a la gente en todos los rincones del país, pues como lo dijo el gran Rodolfo Usigli: “Un pueblo sin teatro es un pueblo sin verdad”.
 
Y precisamente una gente de teatro, mi querida amiga y compañera de lucha, la actriz, directora y dramaturga Sandra Balderas Mansur,  mujer entregada y comprometida con el quehacer teatral recibió hace unos días el homenaje como “La Mujer Victorense más distinguida del año 2010 y del Centenario de la Revolución” por parte del Centro de Capacitación Incorporado Ignacio Manuel Altamirano, el Gobierno del Estado de Tamaulipas, la Presidencia Municipal de Ciudad Victoria y la fundación Oralia Guerra de Villarreal A.C.
 
El jurado calificador encabezado por Yoliria Joch, reconoció la destacada trayectoria artística, cultural y humanitaria de nuestra querida Peque, quien durante más de veinte años de ininterrumpida labor escénica, ha trabajado en pro de la sociedad tamaulipeca mediante el lenguaje teatral, con destacadas participaciones como actriz, directora, productora, escritora e incansable promotora cultural.
 
Un honor contarla como mi amiga, y desde aquí mi más sincero reconocimiento a la mujer, la artista, la amiga y compañera, así como la fiel promesa de seguir trabajando y abriendo caminos juntas, con y por el teatro. Porque ya sabe: eso digo yo…
 
CAJÓN DE LO QUE NO DEBERÍA ESCRIBIR Y SIN EMBARGO ESCRIBO…
 
1.- LA FRASE: “En tiempos de crisis no hay nada mas rebelde que sentirse bien”. Juan Villoro.
2.- UN TROZO DE POESÍA: “Digo palabras tontas en busca de las ciertas,/ Soy un necio mientras espero que la verdad me toque./ Cuestiono al idiota para ver que tan vivo está el inteligente./ Mis palabras me llevan al absurdo/ Zigzag y laberinto concatenado/ De un orden no presentado/ Placer de oír lo por escribir./ Mis palabras que no tienen nada de cortas/ Presumidas, sin tiempo para considerarlas,/ Repito, dictado (después es que levito sobre lo que dije…)/ La vida, las palabras y ese eterno viceversa.” Ricardo León Peña Villa.
3.- MISCELÁNEOS: Yo quisiera saber la verdad acerca de los niveles de radiación en Japón ahora después del tsunami que destruyera las plantas nucleares. Los japoneses agotaron las reservas de agua embotellada ante la amenaza de contaminación de los mantos acuíferos, sin embargo, ahora dicen que las mediciones fueron erróneas y no es tan grave la situación. Penoso que el pueblo del sol naciente reviva la pesadilla de la radioactividad en su entorno. Pero como ellos mismos dijeron, si se levantaron después de Hiroshima y Nagasaki, lo volverán a hacer en esta ocasión. Yo, les creo.
 
Buena semana, apreciable lector: la mejor de su vida hasta el día de hoy.