Posgrados en cruceros

Al paso que vamos, es probable que para andar maniobrando en los cruceros, haya que poseer especializaciones avanzadas que garanticen un alto grado de capacidad y habilidad por parte de los ejecutantes, de cualquiera de las variadas suertes que podemos apreciar hoy día en los cruceros y vías de esta ciudad.
 
Oh, sí, apreciable lector; un amplio menú de opciones se despliega ante los ojos de los conductores de esta ciudad capital, que ya no solo se topan con el vendedor de chicles, el agresivo limpiador de parabrisas con sus temibles chisguetes de agua jabonosa o el sencillo manipulador de dos o tres pelotas.
 
Qué va. Ahora en las calles, se ven zanqueros, manipuladores de pois, malabaristas, tragafuegos, magos, payasos, mimos, entre otros como Hombres Arañas y personajes de moda, vendedores de mapas, peluches, fundas, adormitos, banderitas, pasteles, jugos, bueno, qué le digo: no hay mucho qué pedirle al Periférico del Distrito Federal…
 
Y lo de la especialización podría no ser una exageración; no solo porque de hecho haya licenciados en artes escénicas entregados al teatro callejero que en un descuido hagan un posgrado, tanto como porque al paso que vamos, la gente aún con maestrías saldrá a las calles a ganarse el pan de cada día con alguno de los talentos y habilidades que el cielo le haya concedido y sepa aprovechar.
 
Porque en estos días, ya muchos le entran a la venta por catálogos, y los créditos y tandas, tienen más que nunca vigencia y permanencia entre los burócratas y empleados en general, que buscan siempre estrategias para hacer rendir más su dinero y estirar sus presupuestos al máximo para dar cabida a sus sueños y aspiraciones, igual que aquellos que hoy llamamos héroes.
 
Dijo un querido amigo: ve y párate allá en la loma, como por el santuario; mira hacia abajo y verás todo Victoria. Todo eso es tuyo. Te aseguro que si sales con una lata de tamales, la vendes toda. El asunto está en que te decidas  hacer las cosas.
 
Opino lo mismo: el límite nos lo vamos imponiendo, y es en nosotros mismos que recae la posibilidad de irlos expandiendo siempre en aras de un crecimiento moral, intelectual y espiritual. Mejores mexicanos, mejores nación. Y vaya que en el marco de las conmemoraciones del llevado y traído Bicentenario, buena falta hace recordar que somos los propios mexicanos quienes llevamos la batuta de lo que sucede en este país. Somos nosotros los héroes ada día, al enfrentarnos valerosamente a la realidad de México.
 
Así ha sido antes, hace 100 y 200 años, y seguramente, así será en este 2010. Aunque ya sabe: eso digo yo…
 
CAJÓN DE LO QUE NO DEBERÍA ESCRIBIR Y SIN EMBARGO ESCRIBO…
1.- LA FRASE: “Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerlo enseguida”. Pablo Picasso.
 
2.- UN TROZO DE POESÍA: Porque es tan bella que no puedo ni quiero mutilarla, esta ocasión no es trozo, sino completa: Canción, del poeta cubano Nicolás Guillén.
 
“¡De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera !
(Yo, muriendo.)
 
Y de que modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril
 
¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(No soy tanto.)
 
En cambio, ¡Qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!
 
De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera
(Yo, muriendo)”.
  3.- MISCELÁNEOS: Brillante la inauguración del Archivo General e Histórico de Tamaulipas este pasado 8  de septiembre, cuyas magníficas instalaciones tienen todo cuidado hasta el mínimo detalle, reflejo de la atinada entrega de su director, Carlos Rugeirio. En el marco de la ceremonia, la Dra. Aurora Gómez Galbarriato, Directora del Archivo General de la Nación dictó una conferencia que en lo personal, me dejó con ganas como de más; pero bueno, la docta cumplió y bien. Si llega a tener una vuelta por aquellos rumbos, no dude en visitar este importante recinto, con toda certeza, algo de interés encontrará.